9. Voy a llorar

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No quería irme del local aún, vi mi celular y las millones de llamadas y mensajes que tenía de mi mejor amiga. Le haré una videollamada.
Contestó enseguida.

- Hola hermosa -dice mi mejor amiga feliz - ¿Por qué estabas llorando?

- No es nada amiga ¿Qué tal el viaje?

- No te contaré nada hasta que tú no me digas por qué llorabas, y quiero la verdad

Daniela me conoce demasiado bien, ella sabe cuando miento, que hago, lo que pienso, nuestra conexión es demasiada. Nos conocemos bastante.

- Alejandra, dime la razón - insiste

Le conté todo a mi mejor amiga, creo que lo mejor es que se entere de todo.

- No puedo creer que esa mujer fuera mi madre -dice mi mejor amiga impresionada

- Está bien amiga, nadie se esperaba algo así, de nadie

- Tienes razón -dice mi mejor amiga decepcionada

Dejé que mi mejor amiga terminara de procesar todo esto por lo que estubimos en silencio algunos segundos.

- Ya no importa, no hablemos de ella
- dice mi mejor amiga volviendo a sonreír como al principio

- Cuéntame todo con lujo de detalles
- dije anciosa

Me acomodé en mi asiento, preparándome para escuchar a mi mejor amiga.

- La he pasado increíble, Gabriel es un sol, no puedo creer que alguien como él se haya enamorado de mí

- Ay amiga, te lo mereces, eso y mucho más

- Siento que estoy en una nube, de alguna forma, aunque suene terrible, la muerte de Rachell fue lo mejor que nos pudo pasar

- Que bueno que la están pasando bien, y no dejes que esta noticia opaque tu felicidad - dije sonriendo

Estaba muy feliz por la dicha de mi mejor amiga, y de mi hermano claramente.

- ¿Y Gabriel? -pregunté

- Fue al buffet, teníamos mucha hambre

- Qué extraño -dije mientra reía

Hablamos más de una hora, pedí miles de cafés, luego extrañé mucho a mi hija, por lo que decidí irme del local.

- Espera Dani, pagaré la cuenta para ir a ver a Jenni

- Claro, te espero, quiero ver a mi sobrinita

- De seguro ella también te extraña mucho -dije antes de llamar a la chica que nos había atendido

Pagué, agradecí y salí del local. Busqué las llaves, encontrar las llaves es un desafío. Finalmente las encontré, subí a mi auto y puse el celular en el porta celulares de mi auto para poder hablar con Dani mientras conducía.

- No coduzcas mientras hablas por teléfono -me regaña mi mejor amiga

- Pero si no te estoy mirando, es como si llevara un copiloto -me defendí

- Ah muy bien, entonces sigamos hablando

El camino a casa se me hizo más corto gracias a esta llamada. Al llegar, me bajé rápidamente, quería llegar y abrazar a mi pequeña bebita.

- Hola tía -saludé a la tía Donna quién se encontraba en el sofá, junto a mi madre

- Hola madre de mi corazón

- ¿Estás bien hija? - pregunta mi madre extrañada

Dani ríe al otro lado del teléfono.

- Estaré mejor cuando sienta el olor de mi pequeña criatura

¿Y si no doy el sí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora