🐯3. Révéler 🐯

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Capítulo 3. Revelación

Tener el dinero en sus manos, sintiendo el papel nuevo con sus yemas y la textura de aquellas lineas impresas era satisfactorio. Maldita sea, se sentía como un riquillo, de esos que abundaban en su salón.
Salió del cajero no sin antes contar y guardar muy bien el efectivo.

El fin de semana había llegado muy pronto y se sentía con bastante energía a pesar de que el trabajo era algo ajetreado. Viktor lo aligeraba lo más que podía, alegando que era nuevo y no le iba a soltar toda una organización y cifras en apenas días, y Yuri estaba agradecido con ello sabiendo, aun así, que debía de dar todo de sí mismo. Quería que Nikiforov viera su valía.

Así que con un gran optimismo emprendió el viaje de regreso al departamento compartido, tal vez se darían la oportunidad de cenar comida chatarra y jugar videojuegos o salir a tomar unos tragos. Ahora que tenia dinero tal vez les invitaría un par de rondas a sus amigos, ¿por qué no? Tal vez mañana vaya al centro comercial a comprar ropa nueva.

No se apresuró a llegar al departamento, todo lo contrario, se tomó el tiempo suficiente para admirar las calles que mantenían la decoración de época colonial de estilo barroco. Todo lo contrario a Rusia, allá era mas llamativas las basílicas, la forma de comunicarse y como vestirse. Mentiría si dijera que no extraña su país pero el cambio siempre es bueno, debía aprender a adaptarse a cualquier situación, ideología e idioma. ¿Y qué mejor que hacerlo en un continente totalmente contrario al Europeo?

Viktor, en esos días, le había enseñado a apreciar la nimiedades, a ver con amor un lugar y respetarlo. Viktor en esos pocos días le mostró porqué la carrera que había elegido era la correcta, le enseñó que nadie apreciaría la historia, gastronomía, idioma, religión y arte de una ciudad como lo hacía un turistólogo.

Viktor lo hacía ver todo desde una nueva perspectiva.

Además de que el estúpido era demasiado atractivo.

Con su traje negro que resaltaba su estrecha cintura y lo ancho de su espalda. Había ocasiones en las que Viktor utilizaba ropa extravagante, como aquella camisa traslúcida de flores violetas bordadas, que lo hacían apreciar los bien formados músculos, y ese cuello que exigía ser marcado con chupetones y mordidas. ¡Maldita sea! Debía apresurarse a llegar a casa si no quería andar caminando con una erección en la calle.

✴✴✴✴✴

La llegada al departamento no fue tan incómoda como lo que ocurrió cuando dio un paso dentro del lugar. Solo pudo mirar con hastío a sus idiotas compañeros, así que mejor hizo un cambio de planes el cual era él, su cama y comida.

—Yura ¿podrías ayudarnos?

Maldición.

—¿Qué quieren?

—¡gatito! —el estúpido tuvo que hablar.

—¿Por qué? —les dijo a Seung y Otabek- ¿por qué él? ¿Por qué si mi día iba increíble lo invitan a él?

Otabek sonrió y eso fue muestra de traición mientras tanto, Jean observaba con gesto extraño el platillo que tenía enfrente.

—Chicos —preguntó Jean señalando con un tenedor la langosta que tenía frente a él— seguros que eso no me pinchará con sus pinzas.

Los tres chicos frente a él rodaron los ojos.

—En ese caso —dijo Seung en tono monótono— sería mejor que estuviera viva.

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⏰ Última actualización: Oct 05, 2017 ⏰

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