Capítulo 1

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Con un paso firme, pero con una mirada baja fue como entró Eleanor Calder, a los estudios de Modest! Management, tras recibir una llamada del dueño de la misma empresa.

No había que ser científico, ni siquiera había que ser demasiado inteligente para saber porqué se dirigía a la oficina de Richard, estaba ahí para ser contratada, para ser un muñeco, estaba ahí para venderse.

Ignorando a la señorita de la recepción que le gritó que se detuviera, se dirigió a los ascensores. Presionó el último piso. Respiró hondo, quería relajarse.

Respira, respira. Estás bien. Te ves perfecta, sólo te contratarán, no es ninguna cosa que no hayas hecho.

Las puertas se abrieron y ella bajó.
Se irguió, verificó que su blusa estuviera bien y caminó hacia la gran oficina.

—El señor Richard está con alguien en éste momento—habló la secretaria que se encontraba fuera de la oficina, comenzó a buscar en la agenda—la podría atender mañana, tal vez, ¿le doy una cita ó...?

Calder negó con la cabeza—No, no. Voy a pasar ahora.

—Ya le dije que él está con alguien en éste momento y...—no la escuchó y simplemente entró por la gran puerta de madera. La secretaria la siguió inmediatamente.

—¡Eleanor, es un gusto tenerte aquí!— dijo Richard con fingida alegría, vio tras Ele y su secretaria se encontraba ahí—. No te preocupes, April. Yo me encargo de ella—la secretaria asintió frenéticamente, y salió de la oficina.

Eleanor, recorrió el lugar con la mirada, y todo el valor que había juntado se fue cuando los vio, ahí estaban, sentados en las sillas, dándole la espalda. Harry Styles y Louis Tomlinson. Ambos voltearon a verla al mismo tiempo, con la misma expresión de asco, tenían la sincronía de unos amigos de toda la vida.
Ella intentó sonreír con amabilidad hacia ellos, Louis rodó sus orbes azules, Harry simplemente volvió a voltearse, dándole la espalda de nuevo.

—Chicos, no sean mal educados. Saluden a Ele—ninguno de ellos emitió ningún sonido—. Bueno. siéntate Eleanor—la delgada chica tomó asiento, en el único disponible. Al lado de Harry, él le dedicó una mirada, y se le ocurrió algo.

—¡Hola, Ele! Hace mucho no te veía, de echo, hace mucho nadie te ve—dijo el rizado y le dedicó una sonrisa extremadamente fingida.

—Sí, uhm, hola Harry—murmuró incómoda.

—Me imagino que ya sabes lo que haces aquí, ¿te venderás de nuevo?—ella no pudo contestar—oh, claro que lo harás. ¿Quién es la mejor ramera? ¿Quién es? ¡Sí, tú!—dijo imitando el tono de un padre jugando a taparse los ojos con su bebé.

Harry sabía que Modest! Era quien le arrebataba la felicidad, no ella. Sin embargo, Eleanor de prestaba a esos juegos sucios a cambio de una cifra de dinero. Eso le causaba asco.

—Hazz, no eres así. Relájate—le susurró Louis a Harry.

—Me estoy hartando.

—Tranquilo. Sólo aguanta.

—Ya, ya. Muy conmovedor. Ahora veamos el contrato, ¿ok?

El hombre, se sentó en la silla al otro lado del escritorio, prendió su enorme computadora y buscó un archivo.
Era simple, ya tenía los contratos hechos, sólo tenía que cambiar el nombre de la modelo y la fecha.
Lo hizo con facilidad, y con destreza, a pesar de que eran alrededor de 13 páginas de contrato. Lo mandó a imprimir.
Todas las hojas salieron con facilidad, las tomó, teniendo el futuro de un amor en sus manos.

—Tendría que estar un abogado aquí, pero da igual—le aventó el contrato a Eleanor. Ella lo tomó.

Lo mismo. Era lo mismo que el de hacía dos años, el mismo que había firmado en 2017.
Las mismas palabras. Las mismas condiciones y restricciones.

Antes de la luz || L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora