Tranquilidad

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Había pasado un mes de todo lo sucedido. Las cosas aún se mantenían un poco tensas, pero no era para menos, todos aún se sentía un poco preocupados pensando en que esa mujer haría algo más. Pero Fury ya les había asegurado que Marisha no podría escapar.

Entraba a la mansión Stark, esperaba poder hablar con el multimillonario.

-Hola mapache.

Barnes se sobresaltó cuando noto que en la sala, estaba la pequeña Elizabeth. Quien le sonreía de forma burlesca.

-Hola princesita.- A pesar de que la niña le expresaba su afecto, aun no comprendía porque le decía ese extraño apodo.

Lo que Bucky desconocía era que ese apodo se lo enseñaron Quill y Loki a la pequeña niña, debido a una extraña competencia de ellos por ser el tío preferido de la rubia.

-¿Por qué estás aquí sola? –notando que la niña estaba tranquila leyendo, sin ningún ruido alrededor.

A pesar de que había transcurrido un mes, ciertamente se admiraba por la tranquilidad que esa niña podía mostrar, después de todo. Ella vivió un momento un poco traumático pero al menos le aliviaba verla feliz y sin la preocupación de aquella mujer que lamentablemente era su madre.

-Tío Loki salió, al parecer dijo que debía verificar que los demonios no salieran de su prisión. Tío Thor, lo acompaño.

Barnes comprendió que el abogado hablaba de visitar a la tal Marisha, para asegurarse de que estaba encerrada y sin posibilidad de salir.

-La señorita Natasha salió con su esposo Bruce a comprar las cosas para hacer la comida.

-¿Tienen rato que salieron?

-Si.

Antes de que Bucky pudiera preguntar, vio a un agitado Tony correr y pararse frente a su hija.

-¡Eli! Si tu padre pregunta.

-Sí, lo sé.- la niña extendió su mano, Tony rápidamente puso un billete de 50 dólares y como llego salió corriendo, mientras que ella guardaba el billete.

A los pocos minutos llego un molesto Steve, quien saludo rápidamente a su mejor amigo antes de mirar a la pequeña rubia.

-¿Eli has visto a tu papá?

-Mmmm ¿Tal vez?

-Antonette Elizabeth.

La pequeña frunció levemente el ceño ya que cuando su padre decía su nombre completo significaba que no estaba contento.

-Bueno. Papá se dirigió al taller.

-Buena niña.- Steve acaricio los cabellos de su hija para ir a buscar a su novio quien debía tomarse su medicamento.

Cuando James noto que su amigo ya se había ido, miro a la pequeña que simulaba leer.

-Stark no está en el taller ¿verdad?

-De hecho sí. Pero padre asume que papá está en su taller de inventos. Cuando en realidad está en el taller de coches, armando un Mustang.

-¡Tony! – Quill corría como podía, aunque se le notaba el esfuerzo, acercándose a la pequeña niña. – Mi linda y querida Tony.

-Son 20 dólares y no le diré a Scott.

-Nena sabes que no tengo efectivo en este instante.

-Entonces suerte escondiéndote.

-Vamos princesa, ayúdame y prometo cumplirte cualquier cosa.

-Me llevaras a la convención de Gale x Peeta.

-¡¿Qué?! ¡No! – Quill no sabía de donde su sobrina había adquirido esa fascinación por emparejar a dos hombres, como era el caso de esa película la cual no recordaba su nombre y lo peor apenas tenía 11 años.

-Entonces no hay trato.

-¡Hecho! – En verdad estaba desesperado, así que no tenía más remedio que aceptar.

-Entonces tenemos un trato tío.

Peter sin esperar salió corriendo, perdiéndose en una de las habitaciones. James nuevamente se había quedado callado sin entender. La niña noto su desconcierto y se dispuso a responderle.

-Es que Scott esta siempre junto a tío Peter, no lo deja salir de la habitación. Y mi tío se aburre.

-Supongo que tanto como tu papá como tu tío, no son personas que amen estar mucho tiempo quietos.

-Si. Es aburrido no hacer nada.

-¿Dónde está Peter?

-Si te refieres al enano. Fue a casa de Wade.

-¿Por qué no fuiste tú?

-No quiero interferir.

-¿Interferir?

-Es que Wade me dijo que le gusta Peter, y pues a Peter le gusta Wade aunque aún no se da cuenta. Así que prefiero no ser mal tercio.

James solo pudo sonreír de manera nerviosa con un solo pensamiento "Los niños de ahora son más despiertos de lo que parecen"

-Entonces ¿a ti te gusta alguien?

-¿A mí? No. Los niños me parecen tontos. Además si me gustara alguien debe ser tan genial como tu.- sonrió la niña sinceramente.

El ruido de algo cayéndose, hizo a Bucky voltearse rápidamente y vio a un estupefacto Clint.

-¡Tu! – refiriéndose a su amigo.

-No es lo que crees.

-Que una niña pequeña está enamorada de ti.- intento mantener la compostura.

-A mí no me gusta el mapache.- La voz de Eli llamo la atención de ambos varones. – Solo dije que si algún día me gusta alguien, debe ser tan genial como él. Después de todo el mapache sabe usar armas.- Hablo con emoción la pequeña.

-Sabes linda, no creo que debas decir que te gusta Bucky.- Clint se acercó sonriente a Eli, mientras le hablaba amorosamente.

-¿Por qué no?

-Porque mucha gente podría creer otra cosa, y eso no sería bueno para mi amigo.

Bucky sabía que se refería a Natasha, Loki, Quill, Stark, Steve. Entre otras personas que lo desollarían vivo si escucharan a la niña y mal pensaran la situación como lo había hecho Clint momentos atrás.

-¿Tampoco puedo decirle que lo quiero?

-Si puedes, linda. Porque sabemos que nos quieres a todos.

-De acuerdo. Tío Clint. Quiero comer donas.

-Vamos a la cocina.

James solo pudo suspirar de alivio, al saber que nadie más lo había escuchado. Aun quería mucho porque vivir, pero no negaba que se sentía alagado por el comentario de la niña. Ahora solo tenía que asegurarse que Clint no abriera la boca.



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Bueno vengo a darles un anuncio muy importante. Ya estamos en la recta final. El numero que vieron al principio es la cuenta regresiva. así que. ya queda poco.

Un Novio para PapáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora