Eres demasiado bello como para estar serio sabiendo que con tu sonrisa alumbrarías hasta la más obscura vida.
Mi timidez me delata delante de ti, ¿cómo es que todavía no sabes que moriría por cada suspiro tuyo?
Por lo que sí moriría es por verte sonreír. Es una de las sensaciones más hermosas que he experimentado en toda mi vida. Ver que estás feliz me da mi propia felicidad.
Me abasteces mis necesidades con una sola mirada tuya, que me hace temblar y tener que rendirme a ti, no tengo opción, me cautivas. Cuando te acercas siento a mi corazón precipitarse hacia tí.
¿Acaso algún día desearé que unas manos que no sean las tuyas me rocen? ¿Podré superarte algún día? ¿Quiero verdaderamente superarte algún día? La respuesta es no, no quiero. Me niego. Quiero seguir viviendo así. Imaginando que estás conmigo y que me abrazas, que me tocas y que me besas. Imaginando momentos fantásticos junto a ti.
¿Por qué no me atrevo a hablarte? Necesito valor para relacionarme contigo. Temo a lo inalcanzable, y para mí tú lo eres.
Oh, Dios...¿qué haré cuando te vayas? Cuando no pueda volver a ver tus ojos, tus labios y tu hermosa sonrisa. Permíteme volar contigo, quiero ir donde tú estés. Y no abandonarte, nunca.
