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...No se lo que se siente al amar, no se lo que se siente al ser querida, ni siquiera estoy segura de poder sentir.

" La risa juguetona de los tres niños resonó por el gran salón de la casa del Alfa. Los niños intentaban cesar las carcajadas que brotaban de sus labios tapándose la boca, en un intento fallido.

-¡Jayden! - Gritó la chillona voz de una de las sirvientas- ¡Os he encontrado mocosos!

El susto de los hermanos Wood al ser pillados con las manos en la masa provocó una estruendosa risa de la señora Brown. Una anciana que enloquecía con cada travesura que el trío de hermanos hacía.

- Algún día me matareis del disgusto - se quejó la pobre mujer.

- Señora Brown, no sea exagerada, aun no hemos hecho nada - Se defendió la mayor de los hermanos, Jayden, con una voz angelical.

-¿Qué no habéis hecho nada! - Exclamó la señora Brown. - ¡Si habéis puesto la casa patas arriba, la cocina esta hecha un asco por vuestros inventos y para rematar la faena pintasteis una ala plateada en la puerta del Alfa!

La mujer no se podía creer las cosas que habían conseguido hacer en menos de una hora "Eran como un torbellino" pensó la señora Brown. Los hermanos solo habían acompañado a su padre a una de las numerosas juntas que tenía, pero como fruto del aburrimiento habían ocasionado varios disturbios en la casa.

- Pero, ¿Tienes pruebas vieja? - la pregunta impertinente de Elliot irritó aun más a la mujer que ya no contaba de mucha paciencia.

- Niño, como siempre mi palabra es lo único que vale, así que ya estáis empezando a recoger todo esto.

-Vieja amargada -El susurro de la pequeña Scarlett hizo fue casi inexistente, pero tuvo la suficiente fuerza para que su hermano la escuchase y a causa de eso hizo que una gran sonrisa se implantase en sus labios al saber que recibía el apoyo de su hermanita.

-¡Estoy harta! Llamaré al Alfa para que os castigue como es debido. - sentenció la señora Brown para darse la vuelta y marcharse.

-¡Correr! - gritó Jayden.

Los hermanos no tardaron en obedecer a su hermana mayor para luego seguirla en dirección al bosque.

-No puedo más - dijo una exhausta Scarlett mientras tomaba aire.

Habían corrido durante pocos minutos, pero la resistencia de la pequeña Wood era nefasta.

- Vamos o nos van a pillar - se quejó Elliot mientras cogía la mano de su hermanita. 

Para que no los atrapasen se habían metido en terrenos que no conocían, tampoco estaban seguros que pertenecían a la manada.

- Ir vosotros, ya os alcanzaré.

Jayden y Elliot dejaron de mirar a su alrededor para detener la vista en la menor de los Wood.

-Jamás dejamos a nadie atrás, no somos como ellos- Empezó a decir Elliot - Porque si tenemos que vender nuestras almas al diablo para protegerte lo haremos con consecuencias incluidas.

- Recuerda que juramos por nuestra sangre protegernos, no dudar de nuestra propia palabra y jamás anteponer nada antes que a nosotros. Porque somos familia, la misma sangre recorre por todos nosotros haciendo, forjando, un vinculo; mas no hicimos una promesa solo por eso sino nos juramos lealtad, compromiso , amor y sobre todo unión por una simple razón. - Prosiguió Jayden.

Rechazada por un idiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora