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-¡Y eso es tutto por hoy, chicos! Dadle al like si os ha gustado o dejadme algún comentario si tenéis alguna duda de la manualidad de hoy. ¡Arrivederci!

El tal Marlon apaga la cámara y suspira, mientras dos personas más aplauden desde sus balcones.

-¡Bravissimo!-dice el tal Kenzo.

-Y que mono es ese acento italiano tuyo. Debes tener muchos fans por ahí YouTube-dice la voz de una de las chicas de ayer, no sabría decir cual de las tres, si es que sólo hay tres.

El youtuber italiano ríe por debajo de la nariz, en un intento de retener la risa.

-¿Me estás tirando los trastos?

-Sí, sí, y qué culito, madre mía, quien quisiera ser pantalón ahora- dice el mexicano.

-Oh, sí, papi, dámelo todo-gime la chica.

Todos ríen al unísono, y al mexicano le da un ataque de risa. Le empiezan a ventar la cara con una carpeta y una agenda. Realmente, son peculiares estos individuos.

La situación es ridícula y cuando me doy cuenta, estoy sonriendo, incluso podría decir que se me escapa la risa tonta. Me tapo la boca y miro por la ventana. No me han oído. Menos mal. Sigo limpiando en silencio y sigo escuchando.

-Sois la ostia.

-Ts, lo sabemos.

No pasan más de tres segundos hasta que el italiano habla.

-¿Os imagináis si fuera guay?-suelta.

"¿Qué?"

-¿Eh?-sueltan los dos.

-¿A qué te-?

-Oh, espera. Lo soy-no le deja terminar.

-Todos lo somos a nuestra manera-dice Kenzo.

-Yo más.

-Porque lo digas tu.

-Porque tengas diez mil suscriptores en YouTube-añade la chica.

-No. Porque soy... ¡fabuloso!-y tira purpurina por la ventana.

-Ec, ¡yo no voy a limpiar eso!-le regaña Kenzo.

-¡Fabuloso! ¡Fabuloso!

-¡Basta!-ríe la chica.

En ese momento, se abre una de las ventanas de golpe y los asusta a todos, incluso a mí. De ella, sale una chica tosiendo y jadeando.

-¡So, so, caballo!

-¿Que te pasa? ¿Quieres agua?

-Eso te pasa por fumar esa mierda.

-Ca... ¡callaos, coño!-consigue articular.-E-estoy bien. He venido corriendo...

-¿Desde cuándo corres?

-Sht.-toma una bocanada de aire-¡Ahí va la ostia, Patxi! ¡De lo que me enterao!

-¿De qué? ¿Un cotilleo?

-El piso del medio. Ya está vendido. Me he encontrado con el mánager con un montón de papeles. Conseguí leer algo mientras pasaba por su lado y le saludaba.

-¿Y qué ponía?-dicieron todos a la vez.

Presté más atención y oigo como hace una pequeña risa orgullosa.

-Taylor. España.

Hay silencio. 

-¿Sólo eso?-se queja el tal Marlon.

-Coño, ¿qué quieres que lea en tres segundos? Da gracias a que entendí la letra.

-Taylor...-dice la otra chica, pensativa.

-Me gusta el nombre-dice Kenzo.

-Suena bien- dice la otra.

-¿Será guapo?-dice Marlon.

No puedo evitar reír.

-Dirás guapa-dice una.

-¿Pero qué dices? Taylor es nombre de tío.

-Taylor es nombre de tía.

-¿Ah sí? Dame un ejemplo.

-Taylor Swift.

-Eso es un nombre artístico.

-¡Ese es su nombre de verdad, inculto! ¡Taylor Alison Swift!

-¿En serio?

Todos ríen, y ahí me incluyo yo. Miro alrededor, por unos segundos mientras siguen hablando. Tengo una idea.

-Creo que es unisex-dice la otra.

-¿Entonces, como sabremos si es chico o chica?-pregunta el tal Kenzo.

Cojo un papel que tengo dentro de la mochila.

-Ay, por favor, pareces el profesor Oak. Tendremos que esperar a conocerlo o conocerla. Con el ruido que hacéis seguro que se enterará que vivimos aquí.

-Ahí va. ¿Créeis que nos habrá oído?

Busco un boli BIC . Lo encuentro.

-No creo, no he oído mover cajas o ruido desde aquí abajo. ¿Tú, Marlon?

-Nop. No ha debido mudarse aún.

-Coño, qué susto.

-Lo mismo digo-finaliza Kenzo.

-Bua, que curiosidad, quiero conocerlo- dice Marlon.

-Seguro que está muy bueno. Los españoles que me he encontrado por Nueva York son todos muy monos-dice una.

-Sí, todos tienen muy buen culo. ¿Me habrá visto en Youtube?-lo dice más para él que para los demás, pero igualmente se le oye.

-¡Encima de España! No habrá problemas para hablar con ella.

-Con él.

-Con ella.

-Me apuesto cinco dólares a que es un chico.

-Y yo cinco dólares a que es una chica.

-Hecho.

-Bien.

El italiano y una de las chicas cierran el trato con un apretón de manos. 

"Qué bueno. Tendría que grabarlo".

En esto pensaba, cuando se oye el tintineo de unas llaves de moto y se abre la ventana que faltaba.

-¡Hola, compis!-se queda un rato en silencio.-¿Qué son estas caras?

-Lo que te tenemos que contar-dicen dos a la vez.

-Bueno, pensaba en ir a cenar en el italiano de enfrente. ¿Quedamos y me lo contáis allí?

-Por mi sí-dicen dos a la vez.

-No me copies-a la vez.

-Cállate-otra vez.

-No, cállate tu-otra vez. 

"Qué compenetración".

Mientras esos dos discuten, la chica dice:

-¿Y vosotros?

-Tengo que terminar el trabajo de Shakespeare que nos mandaron-dice el mexicano.

-Igual por aquí. ¿Vengo a tu piso y lo terminamos?-dice la chica de debajo.

-Aquí te espero.

-Vale, ¡nos hablamos!-concluye la chica, y todos cierran las ventanas casi al unísono.

...

-Creo que mañana os váis a llevar una sorpresita-digo para mi, después de abrir la ventana y pegar el papel en el que he escrito en ella.

Hoy es viernesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora