2 (Parte I)

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Despertó al día siguiente y se encontró sola. Virgenmente sola. Luego del largo discurso de Sasuke sobre las intenciones que tenía con ella, le dio un suave beso de buenas noches para desaparecer de allí. Él era bastante extraño.

¿Y si todo era una broma? ¿Y si solo le estaba viendo la cara de idiota? ¿Dónde estaban las cámaras ocultas? Ahora sí tendría con qué reírse de ella. Comenzó a ponerse roja de la cólera solo por imaginar las cosas que Sasuke diría de ella. Pero su ira se vio interrumpida cuando abrieron la puerta de su habitación.

  — Buen día preciosa

Suspiró — Hola papá

— ¿Te sientes bien? Estas roja ¿Tienes fiebre?

Sacudió un poco la cabeza —  No... Estoy bien

— Baja a desayunar, ya esta listo

— Enseguida

Cuando salió su padre de la habitación, se dejó caer nuevamente sobre el colchón de espaldas. La puerta se abría otra vez.

— Ya te dije que bajaba enseguida

— ¿A qué o qué?

Esa no era la voz de Fugaku. Esa voz la conocía muy bien. Aún era muy temprano para ser torturada.

Se levantó exaltada. 

— ¿Que haces aquí?

Se acercó a ella, mirándola fijamente, logrando ponerla nerviosa, mientras la arrinconaba contra una pared cercana.

— Vengo por mis "buenos días"

Esquivó el rostro — Buenos días —  dijo secamente 

La tomó de la barbilla para obligarla a mirarlo a los ojos. Esos profundos orbes azabache, llenos de deseo.

— Pensé que después de lo que hablamos anoche cambiarías tu actitud conmigo

— Y yo pensé que al menos pasarías la noche acá —  dijo con un sonrojo en sus mejillas

  — ¿Perdón? — sonrió de costado — ¿Estás molesta porque no dormí contigo?

— Se supone — lo empujó suavemente para caminar por su habitación — que si me dices todas esas cursiladas, lo mínimo es demostrarlo ¿no?  

Soltó una pequeña risa — Sakura ¿Que entendiste de todo lo que te dije anoche?

Lo miró confundida — Ya... ya no lo sé

  La tomó del brazo arrojándola sobre la cama y posicionándose sobre ella.

— Te deseo... Te deseo más de lo que te imaginas — se inclinó sobre su cuello y lo besó —  pero de manera sexual

Abrió sus enormes orbes jade de la impresión. Era un imbécil y seguiría siéndolo por siempre.  Volvió a empujarlo, ahora con mayor brusquedad para levantarse.

  — !Y que hay con eso de que buscarías empleo! ¿eh? ¿Que te aburriste de tu vida de mujeriego y vago? ¡¿Por qué mierda me dices que cambiarías por mí?!

Suspiró mientras se sentaba en la cama — Quiero hacerlo... Sakura... quiero ser lo suficiente bueno para ti, pero — se levantó para acercarse a ella —  mis deseos hacia ti son carnales — la tomó de la cintura —  quiero hacerte mía, y seguir haciéndolo cada día, quiero que seas de mi posesión,   quiero y necesito tu cuerpo, tus caricias— comenzó a subir sus manos — tus besos —  pasó sus dedos por los labios de Sakura, encendiéndola de pies a cabeza — quiero obtener mucho más de ti — dio un mordisco en su lóbulo para susurrarle —  ¿O a caso te dije o te insinué que estaba enamorado de ti?

La dejó helada. Tenía razón. Sí se le insinuó, si la encendió, pero jamás le dijo que tuviera sentimientos por ella. Avergonzada, lo empujó, otra vez, para salir de su habitación.

El azabache volvió a sentarse en la cama mientras sonreía.

  — Esto se está poniendo interesante

  

Por el placer de lo prohibidoWhere stories live. Discover now