¡ Que magnificencia de trabajo! Ayudar , ayudar hoy y siempre ayudaremos a olvidar, pastillas garabes de colores y diferentes sabores. Hay que saber usarlos pues no son iguales los amores. Ayudar, ayudar hoy y siempre ayudaremos a oooolvidaaaaar...
En la pequeña farmacia resonaba esta melodía, la cual se vio interrumpida por un chico cabisbaja con enormes ojeras en estado zombie. Hacia un riudo al caminar y no era de extrañarse para el farmaceutico, pues sabia que las tuercas de aquel joven no estan mal ensambladas, sino que estaban nada más y nada menos que rotas.
-¡Bienvenido a la Farmacia Oooolvidooooo! ¿Que deciais, pastillas, analgesicos? A ver, a ver, a ver ¿ que os paso? Contaosme para poder dictar vuestro diagnostico- dijo el viejo doctor poniendose sus gafas para mirar al joven.
-¡Dios mío!, teneís unas ojeras, pero mirad teneís los ojos hinchados. A ver tu olor madre santa debes darte un baño hueles a zorrillo muerto. Quedate quieto, voy a revisar tu corazón.
A ver ese corazón que tal su baile, su ritmo, su melodia-
Se inclino hacia el joven para ponerle el artefacto con el cual escuchan los doctores un pequeño motor que no piensa pero que se rompe y siente.
- ¡Haaaa!, doctor si tan solo supiera,si tan solo pudiera sentir un tercio de mi dolor, estoy seguro de que me diera usted la razón. Quiero olvidar a aquella que hizo que de un árbol seco naciera la primavera, a aquella que con sus versos me besaba los labios. Doctor me duele el corazón, el aire que respiro es tan vacío. Sabe he llorado como un crío cuando esta perdido. Y cada vez que lloro siento ese vacío aquie dentro, muy dentro de mi. Doc quiero olvidar a esa mujer, a la que amo y odio también- dijo el joven soltando suspiros.
-Mmm , ya veo vuestro corazón no quiere latir, esta empecinado en averiarse. Creo que una tuerca esta obtruyendo una valvula- dijo poniendo las manos en los bolsillos de su bata.
-Doc, ¿ será que pueda olvidar a esa mujer que me enseño a amar-me - dijo taciturno.
-¿Cada cuanto piensas en ella?- dijo el doctor preparandose para anotar .
-Todo el día, siempre es inevitable, inconscientemente- dijo eufórico el joven.
-¿Cada cuanto la lloras? - dijo curioso. -Por las noches cuando miro la luna, Doc esa luna, son sus ojos esa luna y el trinar de los pájaros azemejan su dulce cantar. Su aroma es el más vivido candor de ensueños. Su aroma es como la primavera en pleno comienzo. Su cuerpo es ambrosía, sus labios, sus caricias, su piel. Toda ella es un deleite- dijo entre energíco y poetico.
-¿Porque si la amais, estais vos aqui llorando, mientras vuestra amada esta en otros brazos pidiendo caricias llenas de iluciones?- dijo un tanto melodramatico.
-Ella no me ama, me ha dicho adios. Piensa que soy un embustero, mentiroso y un bribón. Total no me importa, la odio. ¿ O tal vez no?. Hacedme olvidar, no veis acaso que respiro por respirar- dijo mientras unas gotas de color grisacéo le resbalaban por las mejillas.
-El caso es más grave de lo que imagine si no actuamos cuanto antes, me temo que tu corazón se convertirá en madera seca- dijo preocupado
-¿La conoceis tanto como para amarla como diceis?- dijo frunciendo el ceño y llevandose una mano a la barbilla.
El joven se levanto un poco mareado, se tambaleo un poco y dijo
- YO LA AMO- al pronunciar esto
la extraña figura se desplomo en el suelo.
" Dios santo, ahora fabricais corazones más fragíles, y los sentimientos son como parasitoides. Pero ese me temo no es el problema, el problema es tratar de olvidar un lapso de nuestras vidas ya se una ruptura amorosa, una perdida familiar, queremos olvidar todo. Sin darnos cuentas que esos momentos que marcan nuestras vidas son nuestro para siempre.
Una sonrisa, una frase, una tarde, un abrazo, cualquier momento que marca nuestra vida es nuestro para siempre. Hombres inhumanos e imbeciles, luego os lamentaran por no atesorar cada para siempre, los cuales se van convirtiendo con el tiempo en eternidades".
El doctor agarro en brazos a la extraña figura y la llevo a su cuarto. Ya sabría que hacer.
