Eres mi mascota || Jungkook [EDITANDO]

•D O S•

No, no, no

No podía ser cierto

La chica le vio con una ceja alzada y con una sonrisa

—Anda, ve a tu habitación—La muchacha se dio de vuelta, dándole la espalda—Empaca tus cosas, te irás hoy mismo

La joven abrió las puertas de par en par para luego salir de la sala

Todo quedó en un silencio sepulcral

—¿Que... Acaba de pasar?—Preguntó un sorprendido JiMin

Y justo en ese momento, JungKook comenzó a respirar rápidamente y a sollozar

No... No otra vez

—¿Kook?—NamJoon llegó a su lado, sabiendo lo que iba a suceder—No, no, no. Cálmate y respira

—N-no quiero ir...

NamJoon se apresuró y le abrazó, tomando su nuca

—JungKookie...—Murmuró HoSeok, llegando a su lado con HaruKa

Nada se escuchaba en su alrededor

Solo su propio llanto, mientras se aferraba a la camisa del contrario y temblaba

Dolor

Justo ahora iba a salir de ese lugar, ese lugar que fue su hogar por casi todo lo que llevaba de vida. De cuatro paredes que le vieron crecer

—Amigo...—JungKook se exaltó—Y-yo... Amigo, te voy a extrañar

Las lágrimas de HoSeok se asomaban por las esquinas de sus ojos

—Jung... No me hagas llorar—Murmuró JiMin tapando sus ojos

—Te vamos a extrañar, compañero—NamJoon palmeó su hombro—Promete, por todos los cielos, que estarás bien

—Que escaparas y huirás si ves algo extraño...—Susurró el japonés—Cuídate, hermanito

En cuanto HaruKa terminó, se escuchó el estruendoso llanto de los cinco chicos se escuchó por toda la habitación

—N-no me quiero ir—Lloró el menor, que estaba siendo abrazado por todos

En respuesta los demás chicos empezaron a dar respuestas al azar, haciendo un coro de palabras sin sentido

—¿Ya terminaste de empacar?—Todas las voces se detuvieron

—Estoy tan a-asustado...—Susurró viendo al suelo

—Como veo que terminaste—Continuó—Toma tus cosas, nos vamos

No podía objetar, no podía decir nada

JiMin puso su mano en su hombro—Hombre...

—Me a comprado...—Susurró—No puedo hacer nada al respecto

—Exactamente—Todos le vieron con rencor—Nos vamos, ahora

—Chicos...—Los demás le abrazaron una última vez—Los quiero... No lo olviden

La joven rodó los ojos y le tomó de la muñeca haciéndole a avanzar

—Cuando lleguemos, vamos a establecer unas cuantas reglas

JungKook no respondía, solo le siguió el paso

Al llegar a la puerta del orfanato, se giró, para verlo una última vez

Se sentía mal al dejarlo. Tenía miedo, pero siguió avanzando

La contraria se subió a el auto