La 13va Avenida se encontraba más solitaria de lo normal. Por lo general, siempre está llena de personas trabajando en el puerto con los pescados recién llegados. Sin embargo, solo veía a dos hombres dentro de un barco charlando animadamente.
Diego me dijo que la fiesta empezaba a las 8:00 pm y yo debía estar ahí a las 6:00 pm para preparar todo y alistarme. Ese día me dejaron toda la mañana libre porque me quedaría allí hasta el día siguiente.
Le comenté a Gabi lo de esta noche y se alteró demasiado, me dijo que iba a llamar cada hora para comprobar que no me pase nada. Según ella, las personas que asistirán a esa fiesta son peligrosas y me puede pasar algo. No sé de dónde sacó todo esto, ni siquiera sabe quiénes vendrán. Me amenazó con venir si es que no contestaba a cada una de sus llamadas; yo solo me reí ante su comentario e inseguridad, y le prometí que lo haría. Por otro lado, cuando se lo conté a Mike, él no dijo ni una palabra hasta cuando caminábamos juntos a mi casa después salir del bar. Me dijo que no confiaba en Diego, seguramente algo se traía entre manos.
―Lo sé ―le respondí― tengo en claro que es sospechoso, pero necesito el dinero como no tienes idea. Además, sé cuidarme sola y no me pasará nada.
―Sí ―soltó.
―¿De qué hablas Mike?
―No tengo nada que hacer mañana por la noche, así que sí iré contigo.
―Yo no te pedí que vinieras ―obviamente iba a declinar su oferta, no le pediría que se quede conmigo perdiendo un Sábado glorioso―. Mike seguramente no pasará nada, no vengas.
―Tranquila, iré contigo. Solo por las dudas ―me guiñó un ojo―. Llegaré un poco tarde a la fiesta, tengo que ayudar a mis padres, pero prometo que estaré ahí a las 8:oo pm.
―De acuerdo, gracias de todos modos ―sonreí para mis adentros. Nunca nadie se había preocupado por mí.
Cuando crucé la puerta, me encontré con varias chicas hermosas vestidas extravagantemente, casi como strippers. No entendía qué estaba pasando ni por qué ellas se vistieron así hasta que Candace llegó.
―Sí, yo tampoco entendí que mierda ocurría aquí ―me dijo con una mirada burlona― Ellas no son camareras como nosotras, son strippers que fueron contratadas para servir copas y bailarles a los invitados.
―Por favor, dime que nosotras no tenemos que hacer eso ―protesté con asco.
―No, tranquila ―soltó una sonora carcajada.
Nos adentramos en el bar y nos vestimos con nuestros usuales uniformes. Nosotras solo teníamos que preparar los cocteles y la verdad es que yo no sabía nada de eso. Candace fue la que realmente preparó todos los tragos, yo solo los cobraba.
Llegadas las siete en punto, Gabi me llamó como lo había prometido pero todavía no tenía señales de Mike.
Transcurrieron los minutos hasta que dieron la 8:00 y la gente comenzó a llegar. Pasadas las nueve, el lugar ya estaba abarrotado de gente. Las chicas rápidamente cogieron las bandejas llenas de vasos con alcohol para comenzar a repartirlas entre todos los presentes. La música sonaba tan alto que no podía escuchar lo que me pedían. Tuve que pedir ayuda a Candace para sobrevivir a esa oleada de gente y que no me comieran viva.
Noté que para las diez, las chicas comenzaron a coger pastillas de no sé dónde y a ponerlas en las bebidas de las personas sin que se dieran cuenta.
―Candace, ¿qué es eso? ―señalé a una chica que tenía una pastilla en la mano para que entendiera de que hablaba.
―Ah, eso es éxtasis.

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Volver a verte
Misterio / Suspenso¿Por qué la vida tenía que ser tan difícil con ella? ¿Por qué castigarla tanto? Indefensa y ajena a todo, Becca inicia una vida muy diferente a lo que antes era. Tras un terrible suceso que ella y su hermana Gabriela experimentan, Becca se ve obliga...