Capítulo 27

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→ Narra ____

Desperté a causa de un dolor de espalda en si insoportable. En ese instante supe que no se trataba de mi colchón. Sin abrir los ojos me senté y los recuerdos empezaron a agobiarme; desde la entrada, hasta el barman que me sirvió el tequila. Intenté seguir recordando pero un leve mareo se ocupó de mi instantáneamente; sin pensar abrí los ojos y pude anhelar una habitación masculina.

Lo primero a lo que recurrió mi mente fue a haber tenido relaciones con un completo desconocido superficial; mi piel se erizó ante la idea. No,  yo no era así, ni sobria ni tan ebria como un borracho catador.

Llevé mis pies a la superficie y giré mi cabeza en torno a mi alrededor para encontrarme con fotos que no llegué a visualizar totalmente. Decepcionada ante mi visión me puse de pié y escuché unos pasos provenientes del que suponía era el primer piso, hasta que los pasos se hicieron más fuertes dejando ver a un castaño de ojos marrones. Ni más ni menos que Justin.

¿No había forma de mantenerme alejada de él? » me pregunté.

Lo miré con una mirada esperanzada por encontrar respuestas y logré que sus pasos aumentaran hacia mí.

Despertaste—me miró sonriente. Pero su sonrisa me dió miedo, ¿y si además de un mafioso era un violador serial capaz de desconcertarte? Descarté la idea. El lucía sin sueño, definitivamente le ha de haber costado dormir fuera de su superficie llena de resortes; es decir, su cama.

— Verdaderamente estoy ante la presencia de un genio —me burlé—
¿Serías tan amable de explicarme que hago acá?—concluí.

Sistemáticamente su sonrisa se desvaneció y me ofreció una mueca. Acá venia la parte que no quería escuchar.

—¿No lo recuerdas?—su sonrisa volvió a aparecer.

—Creo que si lo supiera no estaría preguntándote—bufé.

—Oh pues nada, lo casual—suspiró notoriamente—Sólo sexo.

Estaba a eso de tambalear, pero me detuve a pensarlo; soy bastante astuta cuando la resaca acude a mí.

—Imposible—sonreí.

En el momento en que creí que este sería el comienzo de una pelea; Justin se acercó a mi, formando un nudo en mi garganta.

—Es lo que más deseo—dijo mientras su aliento chocaba con mi lóbulo, hasta mi cuello—Pero mi trabajo no es violar a nadie–terminó dirigiéndose a la puerta sin darme oportunidad de reaccionar.

Me conocía más que nadie, yo misma. Siempre lo hice. De seguro mi cara era similar a una imagen de un desayuno de tocino y huevos fritos. ¿Por qué? Entre mis ojos como platos y mis labios en una línea invisible, de seguro me confundiría cualquiera con un almuerzo yankee. No lo culpaba si le había dado hambre.

Bajé las escaleras con la idea de buscarlo y seguir con mi inquisición.

—Todavía no respondes mi pregunta—dije entrando a la cocina donde se encontraba un muy buen aroma.

—¿Qué pregunta?—pude notar su sonrisa incluso de espaldas a mí.

¿Quería jugar? Entonces juguemos.

—¿Cómo llegué aquí?—dije posicionando mi mandíbula en su hombro izquierdo y llevando mi mano a su cintura—¿Por qué estoy aquí?—sonreí al sentirlo estremecerse ante mi agarre.

—Sería una buena recomendación que te alejes si no quieres perder tu virginidad aquí mismo—soltó una ronca carcajada.

¿Virgen? Oh vamos, ¿creía que estábamos en la trama de 22 y aún virgen? No señor.

—Por más que quisieras, la perdí hace unos años—respondí desapareciendo y ganándome un gruñido de su parte.

Olvídalo, Bieber.

→Narra Justin

Estúpido» pensé.

Cuando le mencionas a una chica la palabra 'virgen' te auto-conseguís una no grata entrada a su cama.

Mierda, el momento en el que se acercó a mi sentía que el corazón se salía de mi pecho y mis costillas amenazaban con explotar.

¿Qué me estás haciendo, ____?

(...)

Capítulo cortito. Esta noche voy a subir muchos porque no tengo clases mañana :3

Las quiero!

Hasta que la muerte nos separe (Justin Bieber y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora