Capítulo 11 Mis disculpas

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Mariela me mira y se ríe.

–Tienes suerte, ojala mis padres fueran así– dice con su cara de soñadora.

–Por lo menos tú los tienes a los dos – digo un poco triste.

–Ya basta no es para que te pongas así, no hay que llorar–

Al llegar a la fiesta todo marcha bien... hasta que llega Alicia y comienzan a pasar algunas cosas extrañas.

Las cosas van pasando como en el sueño: Alicia me presenta a Welinton, se lleva a Mariela, me quiero ir y Welinton se ofrece a llevarme. No dejare que todo se convierta en realidad. Un escalofrío recorre mi cuerpo cuando veo a lo lejos a Manuel entrar a la fiesta y salgo corriendo del lugar.

–Dios, que es esto? Acaso el sueño era una advertencia? – Digo asustada.

–Oh, no. No permitiré que esto pase otra vez. – Digo mientras corro, ni siquiera quiero que Welinton me lleve a casa. Y entonces recuerdo que no sé dónde estoy...

–Oh por Dios, me he alejado mucho. – Digo para mí misma. Y luego veo una luz de un carro acercarse. No sé si alegrarme o seguir corriendo por no saber quién es.

–Oye, ¿por qué has salido corriendo? Que ha pasado? – Me alegro al escuchar la voz de Mariela.

–Es que me he sentido mal y me has dejado sola para irte con Alicia, estaban pasando cosas extrañas... no sé, estoy cansada. – Digo sin mucho ánimo.

–Además recuerda que te dije que no quería venir– Digo haciéndome la enojada y cruzo mis brazos.

–Pero linda, podías decirme que te querías ir y salía contigo, Welinton está aquí, iremos a casa. –Dice mientras me abraza

–Lo siento, sabes que eres mi mejor amiga y que haría cualquier cosa por ti. –Me da un beso y nos montamos en el carro de Welinton.

–Okay, no hay problema. –

Nos montamos en el carro y nos vamos. A la verdad que estaba perdida, porque para salir de donde estaba hemos dado muchas vueltas...

–Discúlpenme, no sé dónde estaba ni me di cuenta cuando llegue hasta aquí. –

Ellos se ríen y Welinton me dice:

–Es que saliste por la puerta trasera– A lo que todos reímos.

Al llegar a casa los invito a pasar, hablamos un poco, nos reímos y mi madre baja.

–¿Qué es lo que pasa aquí? ¿Han comenzado una fiesta sin mí? – Dice y se me cae la cara de la vergüenza.

–Oh por Dios, mami por favor no quieres que haga amigos. Deja de avergonzarme. –

–Avergonzarte? Pero si no he hecho nada... –Dice y se cruza de brazo haciendo un puchero.

Y entonces viene la payasa de Mariela y comienza a tratarme como bebe. –Esto si es avergonzarte– Dice y todos nos reímos.

–Oigan ya está bueno, se van de mi casa mañana hay que ir al colegio. –Digo y miro la hora.

–Dios, es súper tarde tus padres van a matarte. –

–Qué hora es? – Dice con cara de asustada.

–Las 1:30 de la mañana –

–Me van a matar– Dice y agarra a Welinton para salir corriendo, a lo que mi mama interrumpe.

–Espera, yo la llamare y le diré que estas aquí. –

–Me ha salvado, por eso es que siempre lo digo, la amo – Dice con cara de que la ama.

Mamila llama y cuando terminan de hablar con su madre dice que todo está bien. Welintonse va y nosotras subimos para acostarnos y entonces algo extraño pasa.��1�

Vivencias de un adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora