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Lizbeth estaba durmiendo en mi departamento, mientras su padre arreglaba asuntos financieros en el país; no tenía tiempo de conocerme, tampoco de convivir con su hija.
De igual manera, jamás me molestará que esté conmigo, lo merece, estuvo apoyándome cuando lo necesité, cuando me sentía sola.

Estuve mostrándole la ciudad, algunos lugares conocidos y, que para mí, eran los favoritos.
Todo estaba bien, pero tenía que ocurrir lo que era obvio.

Mientras dábamos una vuelta por el parque, nos sentamos en uno de los miles de bancos que rodeaban los árboles.
Me fascinó conocer más a Liz.

Unos minutos después, encontré a Milary sentada unos metros de nosotras. La miré y estaba echándonos miradas con curiosidad, la miré de reojo y no conseguía ver quién estaba a su lado.
Se levantó y le dijo algo al oído a la de lado y caminó hacia nosotras. Volví a ver a Lizbeth y seguí hablando.

—Jodie, qué casualidad —sonrió y miró a Lizbeth. La miré y sonreí levemente—. ¿Y qué? ¿no me presentarás a tu nueva amiga? —Lizbeth sonrió y me miro curiosa.

—Yo... no tendría por qué hacerlo.

—No, Jodie, está bien —se levantó Lizbeth—. Soy Lizbeth, la mejor amiga de Jodie —me miró y sonrió—. Y vos sos...

—Oh, soy Milary, compañera de Jodie. Nunca te había visto por acá.

—No vengo de acá. Pero por fin pude verla. Es un amor de persona, ah.

Milary sonrió y me miró.

—Me alegro por las dos.

—Y, ¿conocés a Jodie?

—Sí —rió—, era mi mejor amiga.

—Ya veo, la vida da muchas vueltas evidentemente —rió y se sentó nuevamente.

Miré a Lizbeth, sonreí y devolví la mirada a Milary.

—¿No tienes algo mejor que hacer? —levanté una ceja.

—Jodie, ¿de verdad?

—Milary, sólo vienes a averiguar qué ocurre en mi vida, no te interesa en lo absoluto. Ya no somos nada.

Milary se llevo su mano a su boca y miró a Lizbeth; ésta se encogió de hombros.

—Sólo vine a, arreglar esto, no me hace sentir bien.

—¿Desde cuando te importa?

—Desde el momento en que te conocí, Jodie.

—Milary, deja en paz a Jodie. ¿Qué crees que no sé lo que vos le has hecho? —interrumpió Lizbeth. Milary rodeó los ojos molesta—. Ella estuvo cuando más te necesitó, y vos, ¿que fue lo que hiciste, ah? Te fuiste con esa mina que habló mal de las dos, vos no tenés ni un poco de idea de la mierda que ella ha estado pasando últimamente.

—¡Pero ese no es problema tuyo!

—Lo es, porque Jodie se involucra.

—Lo siento, Milary, pero esta vez no me siento bien perdonándotelo todo como siempre.

—¿Saben qué? —sonrió—, esto, ya no pertenezco acá evidentemente —se dió media vuelta y regresó a su lugar.

—No vale la pena —dijo Lizbeth y acarició mi mejilla—. Tomarás una decisión cuando vos sientas que estás estable.

Creo que este capítulo
está muy largo y con harto salseito...

Someday; rdg [EDITÁNDOSE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora