51. El nuevo secretario-Tercera parte-Larry Stylinson-Terminada💘

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Seis meses después.

Los juicios por el incendio en la  sucursal se celebraron al fin por lo que Harry y Louis tuvieron que volar de nuevo a Francia.

Harry estuvo de acuerdo con todo lo dicho y acordado por el juez y también con los abogados y el fiscal.

Su seguro tendría que hacer frente a todas las indemnizaciones y además, el empresario se comprometió a cumplir con todas las exigencias de seguridad en la empresa para la protección de los trabajadores.

Tras el último, la pareja pasó una linda velada en uno de los hoteles de la cuidad, cenando y luego paseando, todo fue muy romántico por lo que estaban felices.

En todos los meses que llevaban juntos después de la salida de la clínica y después del accidente, estaban más unidos y todo iba muy bien entre ellos.

Ya de regreso, en el aeropuerto, Harry notó algo raro en el conductor que los recogió, no sabía exactamente pero había recibido una llamada de Niall diciendo que no podría ir a recogerlos pues se había hecho daño en una mano pero que mandaría a otra persona de su confianza.

Louis dormía plácido en el pecho de su marido y cuando ya llevaban un tiempo de viaje, el chofer cambió el rumbo pues esa ruta no los llevaría ni a su casa, ni a la empresa.

—Oiga, se ha equivocado. Este no es el camino a nuestra casa— habló el empresario.

De pronto el hombre se paró al encontrarse con una furgoneta, de repente tres hombres con la cara cubierta abrieron las puertas y tiraron de ellos.

—¡Portaos bien y no os ocurrirá nada!—les gritó uno ellos.

Louis muy asustado, se abrazó fuertemente a Harry cuando los pusieron juntos en la parte trasera de la furgoneta.

—¿Quiénes son, Harry?, ¿qué quieren de nosotros?—preguntó.

—No lo sé, cielo pero creo que nos han secuestrado y seguro querrán dinero.

Durante todo el viaje el ojiazul no paró de llorar mientras Harry lo abrazó para consolarlo.

—Tranquilo amor, no pasará nada.

—¿Vamos a morir verdad?.

—Shsss.... tranquilo no pienses en eso, ¿de acuerdo?.

Finalmente la furgoneta se detuvo y las puertas traseras se abrieron.

—¡Bajar!, ¡deprisa!—gritó otro de los hombres.

Cuando estes hubieron bajado, este los empujó hacía otro hombre.

—¡Llévalos con el otro prisionero y atalos!—gritó éste a su cómplice.

Louis y Harry se miraron confusos pues al parecer aquellos tipos tenían a otra persona secuestrada.

Caminaron unos metros y aunque lo miraron todo, no había ninguna pista de donde podían estar, finalmente llegaron a una ruinosa cabaña.

Bajaron unas escaleras a trompicones empujados por el secuestrador y llegaron a una habitación en el sótano de la casa, allí ciertamente pudieron ver que había alguien más, amordazado y atado.

Cuando se acercaron comprobaron con horror que era Niall, él cual seguro que lo habían obligado a llamar a Harry y decirle todo aquello, este estaba inconsciente y todo golpeado.

—¡Oh Dios mío!, ¡Niall....Niall!, ¿estás bien?, ¿Que le habéis hecho cabrones?—Gritó Louis asustado por su amigo.

—¡Cállate marica!—le gritó el tipo mientas le empujaba.

—Louis... por tu bien cielo, no digas nada más—le susurró Harry.

—Hazle caso a tu maridito o dañaremos tu linda carita, mariposa—rió el secuestrador.

—Taparles la boca...así ya no escucharemos sus lloros—dijo el que parecía el jefe desde las escaleras.

Dos de los tipos los ataron y los amordazaron, luego los pusieron encima de dos colchones roídos que estaban tirados en el suelo junto a Niall.

—Bien.. ahora a dormir. Mañana nos espera un día muy largo, bellas durmientes.

Sin más, los tipos se fueron y cerraron la puerta, dejándolos a oscuras en aquel sucio, frío y maloliente sótano, muertos de miedo y sin saber porqué los habían secuestrado y qué era lo que buscaban de ellos.