Crush. - Ziam.

Prólogo.

-Y es por eso que debes recordar que...- Observé a Harry por un momento, intentando concentrarme en lo que estaba diciendo. Pero no podía hacerlo, simplemente no podía. ¿La razón? Probablemente sea porque estaba distraído y tal vez el hecho de que Liam Payne estuviera en la mesa junto a la nuestra, hablando con una rubia sobre quién sabe qué, era lo que me distraía tanto de lo que hablaba con mi amigo. 

Mi mirada se dirigió hacia la mesa en donde Liam hablaba efusivamente con una chica, la cual realmente no me interesaba quién era, aunque me daba rabia ver como le coqueteaba descaradamente. Una sonrisa se formó en mis labios al notar que el castaño no parecía muy interesado en ella, ya que se levantó de su asiento en cuanto ella se acercó a él. Su mirada se encontró con la mía por unos segundos y eso fue suficiente para que mi corazón latiera a gran velocidad. Sus hermosos ojos miel se fijaron en mí, aunque fuera por unos segundos, y eso bastó para que una gran sonrisa se plasmara en mi rostro. 

Cruzamos miradas.

Okay, sé que suena exagerado y quizás algo iluso de mi parte. Pero es que ese hombre realmente era el dueño de mis suspiros, no podía no alegrarme porque me haya mirado. Es tan hermoso, dios. Su cabello castaño y brillante, sus lindos ojos del color de la miel, sus labios regordetes y besables, sus sexys cejas, su espalda, su trasero, su.. 

-¡Zayn!- Parpadeé varias veces, confundido. Harry me miraba con el ceño fruncido y los brazos cruzados. ¿Otra vez me distraje? Ups. De reojo, pude ver que Liam ya no estaba por lo que mi sonrisa tonta desapareció. El rizado frente a mí alzo la mano y comenzó a moverla frente a mi rostro, por lo que lo observé nuevamente.-Ni siquiera estabas escuchándome, ¿no?- Bufó, guardando sus manos en sus bolsillos. Su semblante serio cambió a uno divertido en tan solo segundos ¿debía preocuparme?- Oh, ya veo.- Se acercó a mi rostro, sonriendo burlonamente.- ¿Acaso el lindo Zayn estaba en Planeta Payne?- Habló algo alto, por lo que tapé su boca con ambas manos. No quería que gracias a el chismoso gritón todos se enteraran de lo que acababa de ocurrir. El comenzó a reír mientras que yo intentaba evitar golpearlo a toda costa. 

-Ya cállate, intento de persona normal.- Hablé con una mueca de disgusto en cuanto lamió mis manos. Una vez que las saqué, le hice señas de que cerrara la boca.

-¿Entonces? ¿Acaso estoy equivocado?- Susurró a lo que yo rodé los ojos. Exagerado.

-Sí.- Me limité a responder, encogiéndome de hombros como si no fuera la gran cosa. Aunque lo era. Porque, realmente, estaba perdido en Planeta Payne y no sabía qué hacer.