Llegó la hora de la salida, así que nos fuimos a mi casa con Jeff, ninguno de los dos tenía una motocicleta y es por eso que ambos íbamos a todas partes caminando, asi que caminamos hasta casa, pasando por nuestro camino de siempre, que era el mas largo, ¿Porqué el más largo? Simplemente porque nos gustaba caminar y hablar, los dos hablábamos bastante, jugábamos y reíamos de todo, y siempre buscabamos caminos largos para poder hacer eso durante el camino, lo cierto es que llegamos a casa, saludamos a mi madre y entramos a mi cuarto, el se tiró a mi cama como de costumbre, mientras yo llaveaba la puerta y prendia la consola del play station 2 que tenía, mientras el sacaba su cigarrillo de su mochila, y lógicamente comenzó a fumar, a lo que mi teléfono comenzó a vibrar y lo revisé, era un número privado y no tuve otra opción que contestar la llamada para quitarme las dudas de saber quien era:
-¿Donde estas hijo de puta? (Carajo, era Jorge)
-¿Quién te dio mi número? ¿y que carajos quieres?
-Me enteré que sigues vivo después de lo de anoche, si quieres seguir respirando te quiero ver hoy en el baldío de siempre, resolvamos esto o te mataré a ti y a todos los que conoces, ¿escuchas lo que te estoy diciendo hijo de put..Antes de que termine su frase le corté la llamada, no sabía que hacer y me senté en el borde de mi cama apretandome la cabeza con ambas manos como si estuviera agarrando un balón, a lo que Jeff se me acercó para pasarme un cigarrillo (el cual rechazé) para preguntarme quien era, le conté lo que me dijo, y me respondió que vayamos juntos, que el no me dejaría solo pero le dije que no iría, que sería muy estúpido irme a un lugar vacío para encontrarme con un tipo que me odia con un arma en mano, pero le mentí. Yo sí tenía intenciones de encontrarme en un lugar vacío con un un tipo que me odia con un arma en mano, pero no porque tuviese intenciones suicidas, sino porque pensaba que podíamos resolver el problema que teníamos de alguna forma, tenía la mínima esperanza de que esto se resolvería allí, y no me importaba como, tenia ganas de acabar con eso. Asi que almorzamos en mi casa y volvimos al colegio.
Al llegar sólo tenia intenciones de ver a Sofía, pasé toda esa tarde del colegio buscandola por todas partes, le había escrito por facebook para preguntarle si podiamos vernos antes de que entre a clases a primera hora, me dijo que por ella estaría bien, pero al llegar el momento le escribía y escribía preguntándole donde estaba, jamás respondió, pero luego me llegó un mensaje suyo, pidiendome disculpas porque habia llegado tarde y que ya estaba en clases, y no tenia nada que hacer, esperé hasta el receso y tuve que contentarme con mirarla desde lejos, porque no tenía hagallas para acercarme, no se porque. Pase toda la tarde asi, contemplandola sólo desde lejos, hasta que llegó la salida y fui a casa con Jeff, llegamos entré y el se fue a su casa. Apenas llegué estaba abrumado por lo que me habia pasado, no se porque pero no tenia la valentía suficiente para acercarme a mi propa novia, era algo estupido, yo estaba siendo muy ridículo, me cambié y me tiré a la cama, pero recordé lo de mi reunión en el baldío, asi que me puse los calzados y fui, fui caminando despacio pensando en todo lo que habia pasado en estos dos dias, era todo muy increible, nisiquiera yo llegaba a creer y comprender todo lo que me estaba pasando, al llegar y mirar el valdio por todos lados, no pude evitar recordar unos años atrás, cuando venía con Jeff a jugar fútbol con Jorge, su hermano Ricardo, Robert y todos los que ahora tuviesen problemas con las drogas, mucho antes de que pudiesen pensar que por lo menos tocarian un cigarrillo, cuando eramos todos amigos e inocentes todavía y veniamos a jugar todos juntos como amigos de barrio, y a causa de este recuerdo, no pude evitar soltar un largo suspiro, es como si el estar con Sofía me estuviese abriendo los ojos, estaba viendo por primera vez lo mal que estábamos todos, todo lo que las drogas nos había hecho, cuando golpeé a Ricardo, el hermano menor de Jorge, yo estaba totalmente drogado y el vino buscando pelea, pero siempre jugando y bromeando, yo no estaba de humor y el lo tomaba muy en serio hasta que no aguanté y le pegue con un puño en la cara, a lo que el reaccionó agarrandome del cuello, mientras yo le propinaba ganchos bajos por sus costillas a lo que no aguantaba y me soltó para acariciar su estómago y el sector de sus costillas, pidiéndome y rogando que pare, pero jamás lo escuché, estaba demasiado furioso para hacerlo asi que seguí golpeandolo, lo heche al suelo y seguía propinandole patadas en el estómago, hasta que alguien me abrazó de hacia atrás y me empujo hasta separarme bien lejos de Ricardo, era Jeff, me estaba reclamando porqué hize eso, gritandome que estaba en problemas y se preguntaba qué haríamos para librarnos de esto, y si, recordaba como pasó todo y pensaba en lo diferente que hubiese sido si yo en ese momento no estaba drogado, o si jamás estuviese allí, que pasaría si yo sólo me quedaba en casa haciendo mis deberes del colegio, exacto, si hacía eso no estaría en un baldío esperando a un drogadicto armado.
Hasta que llegó doblando la esquina, estaciono su vehiculo y bajo con tres hombres que traía en el auto, eran Ricardo, Robert y un tercer desconocido al que jamás habia visto, un chico un poco alto, corpulento, con los musculos bien formados haciendose notar su estadía en los gimnasios, pero parecía sólo unos años mayor que yo, asi que no me causó preocupación alguna. Caminé hacia ellos y cuando estuvimos de frente, mucho antes de que los saludara el tercer desconocido ya estaba detrás de mi agarrandome los brazos, impidiendo que haga movimiento alguno, mientras Ricardo se acercaba con una risa atemorizante y caminando muy rápido, hasta que llegó y comenzó con un puño en mi cara, luego comenzó a darme los mismos ganchos en el abdomen y los costados, tal como yo habría hecho con el, me pego tan fuerte que tenia ganas de vomitar, queria llorar, queria desaparecer, quería morir, era inevitable ese dolor, tuvo que pegarme cuatro veces mas de lo que le habia pegado antes de que deje de hacerlo, nisiquiera el ver que mis labios desprendan sangre hizo que se detuviera, sólo el cansancio lo haría, hasta que paró y el desconocido me soltó y caí rendido, no podia levantarme, no podia moverme, se me acercó Jorge y me escupió en la cara, me acarició la cabeza estando en el suelo, luego de eso sonrió y me dijo que no vuelva a hacer lo mismo, que este problema ya habia acabado y que éramos amigos de vuelta.
Tuvo que pasar media hora para que por lo menos pueda pararme, estaba muy lastimado, pero ya me había librado de eso, que era lo unico que me preocupaba, además necesitaba como un castigo por todo lo que habia hecho mal, me di cuenta de que esa golpiza la necesitaba, me sentía menos culpable de todo, sentía que recibí lo que siempre habia merecido.
ESTÁS LEYENDO
La chica del medio.
Teen FictionDios nos ama tanto que nos manda ángeles para amarnos y cuidarnos mediante ellos, nosotros decidimos si aceptar ese amor o ignorarlo. En este caso yo lo ignoré sin darme cuenta, y hoy sufro esa condena que me arreglé para hacermelas a mi mismo. Esta...