|✞Dark Life✞|H.S.|Lágrimas|

◍Capítulo Tres◍

(…)

Paré un taxi y me metí con muecas de dolor, no soporto el dolor de mi espalda, no lo soporto…

Al fin y al cabo, le di mi dirección al taxista de favor y este obedeció.

Después de cinco minutos ya me encontraba en frente de mi casa, le di el dinero que este pidió y salí rápidamente aunque con algo de dolor. Sentía que me iba a caer en cualquier momento.

Entre a mi casa, lo primero que sentí fue…Soledad.

Mordí mi labio inferior evitando caer en un llanto lleno de tristeza.

Me senté en el sofá y abracé mis piernas, entre ellas, metí mi cabeza y empecé a llorar, me es imposible no hacerlo.

Lo empiezo a recordar todo…

Tenía apenas dos años cuando mis padres me informaron que tendrían que ir por su propio camino, me dieron a elegir con quién me quería ir, pero yo dije que con los dos, veía que a ellos les rompía el alma escuchar eso, pero era la verdad. Yo insistía, insistía, insistía y insistía, pero fue completamente en vano. Escogí a mi padre ¿Por qué? Porque mi corazón me lo decía, lo sentía, sentía que con él, sería una gran persona, sería alguien en la vida. No me equivoqué. Aprendí italiano, francés y alemán a mis 8 años. Siempre tuve buena retentiva y la sigo teniendo, pero eso no dice que odie la tarea, quita tiempo. El caso es que cuando cumplí 10 años, mi padre…Falleció, por un ataque cardíaco. Él era mi todo, lo es. Antes de morir le hice una promesa. Lo recuerdo.

-Flashback-

“Princesa, ven”.-Dijo mi padre con la voz quebrada.

“¿Qué pasa papi?”.-Pregunté con ternura, pero mis ojos reflejaban miedo…Miedo de perderlo.

“Quiero que me prometas algo, y que no la ropas como si fuera papel”.

“Dime”.-Contesté.

“Quiero que seas alguien en la vida, que lucharás por tus sueños y pondrás todo tu esfuerzo en conseguirlos. Prométemelo.”.-Dijo deslizándole varias lágrimas por su hermoso rostro.

“Te lo prometo, papi. Pero papi, no te vayas de mi lado, por favor, te lo ruego”.-El solo sonrió quitando todas mis lágrimas.-“¿Conseguiste tus sueños?"-Pregunté con una sonrisa forzada, aunque las lágrimas seguían cesando.

“Claro que sí”.-Respondió mirándome de forma especial. Me abrazo fuertemente.

“¿Cuál era?”

“Tener una hija, llamada Sydney”.- Sonreí por la hermosa confesión. Aflojó su agarre de mi.

“¿Pa?”.-Lo abracé fuerte.-“¡Pa! No estoy para tus jueguitos”.-Sonreí con lágrimas, no podía ser.-“¡Papá! ¡No me dejes! ¡No! ¡Papi! ¡Tengo tanto que decirte!”.-Gritaba como si no hubiera mañana.-“Te amo, papi, te adoro, eres alguien muy especial en mi vida.”.-Decía entre sollozos.-“Seré…-Tomé una bocanada de aire.-“Una buena hija, y seré alguien en la vida. Lo juro, todo por ti, papi, todo.”.-Acaricié la mejilla de la pálida cara de mi padre.

¿Por qué me está pasando esto?

-Fin del Flashback-

Mi vida muy delicada para mí, pero mi punto débil era él…Mi padre. Lo amo tanto, lo anhelo tanto…

Cuando papá murió, fui a vivir con mi madre. Yo era feliz, pero nada comparado a su antigua vida, sin duda alguna. Mi madre se casó, y estaba feliz, muy feliz por ello, pues, a ella siempre se le vio feliz junto al hombre. Si ella era feliz, igual yo.

Cuando formamos una “familia”, y los meses pasaban, me sentía des a gusto, ya que no encajaba en la vida de Jason, el esposo de mi madre. Siempre era cortante conmigo, me miraba mal, me respondía de mala gana, y eso era suficiente para mí. Suficiente para saber que no iba ser feliz a lado de esta familia.

Mi mamá me dio la noticia que menos quería escuchar en estos momentos, pues estaba trabajando para poder encajar en la vida de Jason, quería que viera que soy una buena chica. Estaba embarazada. Sentí horrible y en parte bonito. Sabía que cuando naciera ese bebé yo sería excluida más de lo que soy en esta familia, pero no había de otra.

A los 6 meses le dieron la horripilante noticia a mi  madre que el bebé, había fallecido por falta de nutrición. El mundo de mi mamá cambió por completo desde ese momento.

Jason la dejo, pues él quería una familia y mi madre, ya no se la podía dar, la abandonó…

Mi mamá ya no era lo mismo, era una ogra, siempre me gritaba, me regañaba, me pegaba, me maldecía y lo peor es que llego a decirme que ojalá no hubiera nacido, que era la peor cosa que le había pasado en la vida. En sus ojos había odio, odio inmenso.

¿Qué le hice para que me dijera eso? ¿Qué hice mal?

Cada cumpleaños de mamá, le compraba su regalo, y su pastel, ella siempre tiraba el pastel o me lo echaba en la cara y me decía de cosas. Mientras ella, ni me dirigía la palabra en mis cumpleaños, se iba a un bar y venía como las 4 de la mañana, obviamente…Ebria. Tocaba a mi puerta y yo con mis esperanzas en alto decía que me daría un beso, un abrazo y un dulce “feliz cumpleaños” pero nunca fue así. Ella iba a pegarme sin razón alguna.  En pocas palabras la pasaba sola y era maltratada por mi mamá en mi propio cumpleaños.

Cuando cumplí 14 años, mi madre murió por la ocasión llamada “cáncer”…

Falleció a los 6 meses, y mi mamá solía ser insoportable, muy mandona, gritona, de todo, pero peor, porque se sentía importante al estar enferma. La cuidaba como el doctor me ordenaba. Pero ella misma dejo de tomar las pastillas, los jarabes, todo…Se lo comuniqué al doctor y me dijo que si eso quería la dejara.

Y así se fue, con el dolor de mi corazón la vi viendo peor y peor…Hasta verla morir. Fue algo tan...La verdad no tengo palabras para expresar lo que sentí cuando ella falleció, cuando mi padre falleció…

Con todo esto, sigo amando a mi madre y la he perdonado por todo lo que me ha hecho. Me costó un par de meses pero lo logré y para mi es un buen paso de ser una buena hija.

¡Estaba sola! ¡Estoy sola! ¡No tengo a nadie! ¡Soy infeliz!

Pero eso no quiere decir que me levante mi promesa, la haré…

Mi vida fue y es dura.

El colegio para mi es el infierno, pero para ser alguien en la vida debo de ir.

Siempre que vengo a casa siento un vació en mi corazón…Necesito a mi padre a más no poder y a mi madre como solía ser antes de que perdiera al bebé.

La casa era pura soledad, ni un alma había en esta casa…Solo yo.

Finalmente mi vida fue y es una mierda, tengo que aceptarlo. Pero tengo que saltar estos obstáculos que me pone la vida.

Por lo menos lo trataré...