El club de los incomprendidos

Capítulo 1: El comienzo del club

El día había llegado. Los siete adolescentes tienen que quedarse al termino de sus clases durante todo el año

La mitad de ellos no se conocen y los que si, tienen historia

—¿porque dijiste que si papá?—dice Stiles más para si mismo que para su hermana que se encontraba de co-piloto

—quiere castigarnos por ser inadaptados—espeta Allison tomando su bolso y bajando del jeep

Stiles afirma sin intención de que su hermana lo escuche antes de bajar y presionar la alarma para adentrarse a la escuela con Allison a su lado. Pudo notar que en el estacionamiento se encontraban pocos automóviles entre ellos la motocicleta del jugador de Lacrosse Scott McCall

—¿lo notaste?—dice luego de haber abierto las puertas de entrada

—que el colegio es más agradable sin estudiantes, si lo noté—Stiles sonríe al igual que Allison. Él era la única persona con la que no era tan indiferente es como ella, un inadaptado pero al contrario de ella él quiere encajar

—no aunque si es cierto, me refería a que en el estacionamiento estaba la moto de Scott McCall—Allison se pone tensa con tan solo oír ese nombre—Alls ¿estás bien?

Asiente con los ojos cerrados

—aún no puedo creer que quieras ser amigo de un chico como Scott—le dice molesta acelerando el paso

—es el chico más popular Allison—menciona su hermano tratando de seguirle el paso

—y el más arrogante, engreído y sin mencionar que es caprichoso—enumera contando con sus dedos

—es curioso como dices que lo odias y que no soportas pero que sabes todo eso de él—Allison siente como su pared que protegía todo se comenzaba a mover casi dejándola expuesta, pero recobro la compostura volviendo a estar de manera rígida

—dicen que hay que saber acerca de tus enemigos—entra a la biblioteca, lugar dónde serán las reuniones

—¿quien dice eso?—pregunta con una mueca de confusión antes de entrar al lugar. Sólo hay cuatro chicos en el lugar

Uno más alejado que otro. En el momento en el que Allison paso frente a Scott este dejo de jugar con una pelota para fijarse de momento en la pelinegra. Usaba una musculosa blanca dejando a la vista sus marcados brazos al igual que el tatuaje que se encontraba en el

Allison trato con todas su fuerzas de no mirarle pero se le hizo inevitable

—que linda chaqueta—dice una chica sentándose a su lado, Allison se voltea a verla

—gracias—dijo de manera desinteresada. La sonrisa de la pelirroja era agradable—me gustan tus guantes

La pelirroja miro sus manos para luego ponerlas en su regazo de manera tímida

—me llamo Lydia. Lydia Martin—se presenta sonriendo

—soy Allison. Allison Argent

Ambas se quedaron en silencio por unos segundos. Pero no estaban incómodas Allison adora el silencio

—Ally—alzan sus cabezas para encontrarse con el chico de bellos ojos avellana—uy... Veo que ya tienes una amiga—le sonríe a Lydia

—no es mi amiga—dice Allison dejando su bolso a su lado

—¿enserio?—Allison la mira, Lydia se veía algo decepcionada—creí que... Bueno mejor voy a hablar con—miro a su alrededor—o mejor leeré ni ganas de hablar con Scotan

—¿Scotan?—preguntan ambos al unísono

—Scott patán. Es mi forma de acortarlo

Allison sonríe cabizbaja

—¿no te agrada Scott?—Lydia negó de un lado a otro

—para nada... No quiero hablar de eso—Stiles miro a Lydia y a Allison como si se tratase de un partido de tenis hasta que decidió agregar

—bien yo... Iré por allá—se levanta para luego salir corriendo

—es extraño—dice Lydia mirando en la dirección por dónde Stiles se fue

—es mi hermano—dice Allison de manera despreocupada

—uy... Lo lamento igual lo es de una manera—ladea su cabeza y entrecierra sus ojos—adorable

Allison sonríe para sus adentros

—¿porque tan seria?—le pregunta apoyando sus brazos en la mesa

—no hay motivos para sonreír querida Lydia—le dice la pelinegra jugando con una planta de plástico

—o vamos, siempre hay motivos para sonreír. Alguien podría enamorarse de tú sonrisa—Allison deja de jugar con la planta para voltearse a ver a la pelirroja y enarcar una ceja

—como por ejemplo—la puerta se abre dejando a la vista a un chico que vestía de negro de manera completa ocultando sus ojos bajo unas gafas de sol negras

—wow—dice Lydia sin quitar los ojos del chico. Este se sienta en la mesa de enfrente recargando sus brazos en la mesa para luego quitarse las gafas—te diría que él pero sería demasiado cliché

Allison no había escuchado ni media palabra estaba demasiado ocupada mirando los cabellos rizados del chico que se le asomaban por la nuca

Scott no estaba muy a gusto con la escena y la pelota que se encontraba siendo brutalmente apretada podía decírnoslo

—hey... Tú pelota—dice Stiles parándose al lado de Scott. Este al oír la voz del chico suelta el agarre de la pelota—¿estás bien?

—¿porque no debería de estarlo?—le contesta antes de mirarlo de arriba a abajo de una manera despectiva

Al terminar de hablar camino a la mesa donde se encontraba su chaqueta de cuero. Kira Yakimura que se encontraba sentada detrás de él elevo su rostro por unos segundos solamente para poder sentir el aroma del deportista

Stiles sonrió como un niño pequeño al notar que había hablado con Scott McCall pero decidió calmarse he ir a sentarse en otra mesa

Todos se encontraba lejos de los otros

La señorita Morrel llego al lugar con una sonrisa amigable

—usted extorsiono a nuestros padres para hacernos estar aquí—le dice Lydia parándose de su lugar para señalarle con el dedo indice. Stiles que había visto a Lydia como a una chica más se impresionó

—no extorsione a nadie Lydia—dice de manera tranquila. Lydia pone sus ojos en blanco dispuesta a sentarse pero Morrel la frena—espera. Ya que decidiste estar de pie quiero que me pases aquella pelota de Scott—el mencionado alzo su cabeza para encontrarse la mirada suplicante de Morrel. Le lanza la pelota a Lydia sin siquiera mirarle

La chica la agarra sin problema alguno y se acerca a Morrel para pasársela

—bien ahora... Hagan un círculo en el suelo. Comenzáremos con un juego