51. El nuevo secretario-Tercera parte-Larry Stylinson-Terminada💘

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...-¡Peltier!, no... no puedes ser tú....-gritó extrañado Harry cuando le quitaron la mordaza.

-Hola Harry, me alegra verte- el francés se rió.

-¿Cómo es que estás libre?-preguntó extrañado el empresario.

-Saquenlo de ahí, tenemos mucho que hablar.-ordenó Peltier a sus hombres.

-¡Soltarme!, ¿dónde están Louis y Niall?-gritó pataleando mientras lo bajaban del furgón y lo sentaban en una silla frente al francés.

-¿Dónde está mi esposo,?, Peltier, ¡Como le pase algo te mataré!.

¡Paaamm!... el francés golpeó a Harry en la cara.

-¡Cállate!...tú no me harás nada, además tu precioso esposito cabrón ya pagó por lo que me hizo en el hotel.

A Harry se le llenaron los ojos de lágrimas.

-¡No!, ¡no puede ser!, ¡Louis noooo...!, ¡te mataré hijo de puta!-gritó el ojiverde intentando levantarse para llegar a él.

¡Paaamm!, otro golpe.

-¡Cállate, te dije!, olvídate de  una vez de Louis, esto es entre tú y yo.

Harry apenas veía pues de sus ojos no paraban de salir lágrimas, solo de pensar en que Louis podía estar muerto se le rompía el alma y el corazón, era injusto, él era inocente.

-¿Qué haces en libertad?- preguntó Harry finalmente.

-Verás querido Harry... la justicia de Francia no es tan severa como pensaba. ¿Sabías que portándote bien y moviendo unos cuantos hilos, pronto obtienes la libertad?.

-Claro.. seguro que has sobornado al juez con mi dinero. Ese que me robaste y que no apareció.

-Harry.... Harry... Harry.... vaya no eres tan tonto como pensaba. Verás, en esto no he actuado solo. Tengo muchos aliados y socios que me han cubierto la espalda mientras yo estaba encerrado y que se cobraron mi venganza con tu empresa.

-El incendio...¿t-tú lo ordenaste?-preguntó entonces Harry dándose cuenta de la conexión.

-Exacto... el incendio, mi querido Harry. Eso no fue casualidad, ni tampoco un accidente. Uno de mis ayudantes lo provocó por mi.

-¡Eres un maldito sádico!, ¡varios trabajadores murieron y hubo muchos heridos...

-¡Me importan una mierda!, ¡solo quiero vengarme de ti y de tu maldita empresa a la que entregué mi vida!—gritó de nuevo el francés dándole otro puñetazo— Soporté a tus estúpidos padres y luego a ti. He tenido que reír tus malditos chistes sin gracia y me he aguantando tus órdenes.

-¡Mis padres te apreciaban, maldito cabrón!, ¡y-yo te consideraba mi amigo... mi aliado!.

-Todo iba bien pero tú y el entrometido de tu difunto marido lo estropeasteis todo.

-¿Qué quieres decir?.

—Te contaré toda la historia de una vez...a ver si te enteras de algo por una vez, estúpido.

El francés se levantó de su silla y empezó a caminar alrededor de Harry.

-Verás... tus queridos padres descubrieron un desfalco en las cuentas. Por aquel entonces aún no tenía mucha práctica y tonto de mi, cometí un error. Me descubrieron y aunque no me denunciaron pues los tontos estaban muy cegados por el cariño que me tenían. Nada volvió a ser igual...Finalmente se dieron cuenta de que yo quería hacerme con la empresa.

-¡Oh Dios!... ¿Tú los mataste?-preguntó furioso Harry intentando levantarse y alcanzarlo.

-Si...yo saboteé su coche y por eso tuvieron el exitoso accidente.

-¡Maldito cabrón!, ¡Eres un hijo de puta!-gritó Harry con sus ojos llenos de lágrimas.

-Wow.... wow, tranquilo amigo... Verás, mi idea era que tu murieses cuando vinieses por el incendio pero mi salida se retrasó, así que aquí estamos de nuevo. Ahora es la ocasión y estás aquí de nuevo. Por última vez veras a tu empresa...tras la remodelación, es cuestión de tiempo que pase a mis manos.

El ojiverde resopló resignado.

-Si Louis ya no está, la verdad es que me da igual todo pero tan solo te pido que mires por los trabajadores y que el esfuerzo y la muerte de mis padres no caiga en vano.

-Despidete del mundo, Harry... vete con tus malditos padres y tu maldito esposo-dijo Peltier apuntándole con un arma.

El empresario cerró los ojos y trago saliva, sonrió pues como el francés había dicho, él se reuniría con sus padres y su hermoso Louis en la otra vida.

Pum... pum...

Dos sonoros disparos se oyeron.