— Tu también podrías mirar por dónde vas, mona.— contesta Marcos riendo y tendiéndole la mano para ayudarla
— No necesito tu ayuda.— niega la chica levantándose sola y perdiéndose en sus ojos azules
— Tranquila fiera.
Elena hace caso omiso al chico y parte de nuevo al baño. El la mira de arriba a abajo mientras se aleja, después sacude la cabeza y entra a la sala dónde encuentra a Ibai e Ingrid muy acaramelados.
— Espero que la película esté tan bien como decís, porque paso de estar aquí y vosotros dandoos besos a mi vera.
— ¿Y Elena? — le pregunta Ibai a Íngrid
— Pues debería estar aquí ya, se habrá colado por el váter.— ríen los chicos
— Voy a por ella.— dice la chica levantándose de su asiento y saliendo de la sala
Al llegar al baño se encuentra con una Elena pringada de coca cola que no deja de quejarse de que está pegajosa y que quiere irse, parece volver a tener 5 años.
— Ah no, tú no te vas de aquí señorita.
— Doy asco.
— Sólo es una mancha. ¿Qué te ha pasado?
— Un imbécil me ha tirado su refresco encima.— explica
Al mismo momento en la sala:
— Tío, he conocido a una chica.
—¿Cuándo?¿Dónde? ¿Cómo? ¿Por qué no me lo has contado antes? — Ibai acribilla al chico a preguntas
— Tío, más despacio.
— ¡Pero cuéntamelo! ¡No me dejes en ascuas!
— Todo ha ocurrido hace unos minutos cuando salía de la cola de las palomitas, ella iría mirando al suelo, hemos chocado y le he tirado la bebida sin querer.
— Muy bien Marcos, esa es una bonita forma de ligar.— ríe Ibai— Eres tonto.
Elena e Íngrid entran en la sala tras intentar apañar el manchurrón de la camiseta, pero aún sigue mojada. Elena saluda a su cuñado con dos besos, pero es cuando va a saludar al amigo de éste cuando se percata de quién se trata:
— El imbécil.— balbucea ella
— La fiera.— balbucea él
— Creo que ya se conocen y no me gusta nada.— ríe Ibai al ver la situación
La película empieza y para malestar de la chica, le toca sentarse al lado de Marcos. Quiere salir de allí enseguida, está incómoda, mojada y congelada por culpa del aire acondicionado. El se da cuenta, y le cede la chaqueta que posa en sus rodillas. Ella rechaza el acto de voluntad del chico, pero Marcos no se da por vencido y coloca su chaqueta cubriendo a Elena.
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Aviso que los primeros capítulos van a ser cortitos por el sencillo motivo de que debo estabilizar la historia, maquinar la trama y esas cosas. No me gustan nada las historias en las que los protagonistas se enamoran, se lían y están juntos nada más empezar la historia.
A PARTIR DEL LUNES VOLVEREMOS A LOS CAPÍTULOS DE 1000 PALABRAS O ASÍ. UN BESAZO ENORME.
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Aprender A Quererte | Marcos Llorente
FanfictionNi que fueras el centro del mundo, imbécil.