🐯2. контракт 🐯

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Capítulo 2. Contrato

Existían momentos en los que se cuestionaba si había tomado la elección correcta. Su estomago gruñía y era la cuarta entrevista de trabajo en la que lo despedían con un "lo llamaremos después", maldita sea, era más que obvio que no lo iban a llamar y lo sabía muy bien.

Se sentía estúpido y mediocre a pesar de haber finalizado su décimo grado con excelentes calificaciones pero eso no bastaba, su beca solo cubría todos los gastos universitarios y Yuri necesitaba dinero para si mismo. Suspiro derrotado y cansado mentalmente, se encaminó a su departamento compartido con su mejor amigo, Otabek.

Sólo necesitaba despejarse.

Salir.

Sentirse libre.

Pero si le decía eso a su amigo sabía que inmediatamente lo invitaría a su lugar de trabajo negándose a que pagara alguna bebida o el cover para ingresar al pequeño club. No era justo y eso lo hacía sentirse más miserable aun.

Con un gruñido de alivio llegó a su domicilio y entró en el, fue recibido por un " Bienvenido" por parte de Seung-Gil, un tipo un año mayor que él que era estudiante de lenguas modernas. Asintió en respuesta y se dejó caer en el viejo sofá ignorando por completo como sus tripas parecían comerse las unas a las otras.

—Toma —un plato fettuccine con salsa holandesa y piezas de pollo cortadas en tiras con una rebanada de pan de ajo fueron colocadas en la mesita de centro frente a él—. Debes estar cansado y hambriento.

—Gracias, Beka.

Si algo agradecía era eso, vivir junto a un estudiante de gastronomía y uno de lenguas. El trío se complementaba perfectamente pues cuando Yuri no entendía algo de francés o Italiano, le preguntaba a Seung ó en los momentos que Otabek se debatía con que vinos complementar un postre, Yuri hacia una lista de vinos espumosos que podrían ir bien con dicho alimento y después hacían una prueba en casa. Además que los buenos alimentos y las épocas de exámenes hacían un grupo de estudio, era por ello que el trío tenían las mejores calificaciones y sin duda alguna poseían una beca al cien por ciento.

—¿Qué tal fueron las entrevistas? —preguntó Otabek interesado.

—Todas fueron un asco —suspiró y después gruño molesto—. Creo que lo mejor será retirarme y vivir como vagabundo

—Dramatizas, Yura —Otabek se levantó y tomó la loza que habían utilizado—. No estarías en ésta situación si no hubieses renunciado a aquel restaurante.

—No iba a permitir que el Chef me acosará —Yuri trataba de controlar su voz, no le gustaba enojarse con su mejor amigo—  ni que los idiotas de los cocineros se burlaran de mi por tener "facciones de chica".

Seung quien sabiamente estaba ingiriendo sus alimentos en total silencio y analizando la situación, casparreo, llamando la atención de ambos chicos.

—Yuri ¿y por qué no llamas al tal Nikiforov?—Otabek, el chico de Kazajistán lanzó una letal mirada hacia su coreano compañero. Y el coreano lo ignoró completamente— Bien dijiste que tienes su número y es bueno en la rama turística.

—Nikiforov era mi última alternativa —susurró y cubrió su rostro tratando de ocultar su leve sonrojo de sus compañeros.

  —Yuri, no es necesario —interrumpió Otabek— puedo hablar con mi jefe y él te puede dar plaza como barman o mesero.

—Gracias Beka —le sonrió a su amigo— pero creo que Seung tiene razón, Viktor es una gran conexión y no puedo desaprovechar esta oferta.

El rubio buscó entre sus contactos el nombre de Viktor y mando un breve mensaje.

" puedo verte?"

La respuesta no se hizo esperar.

"Mañana a las 10 am en mi oficina ;)"

Yuri sonrió y Otabek lo observo con un gesto dolido mientras el rubio continuaba tipeando y el sonrojo en sus mejillas aumentaba en intensidad. Yuri escuchó como Otabek azotaba la puerta mientras salia a su trabajo y Seung se encogía de hombros.

✴✴✴✴✴

Diez minutos antes de la hora acordada estaba Yuri frente a la recepción mientras la joven a quien reconoció de ser un grado mayor al suyo caminaba con una pila de documentos siguiendo a otra chica de edad madura.

—Puede pasar.

Fue entonces cuando cruzó el enorme patio con diferentes flores y esculturas hasta llegar al último pasillo y al final de este llegó a frente aun puerta de roble donde una placa con el nombre de "Viktor Nikiforov, sub director EYC".

Tragó el nudo que se formaba en su garganta debido a los nervios y tocó con suavidad la madera frente a él mientras un melódico " pase " se infiltro a través de dicha puerta.

Poso su blanquecina mano en la perilla y tomó una profunda bocanada de aire la cual soltó lentamente. Viktor Nikiforov era un idiota con suerte y su pase a lo grande, aunque no podía negar lo malditamente sexy que era el hombre.

Sin más preámbulos giró la perilla y entró a la oficina siendo golpeado por el fresco aroma a jazmines y la vista de un despreocupado hombre al teléfono.
Yuri se quedó estático en la entrada hasta que Viktor hizo un gesto invitando a tomar asiento.

Una vez terminada la llamada, Viktor le dedicó una sonrisa satisfecha y sacó una cajetilla de cigarrillos ofreciéndole uno. Lo tomó sintiendo la ansiedad recorriendo su cuerpo. Después de que el hombre de cabello platinado encendió el tabaco prosiguió a encender el de Yuri, quien dio una suave calada disfrutando del humo invadiendo su sistema respiratorio y liberándolo con una exhalación al igual que sus nervios previos.

—¿Días difíciles? —cuestionó el mayor aligerando el ambiente.

—Algo así —el ruso rubio tomó otra calada, en verdad había extrañado fumar— y... Bien, ¿aun hay lugar para mi?

El ronroneo que emitió el sub director le envió un escalofrío a sus partes bajas haciéndolo que se removiera en sillón.

—Yo me aseguré de que tu lugar fuese aquí —Viktor aflojó su corbata— ¿Trajiste el papeleo que te pedí?

Yuri sacó un folder tamaño oficio color aqua y lo coloco en la mesa de cristal que lo separaba de aquel hombre. Mientras Viktor hojeaba los documentos, Yuri se dedicó a terminar su cigarrillo y dejar la colilla en el cenícero.

—Por lo visto todo esta en orden —comentó el mayor metiendo el folder en una gaveta y sacando de esta misma una carpeta extendiéndola frente a Yuri con un bolígrafo — éste es tu contrato, leelo y me dices tus inquietudes.

Los ojos de Yuri se abrieron con sorpresa, la rapidez con la que Viktor elaboró el contrato sin siquiera tener su información privada que requería. La oferta de trabajo era mejor de lo que podría esperar, el sueldo era más de lo que pedía en su currículum, el puesto era una oportunidad que no podía rechazar, todo era perfecto.

—Mi única duda es —Yuri frunció el ceño— ¿cómo conseguiste mis datos personales?

La mirada maliciosa de su interlocutor se hizo presente.

—Christophe —le guiñó un azulino ojo—  ayer que me comentaste tu problema, conseguí todo con él.

Terminó con una sonrisa satisfecha quitándose la corbata y desabrochando los primeros tres botones de su fina camisa.

—Entonces... ¿Aceptas?

Y entones sin más dudas, Yuri Plisetsky firmó el contrato y una sonrisa en forma de corazón se formó en Viktor Nikiforov.

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