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-Sabes, este vestido pica en todos lados, debí pensarlo antes- me muevo incomoda en el lugar

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-Sabes, este vestido pica en todos lados, debí pensarlo antes- me muevo incomoda en el lugar.

-Te dije que te pusieras el rojo- habla Gemma antes de dar un trago a su copa y mirar nuestro alrededor.

Nos encontrábamos en la fiesta de Vanity Fair después de los Oscars, acosando con la mirada a las celebridades que llenaban el lugar.

-Buenas noches a todos- levanto la vista para cruzar miradas con Shawn Mendes, quien se presentaría- Espero que la estén pasando excelente- habla al parecer nervioso.

La mayoría de la gente en el lugar ya estaba ebria, por lo que responde eufórica.

Gemma me toma del brazo y me arrastra cerca del escenario a pesar de mis quejas por los tacones.

Tenia que admitir que el show había sido excelente, ademas, tener a JLo bailando a mi derecha habia subido mi humor a los cielos.

Mi séptima copa de champagne estaba por la mitad y las luces me mareaban un poco pero me mantenía de pie firme junto a mi amiga.

-Hey- me giro para encontrar aquel moreno que hacia minutos estaba en el escenario.

-SHAWN- grita Gemma y se lanza sobre el mismo.

Rodea sus brazos en su cuello y le llena el rostro de besos, al parecer con un poco mas de copas que yo.

-Lucen preciosas- comenta y sonríe ampliamente para centrar su mirada en mi.

-¡Lo se! Des tómanos una foto- me lanza su teléfono y no se como me las ingenio para atraparlo y tomar una foto.

-Genial, ahora vengan a bailar ambos- tomo mi mano y la de Shawn para arrastrarnos a un grupo de gente bailando.

-Yo no bai...- la mano de Emma tapo la boca de Shawn cuando fue a quejarse.

Vacié mi copa de un trago y cuando me fui a alejar por otra el brazo de Mendes me retuvo.

-¿No crees que ya tomo demasiado?- su fresco aliento choca contra mi oído.

-Nah todavía habla bastante normal- me encojo de hombros- crees que me llenarían esta con cerveza- me muerdo el labio y choco una de mis largas uñas contra el cristal.

-Mierda- se toma el entrecejo y yo lo miro extraña para seguir camino.

Intente no tropezar con estos tacones extremadamente incómodos y este vestido que apenas me dejaba moverme. Casi exitosamente llego a la barra, cuando tropiezo con alguien y me echa su copa encima.

Paso mis manos torpemente por mi pecho mojado y al levantar la vista aquel moreno me mira con su ceja alzada y una sonrisa torcida.

-¿Necesitas ayuda?- señala mi mano aun en mi pecho.

-No realmente- sonrió falsamente y camino detrás de el para pedirme algo de beber.

-Lo lamento, fue una mala broma- se acomoda junto a mi en la barra- También lamento haberte echado mi copa encima

-Okay- respondo cortante.

-Difícil, esta bien- se encoje de hombros- me gusta- sonríe y no puedo estar maldiciendo mas a aquel bartender.

-Déjame presentarme, soy Michael- extiende su mano en mi dirección y la tomo por educación.

-Destiny- busco con la mirada a alguien que me pueda servir una maldita copa pero nadie parece percatarse de mi.

-Dejame ayudarte- dice para levantar la mano y automáticamente un joven uniformado se acercara.

Definitivamente debes ser famoso aquí.

-Una margarita para la señorita- me señala y el muchacho asiente.

-Ha sido un placer Destiny- me guiña el ojo y me abandona.

Abro mi boca sin saber exactamente lo que había pasado. Miro a mi alrededor buscando alguna cara familiar, y con eso solo quiero decir Emma, pero no la encuentro por ningún lado.

Maldigo internamente y me siento frente a aquella barra para intentar terminar mi noche tranquila hasta que aparezca mi ebria amiga.

Bueno quizás me haya equivocado en la parte de tranquila, el alcohol y yo no somos buena mezcla.

-Sweetheart, quiero algo de beber- apoyo mis codos en la barra y me hecho adelante para hablar con el camarero que parecía bastante divertido con mi situación.

-¿Que deseas sweetheart?- me mira con una ceja alzada mientras se burla de mi.

-¿Que me recomiendas?- pregunto con voz infantil.

Cuando estoy ebria mi voz se vuelve totalmente otra, dejándome siempre en evidencia.

-Sexo en la playa- dice y yo rio como si fuera lo mas gracioso. Oh dios alguien golpéeme.

Después de ese trago, todo es borroso. Solo recuerdo humillarme frente a demasiadas celebridades y unos hermosos ojos oscuros que parecían perseguirme.

Just a friend; MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora