19. Secreto

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Creo que me puedo acostumbrar a vivir así, esta rutina me gusta, sería despertar, desayunar con él, ir de compras, hacer salidas y grabar. Eso lo hemos hecho las últimas 2 semanas que he vivido con él, antes de poder regresar a Chile me gustaría hacer algo especial, como por ejemplo invitarlo a una cena en pareja, claro me estaría arriesgando a que todos nos vean pero no creo que se enteren de lo nuestro, algunos especularan cosas de nosostros, los típicos shippers, no me preocupa, solo quiero disfrutar este último día con Town.
Nos encontrabamos en el depa de Bers haciendo planes, hablando de mi furtiva relación con Town, le explicamos por completo como fue que pasó.
El sólo escuchaba atento sin interrupciones lo que hablamos.
-Estoy flipando con esto, y...... si ya se conocían porque no hablaron antes, no fue hasta que ambos tuvieron curiosidad por conocer al otro.
-No lo sé, solo pasó y ya.
Después le pedí a Bers que fuera discreto que en ninguno de sus vídeos fuese a decir algo de nosotros, que ni por accidente se le ocurriera hablar porque tendríamos problemas, porque la sociedad aún no está lista para nosotros y prefiero amarlo en secreto a que los demás nos destruyan poco a poco.
-No se preocupen su secreto esta a salvo conmigo..... y cambiando de tema, ¿no se arrepentirán de ir a Alemania, verdad? Es que ya falta poco y no me gustaría ir solo.
-No te preocupes, prometo que vamos a ir. Dijo Town, debo decir que me emociona ir a resolver un misterio, como en Scooby Doo.
En unas horas estábamos jugando Viernes 13, Bers siempre nos asesinaba, el tiene el complejo de asesino muy bien desarrollado, en el juego claro, e hicimos más cosas para entretenernos hasta quedar agotados.
-Adios, fue muy divertido.
-Si, adiós, que no se les olvidé.
Me despedí de Bers, empezamos a caminar sobre la banqueta con dirección a nuestro hogar en plena noche, era hermoso el cielo, obscuro con pequeños puntos brillantes que resaltan con la claridad de la luna, hacía frío y era el momento oportuno para abrazarlo, así lo hice e igual le propuse a Álvaro una cena casual en un restaurant que tenía mesas al exterior, se que el clima era bajo pero nos teníamos el uno al otro.
-Alvaro, ¿tienes hambre?. Comenze con algo simple para poder hacer que aceptará con más facilidad, porque a quien le gusta ser rechazado.
-Un poco, ¿Porque? ¿me llevarás a comer?.
-Noouu, bueno sí, ¿te gustaría cenar conmigo, como pareja por primera vez?
-No lo sé, y que pasa si alguien nos ve.
-No va a pasar nada, seremos precavidos.
-Esta bien.
Lo lleve directo al lugar que tenía contemplado, un café mesas pequeñas para dos personas y luces blancas en serie adornan las ventanas y unas cuantas plantas que se encontraban en cada esquina.
Entramos al lugar y nos sentamos en una mesa en la parte de afuera frente a frente, el posó sus manos sobre la mesa, enseguida yo hice lo mismo. Ahora mis manos estaban encima de las de el.
No había mucha gente, más que unas cuantas dentro,  por la calle menos, pero aún así Town saco sus manos de la mesa rápidamente y miró alrededor para saber si lo había visto alguien.
-¿Que pasa?, no hay nadie que nos pueda ver. Dije.
-Perdón, pero me da miedo. Dijo avergonzado.
Yo no estaba seguro de querer demostrar afecto en un lugar público y mucho menos Álvaro, pero lo hice porque quería sentirme como las demás parejas que pueden hacer lo que les plazca sin temor de que les juzguen.
La mesera nos tomó la orden y en menos de 5 minutos ya estaban en la mesa unos postres junto a unas tazas de café americano.
Se veía tan hermoso agitando la cuchara en la taza, tierno y torpe porque lo derramo en la mesa. Hizo una mueca expresando pena y arrepentimiento al mismo tiempo.
-Ups, se cayó, aún así no quería café. Dijo Town mientras empezaba a comer el pastel en su plato.
Yo solo me reí por su tontería, quizá estaba nervioso, pero yo no vine solo para cenar, también para hacer una noche especial memorable de nosotros.
-Alvaro, ¿Me quieres?
-No. Dijo serio
-es broma verdad.
-Es que no te quiero, te amo.
El corazón se me paralizó cuando dijo que no, menos mal que era una broma. Le embarre un poco de pastel en la cara.
Lo besé sin importar lo que pasara sin importar quien nos viera, el me correspondió, sus labios eran dulces tanto su saliva como el merengue del pastel, mientras lo hacía le acariciaba los brazos y el mi barbilla, me hubiese gustado que fuera eterno pero lo mejor dura poco, ¿no?
Me separe lentamente mirándolo a los ojos y tocando sus mejillas con ambas manos.
-Lo ves, nadie alrededor.
-Te amo.

Amor a décima vista (Gertown)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora