-Te acompaño a tu casa
-no, gracias, es peligroso si te regresas sola
-ok
Me dispuse a ir hacia mi casa, pedí un taxi y di mi dirección. Llegue a mi casa, pague el taxi.
Incluso fuera de la casa se escucharon gritos, simplemente una de las miles de discusiones de parejas que ya no se soportan. Tome aire y abrí la puerta, entre. Ambos se callaron al verme entrar
-¿como te fue?- pregunto mamá
-bien-
-¿te fue bien en la escuela?- pregunto papá
-si, si me disculpan tengo que terminar el trabajo- mentí, mis padres solo callaron mientras subía las escaleras- ha y no griten mucho, interrumpen a los vecinos
Llegue mi cuarto y me tire llorando a la cama, lo ultimo que escuche fue la puerta cerrarse de a golpe mientras alguien salía, no le di importancia, seguí con mi lectura. Al poco tiempo quede profundamente dormida.
-holi.
-hola Luna.
-¿como te fue ayer?
-igual, como siempre
-¿otra vez discutieron?
-si
-me compadezco de ti
-no te preocupes y bien que hiciste después de que me fui
Continuamos hablando hasta que comenzarón las clases.
-¡por fin!
Sonó una voz de satisfacción al igual que el timbre de salida
-señorita aun no me e ido- contesto la maestra, todos rieron
-los siento
- pueden salir, no olviden su tarea.
Luna y yo salíamos, caminamos un par de pasillos y nos encontramos a un chico alto castaño.
-Hola Terry- saludamos Luna y yo
-Hola chicas, ¿van al centro comercial?
-tal vez -respondió Luna con un tono interesante
-ok, vamos los tres
-lo siento chicos, tengo que ir a casa temprano, talvez a la próxima si pueda ir con ustedes
-Ely ven , será divertido- trato de convencer la rubia platinada
-lo siento ayer fui y hoy tengo que terminar algo, pero prometo ir a la próxima- dije animada
-lo prometes
-lo prometo
Así la rubia se fue con el castaño y yo me dirigí a casa .
Al llegar mis padres estaban juntos y sorprendentemente tranquilos habalndo civilizadamente como personas.
-Hola mi niña, que bueno que llegas, como te fue en la escuela- hablo mi madre
-bien- dije algo confundida
-que bueno, ya que llegaste, porque no empezamos a comer, cambiate y horita bajas, aquí te esperamos tu madre y yo.
Asentí con la cabeza y sin más que decir me dispuse a mi abitacion aún sorpredida y a la ves confudida, había pasado lo que a mi parecer una eternidad desde que la casa era tan tranquila con los dos en una misma abitación.
Bajé y comimos, mi madre había preparado una milanesa con arroz, papas y ensalada. Fue una comida tranquila, silenciosa y con cierta tensión en el ambiente, pero siquiera parecía que una noche antes habían peleado a gritos.
Al terminar ayude a mi padre a lavar los platos mietraas mi madre guardaba lo que había sobrado.
Al terminar todo, los tres nos sentamos en la sala, mi madre fue la primera en articular palabra
- hija tenemos que hablar contigo- dijo seriamente logrando mí atención. Mi padre tomó aire y final mente dijo
- tu madre y yo nos vamos a separar.
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estoy bien
FantasyElizabeth es una chica de de 17 años, ella siente que no pertenece a este mundo, sufre algunas veces de melancolía, e incluso piensa en el suicidio. pero junto a sus amigos y familiares descubrirá que su destino no es uno cualquiera, que podría vi...