Nació de la terrible unión de un Mensajero del mal y un ángel, y uno de ellos murió.
Para la mala suerte del mundo fue el mensajero quien lo crió.
Y ahora después de dieciocho años estamos a punto de presenciar la destrucción de lo que se conocía...
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El día siguiente Tom no le había podido dirigir la mirada sin sonrojarse por aquel acontecimiento pasado, y aunque al principio en realidad, después de casi una semana que lo ignoraba o apenas y lo miraba decidió que tenía que solucionar aquello.
No podía perder así de simple el contacto con el Renacido.
Para su mala suerte solo compartían varias clases de cual no le tocaba ninguna hoy y si no lo hacía hoy tendría que esperar hasta la siguiente semana y eso no era opción.
Agradeció a los siete infiernos cuando vio el pequeño caminar solo hasta el baño de hombres, era esta su oportunidad, los pasillos se encontraban prácticamente vacíos, todos ya debían de estar en sus clases correspondientes, la cual él se había saltado por obvias razones, odiaba con su vida geografía.
Espero unos segundos antes de entrar para que el pequeño no lo esperase, y lo encontró lavándose las manos, justo de espaldas a las puertas del baño donde el espejo reflejaba en todo su esplendor, Tom levantó el rostro encontrando su mirada miel con la azul enojada de Luke, bajó rápidamente el rostro y tomó rápidamente algunas servilletas para secarse e irse, pero antes de poder salir Luke lo acorralo contra el lavabo.
—Lu-Luke, tengo que irme —Habló posando sus manos en el pecho del mayor para tratar de separarlo, pero aun sin hacer contacto visual, con las mejillas tan rojas como dos manzanas maduras.
—No pequeño, has estado ignorándome toda la semana ¿Por qué? — Luke presionó un poco más su cuerpo contra el del menor, poniéndolo aún más nervioso.
—Y-yo...Lo que pasó esa vez en la biblioteca Luke, no fue normal, no puede volver a pasar —Luke, ya desesperado de que Tom no le dirigiese la mirada, tomó la barbilla del menor y lo obligó a verlo.
— ¿Así que estas avergonzado por un beso, pequeño Tommy? —Se burló el mayor y de verdad no creía que el rostro de Tom pudiese ponerse más rojo que ahora —Eso es una pena —En tono lastimero —Porque quiero volver a hacerlo
Luke presionó tanto sus cuerpos que sus narices rozaban y podían respirar el aliento del otro, Tom parecía no poder respirar, Luke rozó su nariz con al del otro, observando a este suspirar y cerrarlos ojos, él lo deseaba tanto como Luke.
Los labios de Tom se entreabrieron soltando otro jadeo, pudo sentir su sonrisa triunfante por sobre sus labios y sin más juegos Luke unió sus labios en un beso, Tom dejó de tomar su pecho y se aferró a los brazos del mayor, como si tuviese miedo de que se alejara, moviendo sus labios en sincronía, deliciosa, dulce y pecaminosa.
Esta vez pudo contar más de diez segundos antes de que Luke se separase de él con la misma sonrisa con la que había empezado, Luke aprovechó el momento de shock que Tom estaba viviendo para morder la clavícula del mismo, agradecía a todos los demonios por hacer esas camisetas tan elásticas, de lo contrario ya hubiese roto el cuello de la misma.
El ardor y dolor de la mordida hizo que Tom despertase de su ensoñación, Luke lo miraba con orgullo, con un aura de egocentrismo en aquel obscuro baño.
—No puedes escapar por siempre y aun sí lo haces estaré ahí para atraparte —No estaba seguro, pero sentía como si quisiera regresar todo su almuerzo, su corazón parecía entrar en una taquicardia y la sangre se subía a su rostro, no podía creer que rápido y fuerte que Luke podía adueñarse de todos sus sistemas, tan fácil como dar una sonrisa llena de confianza.
Pronto volvió a sentir que respiraba y Luke y ya no se encontraba ahí.
Luke chocó con Nathaniel, el mejor amigo de Tom, cuando salía del baño con su sonrisa triunfante, Nathaniel lo miró con el ceño fruncido y algo de desconfianza, Luke simplemente lo ignoró y emprendió camino al lugar donde se escondía cada vez que se saltaba clases.
— ¿Estas bien, Tom? —Preguntó Nathaniel sin quitar el ceño fruncido, Luke no le daba buena espina y no le gustaba la forma en la que se comportaba con Tom y mucho menos la forma en la que Tom no reaccionaba, no sabía porque, pero sus instintos de guardián le decían que aquel chico no era un simple humano —Llevas más de media clase fuera y el profesor me mando a ver si no te sentías mal o algo.
Tom pareció reaccionar por unos segundos —Claro, estoy bien, solo me dio un mareo y preferí esperar a que se me pasara — Explicó
Nathaniel no se confiaba y mucho menos por el estado de su compañero, sus labios parecían hinchados y más rojizos de lo normal. Simplemente asintió y esperó a que Tom enjuagase sus manos para ambos caminar de vuelta al salón.
...
[Veinte años antes]
Louis se encontraba en la entrada de la casa de Harry, hace una semana completa que no lo veía por un viaje que había hecho para visitar a sus abuelos, los señores ya estaban en sus últimos años y en esa fecha se festejaban sus sesenta años de casados, así que cuando le llamaron pidiendo que asistiera a su aniversario no pudo negarse.
El rizado se había puesto muy triste, se habían acostumbrado a estar con el mayor prácticamente a todas horas y no verlo una semana era demasiado para él, pero ahí se encontraba, después de una semana con un hermoso ramo de tulipanes blancos.
Faltaban menos de unos minutos para que Harry llegase de la misa de la tarde y ahí se encontraría a Louis, no pasó mucho cuando Louis vio al menor llegar con la cabeza baja, se imaginaba lo triste que debe de estar, así hasta que llegó a la pequeña reja de su casa y pudo ver a un pequeño individuo con flores en la mano y poco después reconoció a Louis.
Con temblor en las manos abrió la pequeña puerta y corrió hasta el mayor.
Se lanzó a sus brazos y obviamente al ser más alto provocó que ambos cayesen al suelo, las flores cayeron al suelo al igual que ellos, pero Louis había golpeado un poco su cabeza contra un escalón.
Louis sobó un poco su cabeza y Harry grito al ver la sangre en la mano de su amado, Louis solo sentía un poco de dolor, pero nada grave, en cambio Harry comenzaba a llorar.
—Lou— Sollozó
—Tranquilo, solamente llama a un doctor y entremos a casa —Louis le pasó su teléfono a Harry mientras este sollozaba y le decía al doctor donde estaban.
...
Louis salió de su ensoñación y pudo sentir varias lágrimas correr por sus ojos, también habían caído algunas en los papeles que estaba leyendo, sus ojos ardían y no sabía ni siquiera donde estaba.
Debía dejar de recordarlo y olvidarlo de su vida, pero...
<No puedes pedirle a la brújula olvidar su barco>
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HOY HAY SORPRESA EN SUMISO PERFECTO
BUENAS NOCHES :)
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