Un abrazo lo cambia todo (Pausada)

Capitulo 5

Aella

Lagrimas resbalan por mis mejillas al entrar a la bodega, el cual es un lugar no conocido lo encontré por casualidad, al entrar el olor a húmedo me invade pero no hago caso, me recuesto a una pared y resbalo, tomando mis piernas.

Justamente Keyton, Joshua, Jacob, y Ashton se tienen que ir el sábado, les dije que era muy importante para mí que ellos estuvieran ahí, ese día iba a ser mi presentación del baile , y ellos no van a estar, ya que tienen que arreglar un asunto el cual no me quiso decir sobre que era, me molesto muchísimo. Ellos me lo prometieron especialmente Ashton.

No voy a negar que duele mucho, duele saber que nunca nadie va a estar orgulloso de ti que nunca nadie te va a felicitar, duele saber que posiblemente me voy a quedar sola, pero duele saber mas que a nada que tus hermanos no te van a apoyar ellos que son lo único que tienes.

Al parecer solo paso llorando, soy tan débil que me encierro en lugares para que nadie vea mi punto débil.

Me tenso al notar como se abre la puerta, me arrincono más a la pared para que no me note, pero sé que me ha visto, no levanto la vista.

Alguien se sienta a mi lado, sigo estando en la misma posición, lagrimas silenciosas caen de mis ojos hasta mi mandíbula, aquella persona comienza a limpiar mis lágrimas y lloro mucho más, con ese simple gesto, hace tiempo que no recibo nada igual y ahora mismo me siento tan agradecida con esa persona, me empuja a su lado, por este momento pongo mi cabeza en su hombro, y él apoya su barbilla encima de la mía.

Suena el timbre, y decido que debería levantarme, el ve lo que trato de hacer y se levanta primero extendiéndome sus brazos para levantarme, las agarro confirmo mis sospechas de que realmente es hombre ya que sus dedos son largos.

Salimos de la bodega y me sorprendo al notar quien es.

Cabello rubio, ojos celestes, tez blanca y sumamente sexy.

Me avergüenzo al saber que de entre todas las personas tuvo que ser el: Michael.

Me armo de valor para darle una sonrisa de agradecimiento y luego pongo la cara que utilizo normalmente sonrisas falsas, vida perfecta, el me mira confundido luego de mi sonrisa, lo entiendo también habría estado confundida si primero alguien me sonríe y luego esta neutra.

—Gracias, esto no va a salir de aquí, de igual forma no debiste venir, no quiero tu lastima.

Doy media vuelta pero Michael me agarra de la cintura y me acerca hacia él, trato de no mirarlo a los ojos, porque una vez que lo haga no me cansare de mirarlo.

—No estoy aquí por lastima, nena.

Pongo mi vista en la pared y respondo:

—¿Por qué estás aquí?

—¿Por qué crees que estoy aquí?

—No lo sé.

—A veces eres tan cabezota.

—¿Qué? ¿A qué te refieres con eso?

—Toda la universidad lo ha notado.

—No me llevo bien con...ninguno.

Lo miro a sus ojos y me arrepiento de inmediato, no puedo apartar la vista o quizás si puedo y no quiero.

No respondo y el decide hacerlo.

—Me gustas.

Creo que este es uno de los días en lo que todo puede pasar y ahora mismo me siento asombrada y feliz, si feliz, creí que nunca llegaría este día, tengo miedo, miedo de caer en un abismo, ese abismo es el.

—Sé que no te gusto, solo quería que lo supieras, desde que entre a esta universidad me gustaste siempre eras tú.

No puedo creer que el piense eso, era yo la que desde el momento en que entre me gusto el, obviamente primero comenzó como una atracción para ese entonces ya había terminado con Adam, bueno Adam me termino. E incluso revisaba sus redes, así de acosadora, antes que siga hablando acerco mis labios a los suyos depositando un beso inocente, al separarme le sonrió y abrazo.

También me gustas.

El me presiona más fuerte contra él y deposita un beso en mi cuello, susurrando que le gusto, al separarnos no puedo evitar sonreír verdaderamente.

—No esperaba esto. Creo que debemos empezar por una cita. Mañana. A las 9.

Asiento.

—Voy a clases, pero voy a dejarte primero, aun siento que no es real.

—Soy yo la que siente que esto no es real. Pero puedo ir sola.

No voy a entrar a clases.

Puedo ver confusión en su rostro sorpresa y decepción, me reprimo a mí misma por causarle eso.

—¿No quieres que te acompañe? ¿Te avergüenzo, es eso?

—No, claro que no.

—¿Entonces?

—Puedo ir sola.

—Ya.

Se gira y no lo sigo, puedo arreglar eso después, aunque me cuesta entender como todo dio un gran giro primero feliz luego enojado, aun así no voy a arreglar eso ahora, tengo algo más importante que hacer.

Michael Blake siempre me ha gustado, desde que llegue a la universidad, pero nunca me atreví a decirle una palabra, me daba vértigo de solo pensarlo, formulaba todo tipo de situaciones, todas eran como podía salir mal, así que desistí, me conformaba solo al verlo en los pasillos, lo cual no era tanto tiempo, no coincidíamos además el parecía no prestarme atención y me molestaba, mucho.

Salgo de la universidad, busco mis llaves en mi cartera, hasta que la encuentro, como llavero tengo un águila, no es un GRAN regalo pero es muy emocional, no podría perderlo.

Al parecer Ashton no vino por mi auto, seguro Joshua le dijo de mi reacción y para no tener que discutirle no vino, aveces puede resultar agotador.

Ingreso al auto y voy a casa, este día justamente no hay nadie, los ,miércoles a veces se encontraba Keyton, y tenía que ingeniármelas para que no me viera, entro a la casa y subo a mi habitación, me baño y procedo a ponerme un jean con un suéter, me pongo poco maquillaje, el cabello me lo seco y me hago una trenza de lado, veo el reloj que se encuentra encima de la puerta, se me está haciendo tarde, salgo prácticamente corriendo de la casa y del mismo modo entro al auto, al salir del portal pienso que me descubrieron cuando veo aparcado el auto de Jacob, pero veo que esta con una chica besándose de una manera muy...salvaje. Iugh.

Voy a máxima velocidad, me esperan 2 horas de viaje.

CLICHEEE, POR TODOS LADOS.

Pero es lo mio y no necesito tu aprobación.

Les envio un abrazo, lo cambia todo.