Jamás el uno, sin el otro

La antigua leyenda del contrato de la Luna Roja

Hay muchas leyendas que hablan de la pareja perfecta, esa alma que fue creada hace muchísimo tiempo solo para estar a tu lado el resto de tu vida y de las vidas siguientes, pero no han dicho una parte muy importante de ese cuento...

Sí, es cierto que existen las almas destinadas, pero la gran mentira es que todos tenemos una, eso es falso, las almas destinadas son tan pocas que podrían contarse con los dedos de tus dos manos, esas almas fueron creadas hace miles de años, un pequeño premio que tal vez Dios creo para una antigua civilización.

La realidad es que, dicha civilización existió, hace demasiados siglos que es imposible saber con exactitud cuántos eran. Se reconocían entre las otras que habitaban el planeta ya que cada persona tenia grabada en su piel una extraña figura, esta estaba partida por la mitad, y solo era necesario buscar al portador de la otra mitad para así tener más que claro que serían felices el resto de su existencia., sin embargo esta civilización se fue haciendo cada vez más y más pequeña. Amarse se convirtió en su crimen y en su castigo.

La envidia y el odio invadió el corazón de un noble Rey de una nación vecina, en alguno de sus viajes conoció a una bella mujer, de la cual quedo completamente prendado; guiado por un amor ciego y enfermizo la quiso para él. A pesar de que ofreció a su familia una cantidad enorme de dinero, de tierras y de poder en su propia nación, estos se negaron a aceptar, su hija estaba a la espera de su destinado, y eso era algo que ni el oro o el poder podía cambiar.

El rey, cegado de odio, de impotencia y de celos regreso a su nación, volviendo solo unos cuantos meses después, encabezando un enorme ejército, más de un millar de hombres que seguían sin chistar sus órdenes, dispuestos a matar a quien fuere, sin importar sexo, género o edad, nada, lo único importante eran las ordenes de su señor.

La cantidad de vidas perdidas ese día es innumerable, a pesar de ello parte de la población logro escapar del ruin Rey, y este dio por orden darles caza; su mente solo procesaba una idea, exterminar a esa raza, a todo ser que llevase su sangre, reconocerles era sumamente fácil, todo aquel con una marca tendría cita inmediata con la muerte.

Fue entonces cuando aquella chica imploro por 5 días, y 5 noches a su Diosa, pidiéndole que no les desampare, que les brindara protección, que no les dejase solos. Al sexto día la Diosa dio respuesta a sus plegarias, y lanzo un hechizo a los ojos de sus hijos sobrevivientes, las marcas en sus cuerpos solo serían visibles por aquellos que llevaran su sangre, fue hasta ese momento que ellos pudieron ser libres. Vagaron por el mundo hasta asentarse nuevamente, su nuevo hogar era una simple villa, pequeña y acogedora, un pequeño lugar en lo más remoto de unas islas, lograron respirar la paz por fin.

El Rey murió después de casi 50 años, mismos en los cuales se siguió haciendo de territorios y de poder, en ese mismo tiempo hizo que se difundieran rumores absurdos y horribles hacia cualquier persona que portase una marca extraña en el cuerpo, estas calumnias eran demasiado disparatadas, pero si el rey lo decía se volvía ley. Ese mismo odio, fue pasado a las siguientes generaciones, y así fue creciendo hasta llegar a lo que es hoy en día, cualquier persona que pase por la calle y le preguntes por ello ten por seguro que te dirá que una persona "marcada" esta maldita.

Posiblemente tú dirás "bueno, pero que importa lo que digan los demás, nadie puede ver esas marcas más que aquellos que son descendientes de la Diosa, ellos están a salvo"... gran error.

Al pasar de los años los hijos de la Diosa fueron dejando de adorarle, de rendirle tributo, oraciones, Ella se sintió herida, decepcionada, por ello puso una condición a su hechizo, uno que lograría que todo descendiente suyo tuviese que cuidar su vida por sobre todas las cosas...
Dejarían de nacer entre sus descendientes, llegarían a familias de humanos normales, pero...al cumplir 16 años la marca se haría visible, se posaría en su muñeca, de los sitios más visibles del cuerpo, y para que esta volviese a ocultarse su única solución sería hallar a tu pareja destinada, no bastaría con solo encontrarle, debía de firmarse el contrato de luna roja para que todo surtiera efecto, se contaría con solo 2 años para lograrlo, y si ello no pasaba tu destino sería algo mucho peor que la muerte.

Al principio no se le tomo demasiada importancia, recordemos que dicha civilización yacía en un mismo lugar, pero a lo largo de los años esta tuvo que dispersarse por el mundo entero, el temor de ser descubiertos por los humanos simples se volvió pan de cada día, nadie podía vivir tranquilo, ante ello se tomó la decisión de separarse, buscar cada quien su propio camino, sin tomar en cuenta que eso solo complicaría más las cosas y sería prácticamente imposible encontrar a su otra mitad.

Han pasado muchos, muchos años, posiblemente te preguntes que fue lo que sucedió, no hay mucho que relatar, de esa civilización completa solo existen 10 parejas hoy en día, mismas que década tras década va disminuyendo, el castigo por no cumplir las órdenes de la Diosa ha surtido efecto, aquel que no logre sellar el contrato de luna roja ha vivido una larga vida de angustia, dolor y sufrimiento... su Diosa tomo lo más preciado para ello; la capacidad de poder renacer, de volver a pisar el mundo.

Y...no solo ello.
Las leyendas dicen que eso no es lo peor...si no que Ella se encargaba personalmente de destruir tu esencia, de rasgar cada memoria, de atormentarte hasta que se canse...y después de todo eso te mostraría a tu alma gemela, lo feliz que pudiste ser con ella, la hermosa vida que pudieron formar juntos, toda aquella dicha que te fue prometida y por no cumplir el contrato no había existido; para finalizar con la desaparición de tu existencia.

La leyenda sigue viva solo en algunos corazones,pero en la mayoría ha sido eliminada, solo está presente la leyenda de odio y rencor, la misma que inconscientemente rige la sociedad actual.
Y es en este mundo sobrio, cruel y desamparador en el que se desarrolla nuestra historia, una joven historia de ¿amor? Solo se sabrá si llegas al final.