El sueño (cap1)

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Después de vagar sin rumbo por todas las calles de su pobre barrio Alina regreso a casa, ya le estaba dando hambre; asi pues comio un troso de pan y leche para que después se quedara perdidamente dormida en el sofa. Ahí fue donde sucedió, fue extraño, tan pronto se acosto, se quedo perdida y fue como lo soño:

Estaba en un lugar totalmente distante, lejos pero a la vez cerca, sabia que estaba lejos por que realmente no conocía un lugar de su pueblo que tuviera belleza similar, pero estaba cerca por que tenia la seguridad de que estaba ahí, sentía esa presencia de Noruega, su hogar, era realmente una mansión campestre y encantadora, era un paraíso magnifico, estaba caminando y admirando esa majestuosidad, se sentía parte de el, se sentía totalmente diferente, parecía su reina y algo le decía que me correspondia tal hermosura de tierras.

Llevaba la ropa mas refinada que había visto en su vida, ya que en su país nadie se osa en vestir de esa manera; tenia puesto un vestido relucientemente blanco holgado de una tela mas suave que la misma seda y tan blanco y delicado que daba la impresión de ser translucido, en el torso de formaban varias figuritas de escarcha dorada en forma de hojitas y enredaderas, sus mangas eras pegadas a los brazos y largas, y a su ves llevaba los hombros descubiertos, por ultimo era tan corto que difícilmente la cubría. Lo que mas le sorprendió era que iba descalza y por primera ves se sentía hermosa.

En eso se paro en una escabrosa colina y subío por una ladera hasta llegar a una gran roca por la cual se podría observar enmarañados, abedules, encinos, y robles, que junto con las grandes praderas pintorescas con flores de diferentes colores, hacían ver de este lugar una combinación de bosques tupidamente espesos y húmedas selvas, era realmente un edén. Mas cerca se podía escuchar lo que era dulce melodía para sus oídos, el brote de riachuelos y cascadas con gran cantidad de agua, con chapoteos de posibles ranas y peses, para asegurarse de ello se subía un árbol cerca de mí y descendio saltando de uno en uno, efectivamente era una elegante cascada con agua tan azul y cristalina y al caer formaba una salpicadura de estas hipnóticas gotitas suaves y relajantes llenas de paz y tranquilidad lo que hacía falta en todas partes, ella yo lo veía era realmente una danza de la naturaleza presumiendo su hermosura.

Entonces camino con paso decidido, y por el camino que trazaba su caminata se iba abriendo paso todo tipo de vegetación y animales que me observaban con detenimiento e imponencia. Se notaba que ya había dejado atrás un gran portón en el cual se asomaba algo totalmente adverso a su paraíso; parecía haber sequía, totalmente árido con un sol ardiente entonces se asomaron de las dunas unas grotescas bestias que en sus ojos se reflejaba odio, parecía que se lo dedicaban a ella y desconocía la razón pero decidida aparto la vista de aquel abismo con indiferencia, su corazón no sentía miedo como en otras ocasiones, en cambio se sentía totalmente segura, entonces se presentó frente a si unas maravillosas escaleras color marfil que estaban acompañadas de la parte derecha majestuosos ángeles hermosos que sonreían con orgullo comenzó a ascender lo que parecía que conducían al cielo y algo que parecía un dragón dorado le esperaba en la cima con una pequeña tiara de flores blancas como algun estilo de trofeo, ella estaba feliz no entendía la razón ero lo estaba, entonces todo se nublo y una flecha ardiente cayó del cielo atravesando el corazón del bello dragón, asustada corrio a él pero sus piernas le pesaban mucho como si estuviese bajo el agua sus pulmones se apretaban a su pecho y le faltaba el aire, se estaba asfixiando. Entonses desperto sobresaltada con todo el cuerpo sudando y con lágrimas en los ojos.

Traviesos deseosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora