Capitulo 2.

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Pero la casa tiene algo oscuro y la familia no tiene idea de lo que le espera, luego de 40 min de viaje al pequeño pueblecito, Adam, el padre, con su auto mini cooper rojo que brillaba y relucía con el sol de invierno, la madre por otra parte con su auto BMW 502 un poco más clásico debo decir, manejaba con seguridad y destreza. El camión con las cosas más grandes y pesadas venía en camino, la casa si estaba amueblada pero faltaban muchas otras cosas y otras debían ser cambiadas porque la mayoría eran bastante viejas.
El padre llevaba la cantidad más grande de equipaje junto a sus dos hijos mayores, Anna y Peter, Sonia, la madre, llevaba la carga más grande, los tres hijos menores, los gemelos y a Liam.
Al llegar a la casa, Peter como típico adolescente, odió la idea de cambiar completamente de ecosistema, fuera de su zona de confort, se estacionaron en la grandísima casa de 3 pisos, 5 cuartos y un gran sótano llena de cosas viejas, la casa venía amueblada, con la cocina hecha un lío y el comedor con una cría de termitas, en cambio, Adam, le pagó a un exterminador que limpiara los cuartos y las camas de termitas, así que por lo menos podrán dormir tranquilos esta noche.
Anna bajo del auto con su hermano mayor y miraron a su alrededor.
- es muy vieja. Dijo Anna con señas.
- lo sé, es enorme además. Dijo Peter.
El gato de Anna, Lum, al bajar del auto no quería salir, no quería que nadie lo tocara, se comportaba muy extraño, Anna con ayuda de Robert, su hermano que sabía de gatos, lo llevaron adentro, Lum le gruñía y siseaba a las paredes, rasguñaba a todos y mordía los muebles, el padre decidió dejar al gato afuera solo por la noche, así que no tuvieron más remedio que hacerlo.
Luego de unas horas de organizar y limpiar todo, Anna se dirigió al baño para lavarse las manos que tenía con grasa del auto al bajar de este, se dirigió al baño al lado de el cuarto de Liam, entró y no cerró la puerta pues no era necesario, de repente, la cortina de la ducha se movió fuertemente como si algo la estuviera moviendo desde atrás, Anna pegó un saltó hacia atrás, mojó todo el piso con el agua que caía de sus manos, ella pensó que uno de sus hermanos estaba molestando, pero...
Narra Anna.
El piso quedo enteramente mojado con el agua que caía de mis manos, por detrás de la cortina de la ducha algo se movía y arrastraba la cortina. Me quedé helada, no sabía qué hacer, no podía gritar, pero mamá cuando tuve el....accidente me dijo que si estaba en peligro haga sonar un pequeño pitillo amarillo, y así ella sabría que yo estaba en problemas, pero ahora me encontraba tan asustada que no sabía qué hacer, mi cuerpo no funcionaba, pero me armé de valor y me acerqué a la ducha que seguía moviéndose, primero pensé que podía ser Robert o Liam queriendo asustarme pero al destaparla no había nadie. Salí del cuarto corriendo, baje las escaleras y tome alarmada a mamá, le conté con señas todo lo que vi, ella se espantó, dijo que pudo ser el viento, lo que podía ser cierto pero la nieve se estaba descongelando y ya no hacia tanto frío, aunque su comentario me tranquilizó bastante, no quise pensar más en ello, así que me dormí en seguida, me arropé y trate de dormir, pero el susto me lo impidió.

A las 2:59 de la mañana, Anna dormía profundamente, hasta que pasado un minuto la puerta de su cuarto se cerró abruptamente, no fue el viento o uno de sus inquietos hermanos, fue algo un poco mayor. Anna se despertó de golpe, hizo la expresión de gritar pero nada salió de su boca, miró a la puerta, vio una silueta se se volvía más y más visible, no lo dudo ni un segundo y Buscó su pitillo amarillo lo sonó unas 3 veces y su padre llegó, la puerta seguía cerrada, él trato de abrirla por el otro lado pero estaba con seguro.
- ¡abre la puerta, Anna! Gritó la madre preocupada.
Para ese momento todos los hermanos estaban tras la puerta acompañando a los padres.
- ¡Anna! Gritó Peter.
Anna estaba petrificada, mientras la familia gritaba para que abriera la puerta, había una figura borrosa de una mujer de no más de 30 años y cargando un bebé en su regazo que parecía estar muerto, también tenía a dos niñas a cada lado, una tenía una herida en el cuello parecía un poco mayor que la otra, la más pequeña tenía una herida en la cabeza, tenía sangre por todas partes. Anna se llevó la mano a la boca preguntándose si eso podía ser real.
El padre al fin con la llave de repuesto pudo abrir la puerta, la figura desapareció, Anna corrió hacia su madre y la abrazó llorando como Magdalena, le dijo a la madre que una mujer con 3 niñas estaban en la puerta mirándola silenciosamente y que no sabía qué hacer. Al siguiente día después de una larga noche, era jueves, los chicos no irían a la escuela hasta el lunes, pues debían arreglar su casa y demás. Se quedaron todos en la sala hablando de la noche anterior, Anna les contó todo lo que había pasado, todo lo que había visto,  se dio cuanta que tenía unos pinchazos de aguja en el brazo izquierdo y el pie derecho estaba con muchos inexplicables moretones. El último de la casa en despertar, Robert uno de los gemelos tenía una cortada en la mitad del brazo izquierdo y derecho, extraño ¿verdad?

- hay que llamar a un sacerdote. Compartió Sonia.
Anna asintió repetidas veces.
- lo llamaré ahora mismo. Dijo Adam muy muy preocupado.
Se dirigió al antiguo teléfono que por suerte funcionaba y llamó a la iglesia y le dijo al sacerdote que necesitaba que viniera a la casa por problemas espirituales, el sacerdote le dijo que llegaba en unos 30 minutos por el viaje. La familia espero impaciente a su llegada.

Ed y Lorreine Warren: Expediente La muda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora