Love or Game [Sophiam] [TERMINADA]

Please, I need escape

—Soy el prefecto, acompáñeme—Malditos prefectos como los odio -.- Llegamos a mi salón y todos voltearon a verme, entré y me senté

—Te dije que no debías hacerlo

—Cierra la boca

Pasaron horas y horas, tuvimos otra hora libre y después otras 3 horas más, mierda estaba tan cansada… Eran las 7 de la noche y me fui a mi cuarto, por suerte no había nadie así que decidí desempacar y escribir.

Querido diario:

Me quiero matar maldita sea, no quiero estar aquí, lo odio… odio estar en Londres, en este lugar, odio a mis compañeras de cuarto, odio las clases, odio todo, quiero estar con mis bebés, las necesito…

No sé qué diablos hacer, tengo que hacer un plan para salirme de aquí y regresar a Wolverhampton. Necesito tiempo, necesito hacer un plan maestro y sé quién me va a ayudar…

Llamé a Rufaro

—Hola perra

—Hola ¿Qué haces?

—Nada, extrañándote

—Maldita cursi—Me burlé de ella

—Jaja yo si te amo de verdad

—Yo también, y porque sé que me amas, necesito tu ayuda

— ¿¡Te vas a escapar!?—Gritó emocionada

—Algo así, quiero hacer algo para salir de aquí, tal vez….

—Que me expulsen—Que te expulsen—Dijimos las dos al mismo tiempo y reímos

—Jajaja sé que eres mi alma gemela

— ¿Y ya tienes algo en mente?

—No aún, por eso te llamo—La puerta se abrió y entró Danielle, mierda—Oye te llamo luego, no puedo hablar

— ¿Por qué?

—Luego te explico—Colgué y agarré mi diario, nadie podía verlo, lo puse debajo de mi almohada

—Puedes hablar con quien quieras, ni me importa lo que digas—Dijo la chica rizada

—No me gusta que escuchen mis conversaciones

—Entonces salte

—No, porque es mi cuarto también

—Mira no quiero pelear contigo, sólo trataba de decir que puedes hablar, no importa si estoy aquí

—Ajá—Contesté sin darle importancia

—Y… ¿te está gustando el colegio?

—No

— ¿Por qué?— ¿Qué diablos te importa?

—No me gusta y ya

—Ok, sólo quiero conocerte

—Mira chica… sé que no te agrado, se nota, así que no trates de hacerte la santa conmigo

— ¿Por qué dices eso?

—Porque sé cuando le caigo bien a alguien y cuando no, se nota a mil kilómetros que yo no te caigo, así que deja de fingir querida

— ¡Que pesada eres!—Se quejó la chica

— ¿Pesada? Yo prefiero llamarlo directa

—Ok, traté de ser amable contigo pero ya veo que quieres quedarte sola sin amigas

—No necesito “amigas” hipócritas—Rodó los ojos y salió del cuarto

—Mierda no quiero seguir en este maldito cuarto