|✞Dark Life✞|H.S.|Lágrimas|

◍Capítulo Catorce◍

(...)

Punto de vista//Sydney//.

Elevé mi cabeza ligeramente al escuchar el fastidioso pitido del auto de Harry; tome mi bolso, tome las llaves de la casa que se encontraban en el suelo por alguna razón, y finalmente salí de casa.

Me sentía rara al traer puesto short, pues, en NY el clima últimamente a estado algo bipolar y tiene meses que no los uso. Son de mezclilla y no es mini short, no, no, no, nunca me pondría eso, no soy una perra si se han dado cuenta, es corto, pero nada vulgar. Una blusa fresca color rosa pastel algo apretada a mi cuerpo, nuevamente nada vulgar, nada del otro mundo. Con unos vans color negros, en pocas palabras...Vestida simple.

Abrí la puerta del auto, que, dentro de este se encontraba al rizado que tanto anhelaban ver mis ojos. Sonreí al verlo y él me imito, en un y abrir de ojos el se quito el cinturón y se acerco a mi para presionar delicadamente sus labios con los míos. Yo baje la mirada algo tímida por su saludo, y este se burlo.

“Tienes que acostumbrarte, cariño. Esto será de todos los días.”-Confirmó.

“Eso espero.”-Dije en un suspiro, no audible.

Harry arranco el carro y piso el acelerador; tomo mi mano cariñosamente y lo miré con una media sonrisa dibujada en mi rostro, él, de engreído, me guiño el ojo. Hice para atrás mi cabeza mientras soltaba una sonora risa.

Estábamos en completo silencio, pues, no sabía con qué empezar. Aparte, el estaba muy pensativo y...¿Si le hablo y se molesta por haberlo interrumpido en su mundo? Mejor prevengo.

Este paro el carro ya que el semáforo señala la luz roja, me miro por unos diez segundo y a mí ya me incomodaba, no estaba acostumbrada a que me miraran, bueno...Sí, pero de asco, de bicho raro, no quería girar mi  cabeza y ver en sus ojos el asco en ellos, tal vez sea admiración, tal vez no....Como dije, prevengo; giré mi cabeza para ver sobre la ventana.

“Mírame.”-Ordenó.

Su voz era más ronca de lo que ya es, creo que está algo enojado, pero...¿Por qué?

Aún así, esperaba que, el gran semáforo alumbrara la luz verde. 

No lo iba a mirar, lo quiero mucho y no quiero saber si me mira mal, me dolería hasta el fondo de mi corazón, no puedo, no quiero.

“¿Por qué no me miras?, ¿hice algo mal?”-Preguntó.

“No, solo no quiero...”

“Ver mis ojos y digan en ellos ‘que asco de chica’ ¿Me equivoco?”

Asentí lentamente con mi cabeza.

“Mírame y describe lo que ves en ellos.”-Dijo tomando mi mentón para poder voltearla, pero tensé mi cabeza evitando que pudiera voltearla.-“Por favor.”