Capítulo Dos

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Al final, MinSeok tuvo que aceptar ir a la fiesta de ése fin de semana cuando Baekhyun captó su reacción ante su vecino y lo amenazó con sacar la cabeza por la ventana gritando que era un virgen de treinta años que no se bañaba y que lo acosaba.

La mayoría de ésas cosas eran mentiras, pero Baekhyun podía morir sin saber que en realidad si acosaba un poco al chico frente a su ventana.

No usaba binoculares, no los necesitaba. Realmente desde su ventana tenía una vista privilegiada.

Notó que vivía solo, pero varios días a la semana dos chicos llegaban con él a jugar en la consola, comer un montón de porquerías y charlar durante horas.

Al principio pensó que alguno podría ser algo más que un amigo, pero pronto descartó la idea al notar como se comportaban entre ellos.

Su vecino tampoco parecía tener una pareja. Todos los días llegaba a la misma hora a casa, incluso aveces no salía. Nadie aparte de él, el amigo moreno y el amigo poker habían pisado el departamento. Y eso de algún modo lo tranquilizaba.

MinSeok abrió los ojos cuando escuchó la bocina de su amigo. Se levantó, tomó su chaqueta y mientras se la ponía miró su reflejo en el espejo.
Se había dejado el cabello desordenado, con un aspecto alocado, y vestía ropa demasiado ajustada para su gusto.
Pero bueno, no se podía esperar otra cosa si era BaekHyun quien había escogido su vestimenta.
Y aún así, incluso él podía admitir que se veía bien.

- Soy un genio. Estás que ardes, Hyung. - le dijo su amigo cuando bajó y se sentó a su lado en el auto, en el sitio de copiloto.

- Te llevas el mérito. Soy yo quién lo está usando. - murmuró sin ganas. MinSeok pensaba no responder, pero una de las condiciones de Baekhyun había sido que al menos por ésa noche debía dejar de ser callado, reservado y maduro. Supuso que un comentario algo más osado lo dejaría tranquilo como para no tenerlo sobre él toda la noche. Tal vez si tenía suerte podría incluso volver más temprano de lo que tenía previsto.

Para cuando llegaron al lugar, MinSeok había acabado con la mitad de sus uñas y para su sorpresa, la fiesta no era en casa de BaekHyun. De hecho, parecía una escena sacada de alguna película adolescente o algo así.

Habían aparcado fuera de una casa inmensa, casi una mansión, de la que salía el ruido de la música, un montón de risas y voces altas. Mientras caminaban, MinSeok observó muchos vasos de plastico tirados por el jardín. Incluso pareció ver un condón colgado de una rama de árbol. Nunca se había sentido tan fuera de lugar.

Dentro de la casa las cosas no fueron mucho mejor. Olía a sudor, alcohol y perfumes, todo en una mezcla extraña para el. Decenas de personas se movían al ritmo de la música a menos de dos centímetros de diferencia entre sus cuerpos.

BaekHyun lo arrastró hasta la mesa de las bebidas, y solo en ése trayecto sintió que lo tocaban por donde nadie lo había hecho en siglos.

Cuando su amigo le tendió un vaso, se lo tomó de un trago sin pensar nisiquiera en qué era. Iba a necesitarlo si quería estar ahí aunque fuera media hora.

Eso pensó. Y no se dio cuenta cuando se bebió al menos cuatro más y ya estaba en medio de la pista, con gente arremolinandose a su alrededor.
Ya nada le parecía molesto...

Excepto las manos que se enrrollaron en su cintura y lo obligaron a pegarse a un cuerpo extraño.
Intentó deshacerse del agarre, pero el alcohol volvió sus movimientos torpes, lentos y para nada certeros. Miró a los lados en busca de la cabeza rubia de BaekHyun pero no había ni rastro.

Tomó una respiración y se giró para pegarse más al cuerpo desconocido, siguiendole el juego. Siguió moviéndose al ritmo de la música mientras acomodaba una de sus piernas entre las del chico.
Esperó el coro de la canción para levantar la rodilla y golpearle en las pelotas.
Aprovechó de huir cuando el hombre se dobló por la mitad llevándose las manos a su entrepierna y caminó fuera de la casa a paso rápido.

What's the situation? || ChenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora