Rapto

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Habían pasado tres meses desde que había llegado a la casa de mis primos, su madre había muerto en el bombardeo y su padre se había perdido en la guerra, estaban casi igual que yo, solos y penosos, desahuciados de amor . Mi espíritu estaba casi tan muerto como los cadáveres que aún nadaban río abajo. El sentimiento de lucha fue creciendo conmigo en los últimos meses, Alik me enseñó a pelear y a disparar. Siempre había sido una chica poco femenina y nunca le tuve asco a nada, era buena para el trabajo sucio y para ejecutar tareas bajo presión. Mi mente jamás paraba de pensar en cómo matar a los pocos soldados que rondaban aún por esta parte de la isla. Habían rumores de secuestros, algunos sobrevivientes no habían sido vistos hace días y según algunos testigos los militares Estianos los estaban trasladando al otro lado de la isla. Eso sí eran solo rumores, en cualquier caso ya me había preparado para lo peor. Había hablado con Irina y Alik sobre escapar a los bosques para encontrar la salida oficial de la isla. Ellos no tocaban el tema demasiado, pero sabían que era nuestra única oportunidad. Había pasado más tiempo con Alik de lo que me hubiera gustado, es un buen chico pero sus emociones sobrepasan su cordura y respeto. Había tratado de besarme ya cinco veces, se desviaba del verdadero objetivo además de no tomar en cuenta el hecho de que éramos primos en primer caso. La quinta vez lo golpee con una roca sobre la ceja tal y como el me enseñó  pero en vez de enojarse conmigo parece que lo atraía más.

Necesitamos un bote - le dije a Alik mientras alimentaba a los cerdos con los restos de la cena.

Necesitas calmarte - me dijo sin mirarme a los ojos - ni siquiera sabemos para donde navegar ni cómo navegar,ni  que tan lejos está de nosotros el famoso continente.

Lo averiguaré - le dije mirándolo directo a los ojos.

 Admito que todo últimamente me está asustando, desde la ropa que Irina me presta para usar hasta los relámpagos de las inusuales pero constantes tormentas. Y sentía que la idea de no poder escapar de esta isla y morir en manos de los mismos que hicieron cenizas mi hogar, me aterrorizaba hasta el punto de no querer mencionarlo.

Había ayudado a mi hogareña prima en las tareas del búnker las últimas semanas, habían llegado más sobrevivientes  e incluso un desertor. Era un hombre de mediana edad quizás en sus cuarenta o menos, aseguraba venir del este, tenía los ojos azules y cabellos negros con algunas canas en sus patillas. Nos habló de la riqueza del Este de sus grandes casonas y la tecnología de punta. Contaba que ya habían algunos autos que no necesitaban ruedas, además de que los jóvenes tenían a disposición todo tipo de educación alrededor del mundo. Le pregunté cómo era el continente y me dijo que existían muchos países,personas y lenguajes, estaba extasiada de la idea de que pudiera ser cierto. Sentí que toda mi vida había vivido en una burbuja y que la verdadera vida estaba esperando por mi. Además de pensar que mi padre si pudiera vivir en uno de esos hermosos y distintivos países. Trate de exprimir lo más posible el conocimiento del desertor y explicaba que la vida en el Este se estaba poniendo tediosa. Muchas personas habían optado un estilo de vida sobrenatural tanto así de solo vivir de la tecnología, tanto como otras volvieron a nuestros antepasados y volvieron a comprar esclavos desvalorizando la vida humana.
Todas las noches me dormía pensando en el continente y en la hermosa vida que me esperaba y en anhelo de poder vivir sin miedo, además de olvidarme de todo el dolor que esta isla me había causado y dejarlo todo atrás.

Fedora...Fedora!! - Irina me daba pequeños golpes en mis mejillas. Era de mañana, aún estaba oscuro y el frío era insoportable.

¿Qué pasa ? - conteste aún dormitando

Necesito tu ayuda - me dijo suavemente, me llevó hasta el pequeño establo a unos metros de la casa y me llevó hasta donde estaba su oveja Sofy dando a luz un hermoso cordero. 

With sea waterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora