Jamie & Jamie

4. Una nueva versión de mí

Abrí mis ojos gracias a los rayos mañaneros de sol que entraban por mi ventana, sonreí porque finalmente era sábado, sin embargo una molesta voz arruinó mi sábado por la mañana.

Kat –escuché su inconfundible voz desde el otro lado de la puerta -¿ya estás despierta?

No Jamie, sigo dormida –contesté con sarcasmo.

Ah, ok –dijo en tono resignado –vendré mas tarde -escuché sus descalsos pies dar contra el piso.

Estallo en risas.

¿a caso ese sujeto es estúpido?

Espera –gritó furioso volviendo y abriendo la puerta de mi habitación –me estabas gastando una broma.

Y te la has creído, pequeño bruto –me reí con fuerza sosteniendo mi estómago.

Oh tu... pequeña malvada –se lanzó a mi cama como un niño y comenzó a hacerme cosquillas, por un momento no me importó y me dejé llevar por su juego, pero pronto los dos volvimos a la realidad –lo siento, yo... -dijo apartándose de mi con las mejillas rojas cual tomates.

No te preocupes –contesté con la misma pena –yo... iré a desayunar, ¿vienes?

-¿Estás segura?

Claro –lo tomé de su mano –vivimos junto, actuemos como tal.

Bien –dijo siguiéndome mientras bajamos las escaleras –con respecto a lo que acaba de suceder.

Ni una palabra, Jamie –dije con voz dura dura –solo, olvídalo.

No puedo olvidarlo –dijo al pie de las escaleras –no si eres tú.

Mira, "niño bonito" –lo observé con mis fríos ojos, mi paciencia había llegado a su límite –no quiero ser grosera contigo ni mucho menos, pero lo que tú dices sentir por mi no creo que sea real, y si así fuera, yo no lo siento por ti ¿bien? Así que deja de hacerte ilusiones y busca otra cosa que hacer.

Una risa socarrona se asomó en su simétrico rostro –eso ya lo veremos.

Giré sobre mis talones y me dirigí  hacia la cocina dejando a Jamie solo en las escaleras.

Justo antes de entrar a la cocina mi teléfono comenzó a sonar, era mi mamá.

-¿hola?

-Hola linda ¿Cómo has amanecido hoy?

-De maravilla mamá –me puse incomoda al recordar el incidente con Jamie –y a ti como te fue en tu guardia ¿vendrás pronto?

-No linda, tengo una cirugía de emergencia y voy a tardar más de lo esperado ¿te molesta?

-No te preocupes, tómate todo el tiempo que necesites.

-Bien linda, salúdame a Jamie ¿sí? Te amo.

-Yo más Ma, hasta pronto.

Terminé la llamada.

Sentí los brazos de Jamie rodear mi cintura -¿con quién hablabas?

¿Qué diablos le sucede a este tipo?

¿Qué diablos te pasa? –Grité –suéltame.

Ya no se te puede hacer una broma, Kat –se rió –cuando éramos niños no te lo tomabas todo tan a pecho.

Ya no soy una niña –le reproché mientras intentando llegar al cereal que estaba en el estante de arriba –y deja de llamarme Katrina, hace mucho que dejé de llamarme así.