ukiyo ; m.s

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— Lo siento, hyung.

Murmuró el menor dejando un beso en la frente de Jackson mientras salía de la habitación donde ensayaban sus coreografías las cuales impactaban a sus fanáticos dejando al chino en un estado de sorpresa.

Su relación con Kunpimook conocido como BamBam había terminado, así, de manera rápida y sin él saberlo, sin haber notado los pequeños momentos que se reducían de a poco con el tiempo; un golpe fuerte a la pared sonó después de un pequeño anillo el cual había comprado a su pareja como celebración de su debut y como promesa que a pesar del tiempo siempre tendría algún espacio para él había caído al suelo.

Dejándose caer sobre la pared hizo algo que no hacía desde algún tiempo, llorar. Lagrimas gruesas escapaban de sus parpados mientras colocaba sus manos en puño en sus ojos para intentar detenerlas; ¡él era un maldito hombre!

Como vocecillas de regaño en su mente se reprodujo las muchas veces que su padre le reprendió por llorar, las muchas veces que el mayor le dijo que era un hombre y como tal debería comportarse como uno, pero ¿qué hacía con el dolor en su corazón? ¿lo ignoraba? Nadie nunca lo preparó para sentir como su pecho se hundía; como poco a poco el dolor le consumía y es que a pesar de todo jamás le desearía aquel dolor a su pequeño; porque BamBam siempre sería su pequeño.

— Jackson, ¿estás bien?

Sus parpados se movieron de manera lenta y suave abriéndose levemente para adaptarse a la luz blanca de la sala de prácticas sintiendo al instante un tirón doloroso recorrer su columna vertebral por la posición en la que había dormido recientemente, un siseo escapó de sus labios alzando su mirada enfocando al americano.

¿Qué hacía Mark allí?

Y es que él nunca había sido tan cercano al mayor; a pesar de que este intentaba con todas sus fuerzas acercarse a él yendo contra su personalidad levemente retraída, sin embargo, Jackson solo le buscaba cuando necesitaba palabras reales, cuando necesitaba que alguien lo atara de nuevo a la tierra; cuando necesitaba sensatez en su vida, porque aparte de JinYoung; Mark era la voz de la calma y la paciencia en el grupo; su aura denotaba confianza, seguridad y sobre todo algo que Jackson necesitaba. Estabilidad.

Suspiró suavemente cuando las manos suaves de su mayor tomaron su rostro sujetándolo mirándolo directamente a sus ojos; observó como los pequeños orbes de su compañero mantenían aquel brillo de preocupación que se intensificaba a medida que Jackson no emitía palabras contrarrestando el tono calmo y suave que había utilizado para preguntar sobre su bienestar. Sonrío porque como una vez su madre dijo, siempre había alguien por ahí que estaba allí para curar las heridas del corazón, sonrío porque Mark le miraba como BamBam nunca le miró. Con cariño, con preocupación de la cual solo un amante puede sentir hacía el que se consideraba el amor de su vida. —Estoy bien... ahora lo estoy.

Cerró sus ojos sin notar que ahora Mark también sonreía e ignorando que el suave brillo de sus ojos cambió por uno más intenso; por uno más dulce, más cálido; más seguro. Jackson movió suavemente su cabeza hacía el contacto más cálido de las manos de Mark las cuales ahora temblaban con suavidad mientras se acercaba suavemente al rostro de su menor.

— Déjame amarte, Jackson; por favor...

Susurró soltando un suspiro cerca de los labios del chino rozando su nariz con este dejando a la vista sus blanquecinos dientes cuando sintió aquel movimiento de cabeza que iba de arriba hacía abajo frunciendo su ceño en el momento en un dolor llegó a su extremidad.

— Ay, ¿por qué me golpeas?

Exclamó el chino cuando sintió aquel golpe en su brazo de parte de JaeBum quien le fulminaba con la mirada mientras los demás del grupo mantenían una sonrisa divertida en él rostro, giró el rostro mirando esta vez a Mark quien le miraba con aquel ligero brillo de preocupación igual al de hace dos años.

— Estamos esperando tu respuesta, puppy.

Se burló YuGyeom haciendo que el nombrado le mirara con cara de confusión.

— ¿Podrían repetirme la pregunta?

Murmuró rascando un poco su cabeza debido a la vergüenza y gracias también a la mirada intensa de miles de fanáticas preocupadas por el distraído.

— ¿Cuáles han sido tus momentos favoritos junto a nosotros?

Repitió el líder haciéndolo sonreír comenzando a contar historias y entre ellas su recuerdo más preciado, omitiendo ciertas partes y cambiando ciertos escenarios haciendo reír a los miembros y recibiendo ciertos golpes por parte del mayor de todos; pero sin dudas era el momento más recordable de su vida. Ese, en que le permitió a Mark amarlo. 

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Es un shot adaptado de uno que realicé anteriormente; originalmente es nyongtory pero decidí adaptarle al Markson. Alguna duda intentaré resolverla.