La"Ultima Vida"

Capítulo 8

Charlotte estaba en la entrada de la discoteca esperando a Kevin mientras contemplaba como los adolescentes pasaban a su alrededor, chicas con escotes que marcaban sus pechos y los labios pintados de un rojo intenso y negro oscuro, llevaban unas faldas que dejaban ver todas sus caderas o con unos pantalones que marcaban sus nalgas.

-Charlotte estoy aquí.- Kevin iba con una cazadora negra y unos vaqueros que iba a juego con la cazadora.- Te ves muy guapa Charlotte.- Le dio un corto beso y se dirigieron al interior.

-Kevin tenemos que buscar al camello, si lo encuentras me avisas y llamamos a la policía y terminamos con esto.

-Charlotter supongamos que lo cogen y que se lo llevan ¿que pruebas tendrás? Si lo más probable es que tire las pastillas que lleva.

-Haber Kevin tuve anorexia y sufrí bullying ¿Crees que no he pensado en eso?-Sacó un bote de pastillas y las volvió a guardar.- Son de mi madre, cuando se lo vayan a llevar le decimos a los agentes que se las hemos comprado para tener pruebas.

-Charlotte  a veces me das miedo sabes...

-Venga tu busca por aquí  que yo busco por los baños.

Se dieron un beso y cada uno cogió para un lugar distinto. Al cabo de un rato ninguno sabía nada del otro y Charlotte se empezaba a preocupar por las chicas que había por allí cuando algo le hizo volver al mundo real.

-Te dije que no quiero... Jack respeta mi decisión que solo tengo 15 años.

Charlotte observaba escondida como un joven seguramente mayor de edad toqueteaba los pechos de aquella chica.

-Ahh...Jack...pa...para por favor.- Jadeaba lentamente.

-Venga ya joder...sabes que llevamos dos años juntos y me tienes seco... Venga... Además gracias a esta pastilla estaremos muy activos.

Charlotte resbaló del váter y salio hacia los dos.

-Buenas...yo es que estaba buscando una pastilla y pues cuando me iba a ir he escuchado que tenias una y te quería preguntar donde podría conseguir una...

-Tu que coño hacías escuchando...no digas nada de lo que has escuchado o a acabaras muy mal.- El chico parecía nervioso pero capaz de hacer lo que sea con tal de que no contara nada de lo que había visto

-Mira hay un camello fuera que vende pastillas esta en la barra donde sirven bebidas con unas gafas de sol y unas pintas muy raras pero no digas nada por favor.- le digo la chica que parecía que estaba enamorada de aquel chico.

Salió del cuarto de baño y vio a varias chivas alrededor de Kevin. Charlotte se acercó y le besó con lengua descaradamente.

-Vamos cariño que tengo ganas de hacer cosas les guiño el ojo a las chicas y se lo llevo de las manos.

-Perdona Charlotte pero es que no me dejaban tranquilo.

-Lo sé pero ya encontré al camello y tienes que llamar a la policía mientras le vigilo... Esto es muy importante cuando llames vigila la puerta trasera y yo la delantera. Acabemos con esto que quiero irme a casa de una vez.

Paso media hora y todavía esperaban a la policía mientras vigilaban al camello que baila tranquilamente, cuando paso lo esperado...

-¡POLICÍA ESTO ES UNA REDADA, QUE NADIE SE MUEVA!

Lo que ocurrió fue lo siguiente, adolescentes por todos lados corriendo mientras el camello se escabullía entre los adolescentes, pero Kevin lo cogió por detrás mientras aguantaba los puñetazos.

-¡SUELTAME CABRÓN!- Kevin le pegó un puñetazo y consiguió que se frenara un poco mientras llegaba la policía.

-Agentes este es el narcotraficante que llevan buscando meses.

Los agente lo esposaron y se lo llevaron.

~Al cabo de 1 un día ~

En el despacho de un agente que detuvo al camello llamó a Charlotte.

-¿Sí, quién es? -respondió Charlotte entre bostezos.

-Buenas... Doña Charlotte soy el agente al que le dio su número para que la avisara con lo que pasara y quería decirle que hemos interrogado al supuesto camello pero no es al que buscamos según nos informa solo era una tapadera para ayudar a su compañero a huir y...me temo que cogerá un vuelo hoy. Lo que quiere decir que el verdadero camello sigue suelto y si no lo cogemos hoy... Habremos fracasado y quería darle las gracias y decirle que haremos lo que podamos, Buenos días.-Colgó y dejó a Charlotte con el teléfono todavía en el oído y sin poder creer lo que acababa de oír.