Negación

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Odiaba la lluvia, el temporal no daba tregua y según Patsy seguiría lloviendo los próximos días, era un aguacero sin remedio. Por supuesto nuestras actividades no se suspendían con algo tan insignificante como la lluvia. 

Yo era la más afectada ya que entre Alba, Sabrina y yo. Mis actividades eran todas en el patio. No podía protestar contra ello. Y no lo había pensado tampoco, los últimos días no me había metido en ningún lío, ya que Nico estuvo saliendo temprano por la mañana y volvía tarde por la noche. Me resultaba vergonzoso verle la cara después de que me haya confesado que él pensaba que yo era hermosa. Me sentí en las nubes, esa noche llegué a mi habitación riendo como una estúpida. Jamás me había comportado así por un chico, había tenido un novio a los quince, pero él era demasiado bueno conmigo. No funciono. Creo que jamás me gustaron las cosas demasiado fáciles. Es por eso que después jamás acepte que nadie me llevara a cenar, o que me regalara flores, me había hecho una coraza contra la curcileria, que era imposible de romper. Hasta cuándo Nico me dijo que era hermosa, ni siquiera puedo recordarlo sin ruborizarme. E

En ese momento había olvidado que sus padres me habían comprado para limpiar toda su basura, porqué para ellos no valgo nada y caía a la realidad otra vez como si cortaran mis alas después de tocar las nubes, en la mínima ilusión de que el pensara cosas buenas de mi, e incluso hasta la imposible pero creativa suposición de mi mente de que yo le gustará. Pero todo eso se veía nublado por mi horrible realidad.

La lluvia no cesaba, y mis labores tampoco, ya había terminado el porche y el sauna, la piscina era imposible de limpiar, es por eso que la la señora Cortéz me dio otras tareas, me ordeno a que ayudará al encargando a cambiar las bombillas de las grandes faroles del estacionamiento, los cuales se habían llenado de agua y les faltaba mantenimiento y tenían que estar por supuesto funcionando para esta noche. Ya que según lo que me comunico habría una pequeña reunión de algunos amigos de la familia y todo tenía que estar en óptimas condiciones.  Ya en la mañana habían llegado bandejas de canapés y otros manjares raros, los cuales no era digna de probar. 

La lluvia había cesado un poco y caía una que otra gota. Esperaba en el estacionamiento que llegara el encargado.

-- Chikara, ¿ verdad ? - se acercó a mí el hombre de piel morena y ojos turquesa el cual había sido el compañero de Sabrina de camino acá.  

--Si, soy yo - dije estrechando su mano, tenía unos ojos preciosos que hacían un bello contraste con su tono de piel, era un hombre muy atractivo, pero quizás unos cuentos años mayor que yo.

--Tu nombre es muy famoso por aquí - me explico mientras me conducía a su pequeño carrito de golf, en dónde traía sus herramientas de trabajo.

--Eso parece - le dije sonriendo

--Soy Luke - estudio su mano mientras con la otra cargaba una escalera, la estreche.

--¿ De qué parte de la Oeste eres ? - le pregunté mientras lo ayudaba a descargar las cosas.

--De Mistal - me explico

--Yo también - casi di un grito de alegría, era mi misma provincia, pero jamás lo había visto. Pensé de inmediato que parecía un buen aliado para escapar -  ¿Cómo que nunca te vi antes ?

--Bueno, era un hombre muy ocupado - comenzó a explicar mientras se subía a la escalera para examinar los grandes faroles, todo mientras la lluvia había cesado. - Trabajaba todo el día, era dueño de la lechería de la novena con la cuarta, antes de que, bueno, todo se acabará.

--Si, si había ido esa lecheria un par de veces - decía con emoción, hablar con una persona que provenía del mismo lugar que tú, casi te hace sentir como en casa. Me sentí feliz de poder tener la posibilidad de hablar con el.

With sea waterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora