Evie, La Historia de un Corazón Roto.

Corazón Roto

Abrí los ojos sonriendo, la cita que había tenido con Doug había sido tan perfecta que ni siquiera le conté nada a Mal de lo que había pasado durante la mañana cuando llego, quería simplemente olvidarlo y disfrutar el momento.

-Buenos días –Mal aún estaba metida en su cama, había prendido la televisión y disfrutaba de su mañana de domingo.

-Buenos días –le sonreí ampliamente.

-Te veo feliz –dijo ella quitándole la mirada a la televisión y poniendo toda su atención en mí. –¿Ya te amistaste con Doug?. –ella si sabía sobre todas las peleas que habíamos tenido pero su táctica de ayuda era no hablar de las mismas para que yo pudiera simplemente olvidarlas, como si fuera tan fácil.

-Si –me senté en la cama –ayer me llevo al lago encantado y pasamos ahí toda la tarde.

-Más le valía –dijo mi mejor amiga mirándome divertida –si volvías a llorar por él iba a ir a darle una patada en donde más le doliera para que aprendiera a tratarte.

-No lo agredas –dije rápidamente lo que hizo que Mal riera.

Tomé mi celular y me sorprendió que el contacto "Mi amor" estuviera titilando, me había mandado un mensaje.

"Buenos días, princesa. Lamento hoy no poder pasarla contigo, tengo ensayo con la banda y luego iré a visitar a mi papá, si llego temprano te aviso, te amo"

Sonreí aún más amplio que antes, los mensajes, y sobre todo las explicaciones, habían vuelto, lo que para mí significaba que nuestra relación podría llegar a ser otra vez como en un principio.

"No te preocupes amorcito, disfruta del domingo, me llamas cualquier cosa, yo también te amo"

Respondí rápidamente con una gran sonrisa, la cual se amplió al recibir un icono de corazón como respuesta.

-¿Vas a salir hoy con Ben? –pregunté, Mal negó con la cabeza.

-Tiene una reunión para arreglar un tema con los enanos –ate cabos, tal vez por eso Doug tenía que ir a ver a su papá –¿Tú tienes algo planeado? 

-No – sonreí maliciosamente –¿Vamos a ver si los chicos están libres y vemos alguna película en su cuarto? –sugerí mirando el reloj, eran las once lo que significaba que la práctica dominical de Tourney había acabado. –hace tiempo que no estamos los cuatro solos. –Mal asintió y ambas nos pusimos de pie para arreglarnos.

Veinte minutos después caminábamos riendo a la zona de los chicos, Jay y Carlos tenían una habitación más grande que la de nosotras y además una gran pantalla plana que Jay se había ganado por ser el jugador estrella de "Los Caballeros de Auradon" y cada vez que podíamos Mal y yo la invadíamos para poder ver películas.

-Toc, toc –dijo Mal abriendo la puerta sin tocar, instintivamente cerré los ojos –si están desnudos es mejor que se vistan, ahora.

-Estamos bien –escuche la voz de Carlos y abrí los ojos respirando tranquila –pero toca antes de entrar.

-Sí, si como digas –dijo Mal poniendo los ojos en blanco –¿tienes algo que hacer? –le preguntó.

-No, Jane va a acompañar a Monny a Agrabah –dijo Carlos volviendo la mirada al libro que tenía entre las manos.

-¿Tu? –preguntó mirando a Jay que estaba cambiando los canales de la televisión sin ningún orden alguno.

-No, mi próxima conquista será Monny y ya escuchaste que se fue a Agrabah –dijo él levantando los hombros.

-Típico de los hombres –dijo Mal moviendo las piernas de Jay para poder sentarse –olvidar a una princesa insoportable, con otra princesa igual o peor.