Mi vida antes de el

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Nací en la Ciudad de México el 28 de Diciembre del 2000. Mi mamá era brasileña, y mi papá mexicano; se habían conocido en unas vacaciones que el hizo. Mi mamá se llama Anja y mi papá Eduardo. Mi mamá tiene una escuela de piano a la que dedica todo su tiempo y mi papá era doctor, ahora ya solo da clases.

Tuve una vida cómoda, obviamente no tanto como la que tengo ahora, pero nunca sufrí. Tengo dos hermanos; Lucas y Andreás, ambos son mayores que yo uno por 2 años y el otro por 5, siempre fuimos felices, teniamos muchas cosas. Gracias al portugues de mi madre, y la cultura de mi padre nos volvimos  tetralingÜes, mi madre se había esmerado en enseñarnos su lengua materna, y mi padre nos forzaba a aprender inglés e italiano, de hecho a mi siempre me gustó, pero a mis hermanos no, siempre reprobaban, como sea ahora son grandes personas que haban 4 idiomas.

Recuerdo mi rutina diaria, la solia hacer muy bien. Solía levantarme a las 5:00 AM, correr una hora y luego hacer yoga media hora. A las 6:55 mi fruta ya debía estar picada, y mis huevos con pan tostado en mi plato; eran tan buena haciendo eso que llegué a tardarme 5 minutos en cada platillo.

Una vez hecho mi desayuno solía salir a la pequeña terraza de mi departamento; que había arreglado para que mi lavadora y un pequeño sofá cupieran. Ahí me sentaba a oler el fresco de la mañana, mientras veía los coches pasaban y la brisa empezaba a llegar. Avándaro no era un lugar grande. Era un pequeño lugar pintoresco, junto a Valle de Bravo, junto a una gran laguna que te hacia sentir amplia y llena de naturaleza.

Me tardaba en desayunar 30 minutos. Siempre después de desayunar me tomaba 3 minutos para respirar y concentrarme en mi misma, en mis planes para ese día. Acabando mis tres minutos lavaba los platos, hasta las 7:40, luego salía y agarraba mi bici, para llegar a mi trabajo a las 8:00.

Mi trabajo no era tan bien pagado, pero lo disfrutaba demasiado. Solía ser guía de turistas. Me encantaba llevar a las personas foraneas a visitar el lugar de mis sueños, a que sintieran lo que yo sentía cada mañana, a que pudieran vivir Valle de Bravo y Avándaro como locales, haciendo que olvidaran todas sus preocupaciones y solo se sentraran en el ahí. Me encantaba ver como los que regresaban siempre me buscaban a mi, ya que siempre me esmeraba en dejar ese lugar en sus corazónes.

Despúes de llevarlos a pasear a todo Valle de Bravo me aseguraba de que supieran en donde comer y que hacer si yo no estaba ahí. Casi siempre era la última en dar mis tours ya que me esmeraba como pocos, y me encantaba, mis 4 lenguas ayudaban en mucho. Para cuando acababa ya eran las 4 o 5 de la tarde (cuando no me tocaba dar recorridos nocturnos), me iba a un pequeño café llamado El Morado, donde leía por horas y comía helado de yogurth, y si no cada vez llegaba y probaba algo distinto, cualquier postre o comida que me dieran, hacia sientos de mezclas con mi comida.

Acabando del café a veces iba con mis amigos, u otras veces iba a caminar en el bosque, respirando el frío y sientiendo como atravesaba mi piel. De regreso los martes y jueves iba al centro y me compraba un elote con la señora Marcela, los demás días me iba a mi casa o compraba lo que se me cruzaba. Recuerdo cada palabra de nuestro diálogo.

-"Buenas tardes _______, ¿hoy cómo te fue a cuantos turistas alegraste?"

-"Me fue bien gracias Señora Marcela, digamos que a todos los que pude, ¿y usted a cuántos paladares curó?

-"A todos los que pude, siempre trato de hacer mis elotes de lo mejor, para que quede en contraste con tu trabajo, para que valga el esfuerzo de todo lo que les dijiste. Por cierto ¿cómo esta tu mami?"

_"Pues esta bien, sabe siempre esta en esa escuela, diario tocando, y ocupando su tiempo tratando de recordar o hacer nuevas canciónes, usted sabe como es ella ama su trabajo".

-"Si mi vida, gracias a Dios que tiene trabajo porque los tiempos estan muy difíciles, y por cierto ten cuidado que hay cada loco que no se que te puedan hacer".

-"No se preocupe, bueno ya me tengo que ir, por lo mismo de los locos, digale a sus hijos que le mando saludos, y ojalá acabe pronto".

-"Igual cuidate, no vayas por lugares obscuros".

Me iba y tomaba mi bici, hasta llegar a mi departamento. Subía las escaleras ya que estaba hasta el 8 piso, luego habría y entraba. Procuraba siempre tener lirios de calla,  en mi comedor, para que entrara y viera eso, para que me acompañara y me hicieran sentir bien y en casa, había heredado eso de mi madre.

Iba a la tele y veía blacklist, esposas desesperadas, friends o cualquier otra serie que tuviera muchas temporadas. Después de 3 o 5 capítulos tomaba agua y iba a mi habitación, veía mi teléfono o hacia algo manual, hasta que me pesaran los párpados y me dormia, y así fueron mis días desde los 22, hasta que un Noviembre mi vida cambio por completo.

Nuestro año (Harry Styles y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora