Tango la música de la felicidad

17 2 0
                                    

Es la madrugada del 7 de Febrero son las 3:15 a.m. y aunque han paso ya diez años sigue despertándose a esa hora.
Se sienta sobresaltado en la cama con la respiración acelerada.

─Ty está todo bien... ¿Él está bien?─  le pregunta su esposa… Y sin pronunciar una palabra se incorpora para poder abrazarlo con fuerza.

─Si lo está... Está con chocolate... Están bien... Dice que nos ama...─ Le responde... luego de un largo silencio, le  cuenta lo que hablaron en su sueño.

─También lo amo... ¡Dios!- lágrimas recorriendo el rostro de Izzy -Sabes, yo lo imagino más pequeño que yo, pero tengo la certeza de que en realidad es un bello hombre alto como tú, con su mirada llena de alegría al saberse amado, seguro de sí mismo, con los momentos de rebeldía típico de su edad, pero muy protector con sus hermanos porque le gusta ser hermano mayor.─ En la última parte se rompe por un sollozo de Izzy.

Ty se gira para poder abrazarla, para darle refugio  y sostenerla…  porque el dolor de perder a un hijo nunca desaparece…  simplemente se hace más llevadero…  y ellos lo saben muy bien…  hacía ya diez años que perdieron al ratoncito.

Una semana después…

-Chicas llego el momento de despedirnos.... Pero recuerden que las esperamos como cada viernes─ Comenzó a despedirse Melina.

─¡Nununup no me quiero ir! Chicas cierto que nos quieren todo el tiempo en la radio hablando sobre nuestros asuntos. ─ Intervine Ariadna.

─¡Oh Dios Santo! Las vamos aburrir créanme─ Dice Pamela, aunque en su voz se escucha la risa.

─Qué más quisiera que quedarme con todas pero mi mini zoo me reclama─ Izzy no podía aunque quisiera ocultar la felicidad que había en su vida.

─¡Adiós las re queremos! ─ se despidieron al unisonó las chicas de “Ser como soy” un programa de radio que llevaba años en el aire y que es del gusto de las adolescente y las mujeres jóvenes y quizás de las ya no tan jóvenes.

No muy lejos de la estación de radio, en un aula de la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Jujuy se está impartiendo la última clase que está bajo la responsabilidad del Lic. Rodríguez.

─Bueno clase la próxima vez hablaremos de Kant una de mis filósofos favoritos. Así que hasta mañana─ Y con estas palabras despidió al reducido grupo de quince estudiantes que tomaban la clase de filosofía.

Tyler Rodríguez había emigrado a la bella Argentina hacía ya diez años por la mejor razón que podía existir, por amor a una extraordinaria mujer que no solo conquisto su corazón... Sino que también su alma y mente... Una maravillosa bruja que le mostro la magia de las segundas oportunidades... Una pequeña hada que lo conocía a la perfección, que con una solo mirada sabía cómo se sentía…  Una gran mujer que le ha obsequiado el mejor regalo del universo y no solo una vez, sino que dos veces. Por qué él amaba con locura a Carolina, su pequeña Caracolita de casi siete años, y su campeón Thomas de casi cuatro años, el Tortuguito, y juntos amaban a un ratoncito que tendría ya diez años.

Y ellos, su familia son el motor principal de su vida.

Pero esta noche es muy especial, celebrarían el día de San Valentín, aunque fuera una noche después. Esa mañana había hablado con María Rosa o Mami Ro, como él la llamaba de cariño, para que cuidara a los pequeños esa noche, ya que deseaba intimidad.

Así que se apresuró por salir del edificio y llegar a su auto, encendió la radio aun sabiendo que ya había terminado el programa en el cual ella trabajaba. En pocos minutos llegó a la puerta principal de la radioemisora, estacionando el auto un momento para esperar que ella saliera.

Ilusiones a la distanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora