《Do you love me?》

80 22 0
                                    

2015, semana 4
°°°°°Jueves, 8:21.a.m.•••••

-Buenos díaaaaas~ -canturreó Seokjin abrazando a Jimin por la espalda, se sentía especialmente feliz ese día porque antes de dirigirse a la universidad, su madre le había preparado unos hotcakes deliciosos con salsa de chocolate y berries, tal vez, y sólo tal vez, admitía que estaba hiperactivo. Un puchero se pronunció en sus labios al no recibir respuesta del menor entre sus brazos  e indignado, lo giró y lo agitó con sus manos. Pero al no encontrar signos de vida, aparte de aquella mirada melancólica, se espantó y lo cacheteó con ambas manos.

-Jiminie, por favor dime algo -lloriqueó volviendo a agitarlo, posó sus manos en las mejillas del más bajo, abultándolas y logrando al fin que los orbes del de cabello platinado lo observen.

-¿Qué debo hacer? -preguntó con angustia, esperando a que Seokjin le respondiese- ¿Qué hice? -el mayor estaba francamente asustado, y su hiperactivo corazón palpitaba con rapidez al no saber qué hacer. Soltó a Jimin y corrió a buscar a Hoseok, no podría él solo contra lo que parecía la muerte de Jimin.

Una vez solo, en el pasillo, con la mente en otro mundo, Jimin no notó a Yoongi, que pasaba frente a él con un grupo de chicos tras él. Suspiró y parpadeó varias veces, volviendo en sí, miró hacia el frente buscando a sus amigos, haciendo un morro al no encontrarlos y se dirigió al salón de clases.

-¡Te digo que se muere, Hobi! -el grito de Seokjin desconcertó a Jimin, que se encontraba en la puerta apenas entrando al salón. El profesor estaba por llegar y esa no era la clase del mayor, así que... ¿por qué ese hyung se encontraba así de alterado zamarreando a Hoseok?

-Ya, cálmate. Joder -empujó al mayor y bufó, arreglándose la ropa y poniéndose de pie, dirigió su vista a la puerta encontrando a Jimin observándolos con una ceja alzada-. Jiminie está ahí, y parece estar perfectamente bien

Seokjin giró velozmente a encontrar a su amigo, que ahora caminaba hacia ellos, aún algo desganado, con un puchero en sus labios y la mochila a la rastra. Hoseok pestañeó sin creer lo que veía, siguiendo los lentos movimientos del menor de sus amigos; Jimin dejó su mochila a un lado de la pata de su mesa y se echó en la silla, recostándose en el respaldo de esta, se dispuso a observar el techo y dejó escapar un suspiro.

-Tienes razón, está grave -murmuró, Seokjin sonrió de acuerdo en que tenía la razón. Ambos preocupados corrieron junto al menor y lo observaron con detenimiento ¿Qué le sucedía?

-Seokjin hyung, Hoseok... ¿Qué hago? -los recién nombrados se observaron entre sí, no sabían qué hacer, qué decirle, qué preguntarle-. No sé cómo voy a hacer para verlo a los ojos

°°°°°Mismo día, 12:40.p.m.•••••

Caminaba por uno de los pasillos con una pila de cuadernos en sus brazos, apenas y si se los podía, pero le gustaba ayudar al profesor, además de que nadie más se había ofrecido a ayudar. Mordió su labio inferior, intentando abrir la puerta del salón vacío en donde, una hora después, iría el profesor a revisar sus materias.
Se sintió más ligero de un instante a otro, notando que más de la mitad de los cuadernos ya no estaban en su poder, y además, la puerta se encontraba abierta, entonces fue cuando divisó aquella silueta depositando los cuadernos sobre el escritorio al centro del salón. Caminó lentamente hacia el mismo lugar y dejó el resto de los cuadernos sobre los demás, volteando a ver al mayor, que le dedicaba una sonrisa tierna, aunque Jimin quiso definirla como perversa cuando un escalofrío recorrió su cuerpo.

-Hola -lo saludó con su voz ligeramente más ronca de lo normal, acercándose otro poco para ver mejor al más bajito. Jimin relamió sus labios y desvió la mirada con nervios.

-Hola, hyung... -susurró, alzó su vista, temeroso, notando en los oscuros ojos del mayor un brillo especial- Amms... debo ir con mis amigos ahora pero... -no sabía lo que decía, no sabía cómo actuaba, apenas conocía a Yoongi, pero ahora eran novios.

-¿Almorzamos juntos? -Jimin asintió lentamente, su estómago retorciéndose, sus manos sudando ¿Le gustaba Yoongi? Al parecer, dado los síntomas, sí sentía algo por aquel 'príncipe'.

-Salgo a las una con treinta minutos -murmuró mordiendo nuevamente su labio inferior, jugó un instante con sus manos y comenzó a caminar lentamente hacia la puerta del salón, sin saber qué más decir.

-Te espero junto a la salida a esa hora -asintió a lo recién dicho por su "novio". ¿novio? Un escalofrío lo recorrió, ¿de verdad eran novios? No se lo creía- ¿Jimin? -dio un respingo y se echó a correr lo más rápido que pudo hasta llegar junto a Seokjin y Hoseok.

°°°°°Mismo día, 3:22.p.m.•••••

-Lamento eso -repitió por décima vez, tenía ganas de hacer un agujero ahí mismo y enterrarse por siempre mientras lloraba sus desgracias. Yoongi sonrió y negó con la cabeza, observando su playera manchada con jugo de naranja.

Habían ido a un pequeño local en donde se podía comer tanto dulce como salado. Jimin pidió un jugo de piña junto a un trozo de pastel y Yoongi un jugo de naranja junto a un pequeño sandwich; ya habían almorzado pero el menor había insistido en devolverle el dinero de lo antes ingerido, cortesía de Yoongi, por lo que habían terminado yendo por un "postre" a aquel local.

Comían en silencio, mientras Jimin aún pensaba en cómo debía comportarse con el mayor ahora que eran "novios"- Hyung... tiene migas ahí -señaló con su dedo sobre el labio de Yoongi, una lámpara se encendió sobre su cabeza ¡Eso era! ¿Debía ser él mismo quien le quitase las migas al mayor? Cogió con nervios una servilleta y se levantó de su asiento para poder acercarse de forma más sencilla a Yoongi, pasó entonces la servilleta por los labios de su hyung, deteniéndose al notar como este se sonrojaba mientras lo observaba fijamente. Tragó saliva y se alejó con brusquedad, queriendo huir como suele hacer en la universidad, sin notar que, debido a lo que acababa de hacer, el vaso ajeno se había volteado, cayendo así el contenido sobre el mayor.

Abrió sus ojos, espantado y avergonzado- ¡Lo siento, lo siento, lo siento! -gritó acercándose nuevamente para secar la ropa de Yoongi. El grito había alertado al personal del local, quienes rápidamente le ofrecieron una toalla y comenzaron a limpiar aquel desastre.

-Era mi playera de la suerte -murmuró sin dejar de observar la mancha, Jimin se sonrojó más y volvió a pedir disculpas-. No importa, funcionó a la perfección

-¿Cómo? -curioso observó el rostro del mayor, Yoongi le devolvió la mirada, sonrojándolo al acto.

-La he pasado estupendo, y disfruté de muchas cosas ricas también -sonrió. Jimin ya no podía dejar de verlo.

°°°°°Mismo día, 10:01.p.m.•••••

-Sujeto, tengo miedo -abrazó al animal mientras hacía un puchero en sus labios, había tenido un día bastante lindo gracias al 'príncipe', y también había descubierto un par de cosas, como que sí le gustaba Yoongi...

-¿Me gusta? Dios, me gusta Min Yoongi... -se estremeció y apretó más al San Bernardo contra su pecho.

All-in 《Y.M》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora