I. El Trato.

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Una nave flota en la inmensidad del espacio. The Sun Incinerator, una de las naves más rápidas a disposición del Homeworld. No obstante, los actuales tripulantes no tienen relación alguna con el Homeworld. Un joven de piel rosada se cierne sobre el asiento principal, supervisando a la tripulación desde su lugar, quiénes se encuentran debajo de él en sus respectivos controles.

El respectivo Capitán cruza una pierna y se acomoda en el asiento. —Tripulación, ya saben cuál es nuestra misión de hoy ¿cierto?

—¡Así es, Capitán!— Responde al unísono la tripulación.

Unos segundos después se escucha una voz, que responde tardíamente. —¡Así es, Capitán!— El susodicho suelta una pequeña risa, y cuando está a punto de dar las órdenes para dirigirse al lugar de la misión, es interrumpido por uno de sus tripulantes.

—¡Capitán, estamos recibiendo una transmisión de...! ¡¿Yellow Diamond?! ¡Oh my stars!— La fusión temblaba en su lugar, sin poder creer que una transmisión de la máxima autoridad en Homeworld estuviera interceptando la nave. El ambiente se volvió tenso entre los tripulantes quiénes intercambiaban miradas y susurros de pánico, el Capitán se levantó de su asiento y con esa acción su tripulación guardó silencio.

—Rhodonite, por favor acepta la transmisión. Quiero saber qué es lo que nuestra querida Diamond tiene para decirnos.

—Sí usted lo dice, Capitán.

Después de unos segundos de interferencia en la pantalla se mostró a Yellow Diamond. Al igual que el Capitán los dos se encontraban de pie. —Saludos, Yellow Diamond. Por favor hágame saber en qué puede ayudarle este humilde servidor—.

La susodicha rodó la mirada y habló. —Corte con su falsa amabilidad, Capitán Lars. Justo ahora, no está en la mejor posición para hablar y elevar su importancia. Pueden bajar sus armas, por el momento no estoy interesada en atacarlos, cómo también espero que ustedes tampoco tengan esa intención— El Capitán hizo una seña, indicando que podían dejar de estar alerta, por ahora.

—Capitán Lars, usted tiene una terrible reputación. Se dedica a saquear provisiones de otras Homeworld Gems, ha atacado a varios de mis altos superiores y por si eso no fuera poco, ha robado naves muy importantes para el Homeworld. Solamente enumerando algunos de sus crímenes, puesto que el primero que cometió es el atreverse a mostrarse siendo un Off Color. Y, no bastándole con eso, su tripulación también es constituida por... ellos—.

El desprecio con que la Líder se refirió a ellos sacó a Lars de sus casillas. A él podía insultarlo todo lo que quisiera, pero cuando insultaba a su tripulación, a su familia, explotaba. —Sí solo ha iniciado esta transmisión para ofender a mi tripulación, le aconsejaría que la terminará— Respondió, claramente irritado.

—¡Tripulación! ¡Estamos a punto de recibir una transmisión de Yellow Diamond!— Todos voltearon a ver a quién hacía la predicción ya pasada, era Padparadscha.

—Ya lo sabemos, Padparadscha. Tu predicción ya ha pasado— Respondió Rhodonite, mientras que Lars solo esbozaba una sonrisa. Volvió a la transmisión con Yellow Diamond, debía calmarse pues su prioridad era la seguridad de su tripulación.

—En esta ocasión no he venido a ofender a tu horrenda tripulación. En realidad, vengo a proponerte un trato— ¿Un trato? Pensó Lars, bastante intrigado. Habían recibido encargos antes, sí, pero solo de Off Colors necesitadas. Que una de las máximas Líderes del Homeworld le estuviera ofreciendo un trato era algo nuevo y bastante intrigante. —Quiero que...— En eso, la susodicha Líder fue interrumpida por la segunda Líder, Blue Diamond, quién apareció en la pantalla de transmisión.

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