Ya partiendo de Pucallpa, rumbo a Atalaya, cinco o cuatro días arriba, dependiendo la estación, Don Germán, capataz de una maderera muy conocida en la región Ucayali, que estaba operando por la zona de Atalaya - tres días quebrada adentro -, entre sus treinta rústicos trabajadores había llevado a una señorita muy agraciada llamada Elsa, la que cumpliría las labores de cocinera, al llegar al campamento todos se esmeraban para armar el tambo de la cocina queriendo quedar bien con la cocinera y de esa manera tener un cierto cariño de parte de ella.
Al llegar la noche Don Jesús, quien era el hábil Mitayero, escopeta cargada en mano se interno en el monte virgen en busca de algún desafortunado animal que ronde la zona para después convertirse en el delicioso rancho del día siguiente, a pocos minutos se escuchó el primer tiro y los comentarios en el campamento eran de alegría al verlo llegar con un tremendo Ronsoco sobre los hombros.
Don Jesús.- ¡Elsita! ha llegado la chamba, hay que chamuscar este "Ronsoquito".
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La alegría del rostro de Don Germán, era desbordante ya que habían cazado unos de los animales favoritos de su dieta.
Don Germán.- tu si Jesús, eres buen Mitayero, ni bien has salido has encontrado este rico Ronsoco.
Don Jesús.- Si pues, Es que Don Germán, bastante animal hay en este monte, seguro que cuando vuelva a salir voy a encontrar más.
Don Germán.- Creo que por ahora es suficiente "Jeshuquito", mejor ayúdale a la cocinera a pelar ese Ronsoco.
Después de esta conversación, ahumaron la carne para su buena conservación y entre chistes y comentarios Don Germán, no se alejaba del lado de "Elsita", cuando de repente a lo lejos escucharon un sonido extraño, que dejo a todos en silencio, "Elsita", se pegó al brazo de su patrón diciendo:
Elsita.- ¡Ay!... Don Germán ¿Qué pues es eso?
Sin querer causar más temor a la bella señorita Don Germán, dijo de forma disimulada:
Don Germán.- Debe ser algún palo que ha caído, o de repente es un animalito que ha pasado por ahí.
Al instante intervino Don Jesús, basado en su amplia experiencia en los sucesos sobre naturales que ocurren en la espesa selva Amazónica.
Don Jesús.- Eso no es un palo que ha caído y ningún animalito debe de estar pasando por ahí, ese es el Chullachaqui que nos esta advirtiendo que no hay que entrar en su monte, hay que tener cuidado con él, mira que es bien juguetón y puede hacernos cualquier majadería.
Rápidamente intervino Don Germán, increpando al mitayero:
Don Germán.- Estas hablando tonterías "Jeshuco", ya eres viejo para estar creyendo en tonterías, yo puedo esperar eso de estos muchachos ¿pero de ti?
