El club de los incomprendidos

Capítulo 3: Juego inocente

Cómo la señorita Morrel había dicho. Los chicos al pasar de los días comenzaron a llevarse mucho mejor.

Cooperaban con los juegos y actividades. Y trataban de no pelearse demasiado aunque aveces simplemente no podían evitarlo.

Kira entra a la biblioteca con sus libros bajo el brazo.

—¿Y la señorita Morrel?—pregunta tímidamente apoyando sus libros en su pecho. Malia que se encontraba sobre una mesa jugando con la famosa pelota de la psicóloga se le quedo viendo.

—Al parecer la estirada no tenía ganas de venir—Lydia golpeaba sus tenis en el piso con impaciencia.

—No puedo con esa tipa—dice antes de levantarse de su lugar y tomar su bolso—mejor me voy a entrenar, no puedo perder más tiempo.

Malia comienza a pasarse la pelota de una mano a otra.

—¿Justo ahora pelirroja?...

—Rubia fresa—corrige Stiles que leía uno de sus tantos cómics. Lydia lo mira de reojo.

—Lo que sea—responde Malia de mala manera—yo pensaba en que podíamos echarnos una partidita de baloncesto.

—¿Aquí?—pregunta Allison llegando junto a Isaac. Scott sintió su sangre hervir.

—Claro, el aburrimiento puede ponerme bastante creativa—miro a su alrededor—tenme esto chico—le lanza la pelota a Scott.

Camina hasta los basureros que se encontraban en el lugar y con ayuda de la mesa logra ponerlos a una buena distancia.

—¿Quién juega?—Lydia pasa su vista desde sus patines a la bola.

—Me encantaría... Pero no queda nada para el partido de hockey y necesito practicar porque o sino mí padre se molestara mucho.

Lydia recibe una constante presión por parte de su padre desde pequeña. Esa fue incluso la razón del divorcio de sus padres. Además de ser presionada para tener buenas calificaciones, tocar el chelo y jugar baloncesto recibe una gran parte de culpa.

—Yo me largo igual—responde Stiles—No se jugar... Lyds ¿puedo acompañarte?.

La rubia fresa que estaba tratando de acomodar todas sus cosas frena en seco.

—No tengo nada que hacer y...

—Me encantaría—responde interrumpiendo su excusa. Allison mira a su nueva amiga de manera pícara y esta se le golpea el brazo de forma disimulada.

—Bien, se fueron dos pero igual podemos jugar—deja dos basureros sobre los estantes.

Eran Scott y Malia contra Allison e Isaac, Kira decidió quedarse leyendo e incluso hizo de arbitra.

Mientras los chicos jugaban Stiles estaba en la tribuna viendo el partido de Hockey de Lydia. Tenía demasiada destreza jugando y apenas acabará el partido pensaba en mencionárselo.

El entrenador felicito al equipo de Lydia por el partido, mientras todas iban a cambiarse él se quedo ahí jugando con sus manos.

—Stiles, ¿vamos?—dice la rubia fresa al lado de él, Stiles se para de su lugar para quedarse viéndola.

No estaba vestida como siempre solía hacerlo, ni vestidos ni faldas. Un short corto que no se veía demasiado ya que el poleron ancho lo tapaba. No llevaba un gota de maquillaje y su cabello estaba adornado con una trenza discreta, le gustaba ver esa fachada de la chica.

—Lo hiciste muy bien—habla por primera vez en todo el camino. Lydia le sonríe.

—Gracias, pero no debes mentir lo he hecho fatal.