Egoísmo.

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El me dijo que realmente lo sentía, y me sonrió, así yo estaría bien, supongo. Lo perdí ¿Qué debo hacer con un chico como yo? Lo extrañaba tanto que jineteé buscarlo otra vez sólo por egoísmo. Descaradamente esperaba que él me esperar si yo regresaba. 

La luz golpeaba fuertemente contra su rostro, se sentía tan cansado ya que no había dormido casi nada, ¿Por qué le sucedía esto? Su mente tenía la culpa, por las noches los recuerdos lo atacaban llevándolo casi al borde de la desesperación y su cerebro no lo pensaba dos veces antes de comenzar a reproducir aquellos momentos que había vivido junto a Luhan, no podía controlar sus pensamientos desde hace tiempo.

  — Arriba kai, vamos, vamos. — Decía Chanyeol lanzándole cuanta cosa se encontró en su camino hacia la cama del nombrado, una de esas cosas fue una chala la cuál le llegó de lleno en la cara.

¡Córtala! —  Exclamó tomando el objeto y lanzándosela de vuelta. 

— Apresúrate. —  Siguió insistiendo el más alto, a un aldo de la cama.—  Ya, si ya voy. — Se quejó y en un intento de esquivar un zapáto, cayó de la cama provocando que la risa del dueño del tiro, hiciera eco en la cocina, donde ya se encontraba.

— Maldito...— 

— Sehunnie. —  Un adorable Luhan apareció por la puerta abriéndose paso hasta la cama, dónde se encontraba el maknae del grupo, quién se encontraba aferrado a los brazos de Morfeo. —  Vamos, despierta dormilón. — Murmuraba meciéndolo suavemente, mientras el otro se refregaba los ojos intentando volver a la realidad.— Apresúrate, nuestro vuelo sale en 30 minutos y debemos estar listos, sino, lo perderemos. — 

— ¿Mmm? —  Se abrazó a la cintura del mayor, logrando que este correspondiera subiéndose sobre él para llenarlo de mimos. 

— Qué, puto, asco. — Susurró cabreado el moreno, quién aún se encontraba en el suelo observando aquella escena tan empalagosa, que debía admitir que le daba por extrañar que el mayor lo despertara de la misma manera, realmente lo hacía, estaba harto de recibir golpes de parte del rapero del grupo, quién no tenía ni la menor consideración de que su físico y su rostro eran parte de su trabajo.

Se levantó enojado, agarrando su ropa y metiéndose con puerta y todo al baño del hotel donde se hospedaban, le había tocado compartir habitación con Sehun, teniendo que tragarse que Luhan estuviera hasta altas horas de la noche junto al menor, había intentado ignorarlos desde hace un tiempo, esas escenas entre ellos lo cabreaba enormemente, porque cada vez que las veía extrañaba ser él quién recibiera todos los mismos del rubio...El antes tenía el lugar de Sehun, ahora simplemente estaba como espectador y ya no como el protagonista

—  Luhan. —  Decía acercándose al nombrado y a Sehun, quiénes se encontraban risueños viendo una película, aquella película que tanto adoraba Luhan y que alguna vez habían visto juntos, siendo testigos de uno de sus secretos. El aludido levantó la vista algo... ¿Sorprendido? al reconocer al dueño de la voz.

— ¿Qué sucede? —  Preguntó el nombrado en un tono bastante serio, para lo que había estado siendo segundos antes de que lo llamaran.

— Necesito decirte algo. —  Lo había pensado hace varios días, y se había dado cuenta de que lo extrañaba y también extrañaba ser el centro de atención del mayor, no quería verlo junto a otros dándole lo que a él debería darle...su tiempo. Así que había decidido volver con aquella "amistad", alejándolo así de todos los miembros, dejándolo una vez más para él solo, como hace un tiempo, estaba seguro que todo volvería a ser igual, y que era más que obvio que Luhan quería eso, ya que él lo esperaba, sabía que Luhan esperaba su regreso y eso, es lo que él le iba a dar en esos momentos. 

  — Volvamos a ser como antes. — Dijo sin más.

— ¿Eh?— 

— Volvamos a retomar nuestra amistad. —  Decía sonriendo levemente, tenía varios planes para realizar con el mayor, uno de ellos era ir a una convención de vídeo juegos que sería la próxima semana. 

— ¿Nuestra amistad? — Se dijo a si mismo intentando asimilar el pedido del menor. 

— Vuelve  a mi, Luhan. —  Este otro simplemente lo miró e hizo una mueca de confusión. 

— ¿Qué sucede? —  

—  ¿Crees que es así de fácil? ¿Piensas que diciendo eso, harás que todo vuelva a ser como antes? —  De alguna u otra forma, su tono de voz demostraba lo ofendido que se sentía en esos precisos momentos.

— ¿Qué más debería decir? — 

— Una disculpa no estaría de sobra, Kai.— 

— ¿Por qué una disculpa?—

— Por lo que hiciste, ¿crees que es normal abandonar a alguien así como así? ¿Sin darle ninguna explicación? ¿Crees que es lindo herir los sentimientos de los demás y luego acercártele como si nada hubiera pasado? — Sí, en definitiva el más bajo estaba jodidamente indignado.

— Lo siento, bien, lo dije ¿ahora sí? hay una conven...— No pudo continuar, le habían interrumpido. 

— No se trata de una cosa fácil Jong In, no es llegar y decir, retomemos nuestra amistad y todos felices, en el momento que se quebró nuestra amistad se perdió lo poco y nada de lo que habíamos construido, entre ellos la confianza y el cariño, que te llegué a tener. — Antes de abandonar la habitación añadió. —  No quiero volver a ti, lo siento. —  Se sintió algo mal por ver la cara del menor que había pasado de una expresión serena (como siempre) a una sorprendida, con un leve deje de tristeza, así que le sonrió, no quería que sufriera, nos sería tan cruel como hacerle eso, no era como él, que sí, lo había dañado; no le desearía eso ni a su peor enemigo. 

El corazón del menor comenzó a latir fuertemente ¿Lo estaba rechazando?, ¿Le había dicho que no?, ¿Por qué se sentía tan triste? Miles te de preguntas comenzaron a atacarlo sin compasión de su estado, de su miserable estado.

Caminó en retroceso hasta chocar con su cama, donde se dejó caer, las lágrimas habían comenzado a nublar su vista, Luhan no volvería...lo había perdido.   

||Niño Debil||KaiHan||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora