Al pensarte sonreir

Capitulo IV

15 JUNIO 2017

Si hace un año, alguien me hubiese planteado la forma en la que mi vida iba a cambiar tras aceptar participar en el reencuentro de OT, me hubiese parecido una autentica locura. Todo había cambiando, empezando por mi trabajo y terminando por mi lugar de residencia, sin dejar atrás el pequeño gran detalle de que por fin David y yo habíamos vuelto sin tener que estar escondidos. En estos últimos meses habíamos actuado casi como cualquier otra pareja pública. Íbamos a comer cuando coincidíamos en la misma ciudad y acudíamos a algún que otro evento de forma conjunta. Poco a poco la atención publica se había centrado en otras personas y aunque evidentemente estábamos en el foco, no nos veíamos sometidos a una presión constante. Algo que si ocurrió en los primeros momentos de nuestra a en común. Ahora ya teníamos la conciencia y la capacidad de comprender como funcionaba este mundo y éramos capaces de gestionar nuestras apariciones publicas

Su cumpleaños como solíamos hacer, lo tomamos como un impulso antes de comenzar giras de verano, lo pasamos en Almería junto a su familia. Fue extraño volver, todo parecía seguir igual, ya que sin ser conscientes seguíamos con nuestras pequeñas tradiciones. Hicimos el largo trayecto hasta la ciudad andaluza en coche. Paramos en pueblos, tanto para despistar a los posibles periodistas como para estar más tranquilos al viajar con la niña. Nada más entrar en Almería, fuimos a la casa de los padres de David que permanecía intacta pese al paso del tiempo. Se me pusieron los pelos de punta cuando al girar en la ultima curva vislumbre la casa y sentí que el tiempo no habia pasado desde la ultima Navidad, aunque la emoción de Ella al despertar y ver que ya habíamos llegado me hizo ver que las cosas habían cambiado.

El escenario en si era el mismo pero todo había sufrido diversos cambios. Ver a los sobrinos mayores de David y poder hablar con ellos me transportó directamente al momento en el que no eran más que dos niños pequeños con los que pasábamos muchos tiempo en nuestras escapadas a Andalucía. Era común que una de las noches que pasábamos en el sur, los críos se quedaran con nosotros para que la hermana de David y sus marido pudiesen descansar. Nosotros los consentíamos y jugábamos con ellos ansiando el momento de tener calma y poder plantearnos tener nuestros propios hijos. Aunque esta vez eso también fue diferente, pues fueron los sobrinos de David los que salieron y nosotros nos quedamos charlando en el jardín tratando de arreglar el mundo entre risas y recordando anécdotas pasadas. La hermana de David siempre fue una gran consejera y habiamos conseguido congeniar desde el primer día.

La noche del cumpleaños de David, tras la perceptiva cena con su familia y tras dejar a Ella con el hermano de David, conseguí vendarle los ojos y conduje hasta el observatorio a modo de sorpresa. Su cara fue maravillosa, al ver ser sorprendido con una actividad que yo sabia perfectamente que era totalmente de su agrado y que yo había amado desde los primeros momentos de nuestra relación. No hay nada más romántico que admirar la majestuosidad del espacio junto a la persona con la que esté parece a tu alcance.

Pero aún quedaba una ultima celebración de su cumpleaños tras varias cenas con amigos de David, haríamos una quedada con nuestros compañeros de OT durante el verano para celebrar todo lo bueno que nos estaba pasando desde el reencuentro.
En su cumpleaños David me pidió algo a lo que no pude negarme por la ilusión que nos hacia a ambos y tras varios ensayos me encontraba sentada a su lado en el avión rumbo a su concierto en Tenerife inmersa en terminar el libro que habia decidido hacer. Sinceramente si no esa relación no se hubiese hecho público, nunca me habría atrevido a dar este paso. Iba a contar nuestra historia con sus idas y venidas (guardando momentos que nunca habíamos confesado a nadie).

Después de muchas charlas, y negociaciones con nuestros equipos, habiamos acordado cantar juntos en el concierto que David en el Estadio olímpico de Sevilla. Esta vez, íbamos a cantar 'Vuelvo a ti', como metáfora de lo que estábamos viviendo, en los últimos tiempos de nuestra relacion. Mentiría si dijese que no estaba terriblemente nerviosa, pues todos los poros de mi que temblaban ante la mínima posibilidad de fallar. Además Elena iba a traerme a Ella el día de antes y este sería nuestro primer encuentro a solas. Nos habíamos visto una tarde en la que llevamos a la pequeña a casa de su madre y todo había sido cordial, aunque evidentemente muy encorsetado. Cuando nos vi a los cuatro en esa situación, recordé el día en el que tan solo un mes después de que David me dejase, recibí una foto de los dos besándose en Miami. Cuando vi esa fotografía en las revistas mi mundo se vino abajo pues llevaba ese tiempo auto convenciéndome de que no había terceras personas en nuestra pareja. Pese a eso, al estar en el mismo espacio todas cosas que tenia en mi cabeza sobre ella desaparecieron. En nuestra conversación descubrí a una mujer cercana, divertida y con los pies en el suelo, cuando yo siempre había pensado que era la mujer mas insoportable de la tierra.