PRIMERA CORRECCIÓN
No hay relación alguna con el siguiente one shot (“I”)Narrador omnisciente:
El peliblanco se hallaba viendo fijamente el paisaje que su ventana le brindaba, sin observarlo realmente pues su mente trabajaba de una manera rápida y torpe como para fijarse a su alrededor. Cinco años llorando desesperadamente en busca de un consuelo, por pequeño que fuera, le haría sentir vivo nuevamente, teniendo un remordimiento increíble rondando, porque, sabía bien, que nunca pudo expresar claramente sus sentimientos (o no como a el le hubiese sido lo suficiente) nacidos desde sus doce años, también tenía como recordatorio un pensamiento, si había hecho algo mal para que Nezumi se alejara de su lado. Utilizando como un adorno esas últimas que le brindó para evitar dañar sus sentimientos.
Perdoname, perdoname por favor, sea lo que sea que haya hecho, solo regresa a mi lado.
Recordaba con melancolía todos los breves instantes cuando los gestos, miradas hablaban por si solas e incluso la forma tan peculiar de demostrar su protección hecha de altanería por parte del chico de ojos metálicos, sonreía con amargura, se preguntó si el otro también le agradó su compañía, todo ese tiempo pasado a lado de su Nezumi parecía en su pesar, un día lleno de sentimientos encontrados, una breve mirada a su interior, sólo incrementó los deseos de verle, tener algo a que aferrarse a la promesa del pelinegro, pero, llegado a este punto, casi tenía por seguro un inexistente reencuentro, donde no volvería a sentir sus cálidos brazos o sus besos demostrándole amor, quedándose solo y a la espera de su llegada por siempre, y con un gusto enorme lo haría, si ese momento llegara su corazón sería sanado después de tantos años, todos los que pasaran, sin embargo, cada día se sentía con menos fuerza. Estaba muriendo lentamente.
-Nezumi...
Sus ojos nuevamente querían expulsar lágrimas dolorosas que intentaban despejar su vista, y de paso, su mente, debía de pensar las cosas bien.
...
Nezumi sonreía, por fin había conseguido el dinero suficiente para comprar anillos de compromiso y una casa igual de lujosa a la que poseía su pareja en su primer encuentro. Quería darle una vida la cual mayormente fuese feliz, algo que mereciera, y él ya no volver a ser esa persona tan repugnante y baja, Shion no sería arrastrado ahí también.
Con anterioridad investigó el domicilio del chico y pensaba entrar sin su permiso, luego se disculparía y le explicaría su desaparición desde hace tanto tiempo pues nunca tuvo un trabajo fijo debido a su carácter difícil, además de no poder conseguir con facilidad trabajos donde ganara sumas de dinero medianamente grandes y cuidando la ignorancia del peliblanco al esfuerzo de 5 años pues al conocerlo desde pequeño sabía de sus buenas intenciones en ayudarle, siendo este un regalo de arrepentimiento y gratitud, arruinaría por completo sus intenciones. No podía engañarse, lo extrañaba muchísimo a ese chico tan torpe de intenciones de robar su corazón y permanecer junto a él todo el tiempo restante.
Su plan para sorprenderle iba a la perfección, ya tenía los anillos listos y las palabras que siempre repetía en su mente, la promesa de confesarle de una manera correcta todo.
Te debo de confesar algo, y es que en estos años y ahora mismo siento miedo, miedo a tu olvido, miedo a seguir lejos de ti, a ponerte en riesgo por la persona quien fui en un pasado lejano te lastime, no poder protegerte como es debido, probablemente ya no sientes nada por mí y no te culpo, mis sentimientos nunca llegaron a ti con libertad, ni siquiera tengo la certeza si sabes que te quiero . Solo permiteme bailar contigo una última vez y cantar para sanar nuestras almas.

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No -Nezushi
RandomLos sentimientos son algo complejo, nos dan fuerza o debilidad ante situaciones que muchos tacharían por estúpidas, o se niegan a prestarle atención haciéndolo peor al final, atrayendo sentimientos por lo general negativos y desesperados. Ninguno...