Capítulo 10 La fiesta

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Escucho que tocan la puerta pero no me preocupo ya que mi madre grita:

–Yo abro–

Y ahí es que escucho su voz, por Dios!! Esta loca...

–Hola Dairy! – Me dice

–Es en serio, no me convencerás no iré contigo a la fiesta–.

–Si irás– dice mi mama.

–En serio, ya se combinaron y ahora por que mama? – Digo y me cruzo de brazos. – No quiero ir–

–Mi niña hermosa no te lo digo por mal, solo que no quiero que estés aquí en casa todo el tiempo, debes hacer amigo y no hay mejor forma que ir a la fiesta. Sé que no te querías mudar pero ya estamos aquí y tienes que convivir con los demás– Me dice y me da un beso en la frente. Realmente si digo que no, me tratará de convencer hasta que diga que sí, me rindo aceptaré.

–Okay, ma! Lo hare por ustedes, pero mira que te lo digo aquí, desde que me dejes sola me voy y te dejo. – Me voy a bañar y bajo.

–Pero si acabas de bañarte. –

–Ma, por Dios! Ya he sudado mucho, vengo en breve– y subo.

–Sabes? Antes ella no era así, siempre sonreía, era una niña muy feliz. Pero cuando su padre nos dejó, se volvió muy antisocial, no he podido manejar mucho eso, por eso nos mudamos, sé que la casa le recordaba a él en todo–.

–Es una situación muy difícil, para una adolescente. No sé qué haría sin mis padres–

–Sí. Solo quiero que sea feliz y que no repita la misma historia. Y cuéntame, como les ha ido en la escuela? –

–Muy bien, ella es muy inteligente y aplicada, pero no le gusta mucho participar–

–Aja, apuesto que hablan de mi– interrumpo en su conversación.

–Claro de quien si no–. Dice Mariela que esta de espaldas a mí.

–Estas hermosa– Dice mi madre

–A quien crees que he salido? – Digo mientras me rio y ellas se unen a mí. –Vámonos, mientras más rápido nos vamos más rápido venimos.

–Esta niña– Dice mi madre y Mariela y yo nos reímos. –Bueno ya váyanse y no se emborrachen y usen condón.

–Maaaaa– Digo avergonzada.

Mariela me mira y se ríe.

–Tienes suerte, ojala mis padres fueran así– dice con su cara de soñadora

–Por lo menos tú los tienes a los dos – digo un poco triste

–Ya basta no es para que te pongas así, no hay que llorar–

Al llegar a la fiesta todo marcha bien... hasta que llega Alicia y comienzan a pasar algunas cosas extrañas. 

Vivencias de un adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora