I'm still here • Yoonmin (Three Shot)

0.2

Wooni, el primo de Yoongi, llevaba a Holly en la semana para que se quedara algunos días con el rubio, llegaron a un acuerdo luego que el mayor decidiera que necesitaba estar solo por un tiempo, eso incluía a su perro, es por eso que lo cuidaban semana por medio.

A Jimin le encanta cuando traen al canino porque cada vez que puede toma la oportunidad de apoyarse en la pared para que el perro le ladre y así Yoongi mire hacia su dirección, Jimin siempre sonríe cuando Yoongi lo mira a pesar de que lo que observa el rubio es una pared vacía. Jimin aprendió a vivir -sin vivir.- olvidado por el chico, le dolía que este dejara de ser él mismo a causa de su ida, sin componer nada en meses, cuando estaban buscando un departamento querían algo que fuera cómodo para ambos, Yoongi podía pasar días en el estudio componiendo y escribiendo, por eso eligieron aquel que tenía tres cuartos, uno lo compartirían ellos, el otro era un cuarto de invitados y el tercero sería el estudio de Yoongi; lamentablemente el susodicho sólo entró al cuarto a dejar cajas con las cosas de Jimin y cerrar con llave para, tal vez, nunca volver a abrirla.

Algunas veces Jimin recordaba lo que hacía en el tiempo en que su corazón latía, solía bailar para soltar su frustración, razón por la que pasaba en el salón de practica casi 24/7, pero luego de tener un acercamiento con Yoongi, fue olvidando como era bailar desde las 12 AM hasta las 10 PM todos los días; cuando comenzó a salir con Yoongi todo su mundo giraba por el mayor -no que no lo hiciera antes.- si comía, si dormía, si se sentía frustrado por la agenda del día, Jimin ya estaba en la habitación de Yoongi con una manta y muchos abrazos esperando por él. Y viceversa, Yoongi también tenía a Jimin en su cabeza todo el tiempo, aunque no lo pareciera, cuando ellos discutían se ignoraban todo el día, pero a la hora de comer Yoongi llegaba con comida, la dejaba a los pies de Jimin, y sin decirse una palabra, se giraba y se iba.

Algo que el recordaba con nostalgia el día en que una fan le obsequió la cámara, era instantánea y tenía decoraciones celestes sobre el rosado mate de la maquina, esa fue su obsesión, solo la usaba en momentos importantes, en los que quería guardar más que en su memoria. Yoongi solo recuerda haberla visto un par de veces pero nunca se atrevió a usarla, ahora se encuentra en la habitación en medio del pasillo, dentro de una caja, llenándose de polvo.

En vida ellos compartían ducha.-y algo más.- todas las mañanas, cada vez que entraban al baño había un Taehyung en la puerta listo para lanzar la broma del siglo sobre los dos, y cuando salían, Jungkook estaba esperando su turno subiendo y bajando sus cejas al verlos. Pero desde que está en este 'Limbo' sin sentido, había dejado de entrar a la ducha con Yoongi, sabía que no resistiría el no poder acercarse y sentir ese cuerpo que era suyo; si, suyo, porque Jimin había adquirido una posesión sobre el cuerpo del mayor, aquella piel blanca y casi sin imperfecciones lo hacía ver lo hermoso que era su chico, todos los pequeños detalles, hasta ese lunar casi inexistente en el hombro de Yoongi, lograba que Jimin cayera por él, una y mil veces; era su templo, casi una religión. Tal vez eso fue lo que le dio el impulso de entrar esa mañana cuando el rubio se dirigía al baño con el cometido de ducharse, Jimin se apoyó en la puerta mientas el otro se desvestía, ya no podía tener una erección, pero eso no significa que no disfrutara de la vista cuando los pantalones cayeron al suelo; pero toda esa sensación se fue cuando Yoongi se quitó la camisa.

Dos marcas en la clavícula de Yoongi.

Jimin casi pudo sentir su corazón deteniéndose otra vez, esos dos chupones que no eran suyos sobre Yoongi, sobre ese cuerpo que le pertenecía, que el poseyó y se dejó poseer tantas veces, ese que para él era la perfección en el mundo, con dos marcas de poder ajenas; Jimin se sintió mareado. Salió del cuarto, del apartamento y posteriormente del edificio, encontrándose con su amigo fuera de este.